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Feijóo acusa a ayuntamientos de las mareas de no aprobar presupuestos que ya están en vigor

La larga precampaña municipal lanzada por la dirección del PP gallego para intentar recuperar la mayor cuota posible del poder perdido en 2015 y, muy especialmente, optar a los bastones de mando en las ciudades, tiene su maquinaria a pleno rendimiento desde hace meses. En el caso del poder urbano y, concretamente, de las ciudades gobernadas por las mareas, la ofensiva preelectoral de los conservadores tiene una vertiente local y otra, en la estrategia de la dirección gallega del partido, con Alberto Núñez Feijóo al frente. En este contexto, el presidente de la Xunta suele impregnar sus intervenciones en la sesión de control parlamentaria de críticas a estos ayuntamientos. Este miércoles Feijóo ha repetido y lo ha hecho para reprochar a estos gobiernos ser “incapaces” de sacar adelante sus presupuestos, aunque A Coruña y Santiago ya los tienen en vigor.

La acusación del presidente llegó como réplica a la pregunta del portavoz de En Marea, Luís Villares, que lo instó aclarar si, a la luz de las cifras de los Presupuestos Generales del Estado, mantiene como en campaña que “Galicia es una prioridad para Rajoy”. Tras acusar a Villares de “confundir y manipular” porque “el rigor ya lo ha abandonado” el jefe de filas del PPdeG consideró que el parlamentario de En Marea carece de legitimidad para lanzar críticas sobre presupuestos, precisamente por las cuentas de las ciudades. “Llevan gobernando en las ciudades gallegas y son incapaces de aprobar los presupuestos”, proclamó. “Lo que están haciendo en Ferrol es de aurora boreal” y “en A Coruña -agregó- es para aprender”.

Lo cierto es que dos de las tres ciudades gobernadas por las mareas tienen ya sus cuentas de 2017 en vigor. Compostela Aberta las sacó adelante en pleno el pasado febrero y entraron en vigor en marzo, mientras que el gobierno de la Marea Atlántica, tras la cuestión de confianza de febrero y las alegaciones posteriores, los tiene en marcha desde mediados de mayo. Caso distinto es el del Ayuntamiento ferrolano, donde la ruptura de la coalición de Ferrol en Común con el PSdeG impidió sacar adelante el presupuesto en 2016 y en la actualidad el alcalde, Jorge Suárez, valora la posibilidad de una cuestión de confianza para poder aprobar el de 2017.

La situación presupuestaria más semejante a la de Ferrol en el contexto urbano gallego es Ourense, la única ciudad gobernada por el PP, aunque con una salvedad: el gabinete del exconselleiro Jesús Vázquez no tiene prorrogadas las cuentas de 2015, sino las de 2014, ya que el anterior gobierno socialista ya no había sido capaz de sacar adelante sus últimos presupuestos por encontrarse también en minoría. En su primer año del poder el gobierno de Vázquez no encontró apoyo para el presupuesto y en este 2017, tras varios retrasos, ha aportado a mediados de mayo al resto de grupos un proyecto de cuentas que aún se encuentra inmerso en una negociación de resultado incierto. A pesar de estas dificultades Feijóo ha venido presentando al Ayuntamiento de Ourense como modelo de “estabilidad”, aunque el alcalde ourensano no ha participado en los últimos actos del partido centrados en la crítica a los gobiernos municipales de la izquierda.

El restante gobierno urbano en minoría, Lugo, está sin presupuestos de 2017, pero allí las cuentas prorrogadas son las de 2016, año en el que la socialista Lara Méndez sí logró aprobarlas. En Pontevedra el gobierno del BNG pudo aprobar el presupuesto el pasado diciembre tras un acuerdo con la Marea local, que inicialmente se había opuesto a ellos, mientras que en Vigo la mayoría absoluta de la que disfruta permitió a Abel Caballero una cómoda aprobación, también en a finales del pasado año.