Santiago ha aprobado sus presupuestos para el año 2017. Con los votos a favor del grupo de gobierno de Compostela Aberta y del BNG (ambos suman 11 concejales), las cuentas han salido adelante este sábado a pesar de no contar con el apoyo del PP (9), que votó en contra, pero sí con la abstención “positiva” del PSdeG (3).
Al contrario de lo que ha sucedido en A Coruña, donde socialistas y la Marea Atlántica no fueron capaces de llegar a un acuerdo, el PSOE ha optado en la capital gallega por abstenerse. “No valía la pena someter a Santiago al desgaste que supone una cuestión de confianza”, aseguró su portavoz, Francisco Reyes, sobre una figura por la que optó el gobierno local de A Coruña ante la imposibilidad de un pacto, con el alcalde Ferreiro en funciones durante por lo menos un mes tras recibir el voto negativo de los socialistas y del PP en la moción.
Después de la celebración este sábado del pleno extraordinario, el alcalde Martiño Noriega ha querido “agradecer” a los grupos su “capacidad de diálogo” y ha abogado por “prorratear esfuerzos y reconocimientos”. Desde el PSOE, Paco Reyes ha elogiado un “proceso de negociación correcto” y cree que “no se puede negar que, siendo los presupuestos de Compostela Aberta ”tienen una impronta socialista“ al incorporarse ”proyectos en inversiones que son resultado de acuerdos plenarios“.
Desde el PP, por su parte, Agustín Hernández ha justificado el voto negativo por ser “marginado” su grupo. “No se puede dar apoyo a quien no lo pide”, ha asegurado el portavoz, que acusó a Compostela Aberta de “seguir incrementando el endeudamiento”. La concejal de Economía y Hacienda, María Rozas, negó las palabras de los populares y les recordó que el ejecutivo local “redujo el endeudamiento del Ayuntamiento desde los 45 a los 33 millones”.
Ante las palabras y acusaciones de Hernández, Rozas ha pedido al PP “una valoración más elaborada, seria y rigurosa” y ha advertido que el gobierno envió la documentación sobre las cuentas a su grupo “con 17 días de antelación”. “Usted como alcalde no lo hizo”, espetó, después de desgranar unas cuentas “expansivas” que ascienden a más de 106 millones de euros y que, según ha dicho, son “presupuestos participativos fruto de un proceso de diálogo con la oposición” y con “proyectos concretos que son demandas históricas de la ciudadanía de Santiago”.
Desde el BNG, su portavoz Rubén Cela destacó como “muy positivo” de las cuentas la captación de fondos y ha aclarado que su grupo entregó ya en noviembre un documento con propuestas porque decidió “apostar por el diálogo”.