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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Feijóo critica las autovías con peaje en sombra que él mismo diseñó como conselleiro de Fraga

En junio de 2005, cuatro días antes de las elecciones autonómicas que apartarían al PP de Manuel Fraga de la Xunta, el entonces conselleiro de Obras Públicas, Alberto Núñez Feijóo, adjudicó con un modelo de colaboración público-privada de peaje en sombra el desdoblamiento en autovía de la anterior vía rápida de la comarca de O Salnés y dejó licitada la de O Barbanza. Este miércoles, más de trece años después, el propio Feijóo culpó al gobierno bipartito de PSdeG y BNG que gobernó Galicia entre aquel momento y su vuelta a la Xunta en 2009, que ejecutó aquellas obras, de la deuda pendiente de pagar por aquellas autovías diseñadas por él mismo. “Dejaron a deber más de mil millones de euros en concesiones que estamos pagando año tras año de todas las autovías que ustedes desdoblaron”, dijo.

En la sesión de control al Gobierno de este miércoles en el Parlamento gallego el PSdeG preguntó a Feijóo por el incumplimiento del plan de nuevas infraestructuras viarias que presentó en 2010. El presidente se escudó en la crisis que se vivió en esos años y en las deudas heredadas, obviando la apreciación del portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, de que el plan fue lanzado un año después de la vuelta de Feijóo a la Xunta, por lo que debiera ser conocedor de la situación existente. “O bien era pura propaganda”, sentenció Leiceaga.

Feijóo, por el contrario, insistió tanto en su primera intervención como en la segunda réplica al socialista en culpar de la falta de fondos de su gobierno para cumplir sus propias promesas de 2010 a “que todas las autovías del bipartito se habían dejado en peaje en la sombra”. Un modelo de pago aplazado con el que él adjudicó en 2005 la autovía de O Salnés y dejó licitada la de O Barbanza, a las que posteriormente tendría que ayudar en 2014 con más fondos públicos de los previstos. Un modelo de colaboración público-privada que Feijóo mantendría igualmente ya en su etapa como presidente en las dos ocasiones en que licitó la autovía más cara de todas las ejecutadas por colaboración público-privada, la de la Costa da Morte, cuya concesión posteriormente adaptaría a las necesidad de la empresa adjudicataria.

Según la última evaluación realizada por el Consello de Cuentas, el ente fiscalizador de las cuentas públicas autonómicas equivalente al Tribunal de Cuentas estatal, a finales de 2016 la Xunta tenía pendientes de pagar por la Autovía de O Salnés 145 millones de euros hasta 2035, por la de O Barbanza 281 millones hasta 2036 y por la de la Costa da Morte 622 millones hasta 2038.