Hace dos años y dos días, en las elecciones autonómicas de 2016, “los gallegos hablaron con claridad y contundencia y pidieron un gobierno estable y fuerte”, recordó este jueves Alberto Núñez Feijóo. Dos años después el presidente de la Xunta admite que cambia aquel ejecutivo dando entrada en él a personas con menor trayectoria no por deseo propio, según ha dicho este jueves en la toma de posesión de su nuevo equipo, sino por el interés del PP de presentar a dos ya exconselleiros como candidatos a las alcaldías de A Coruña y Ferrol controladas ahora por la izquierda.
En su intervención en la toma de posesión de los nuevos conselleiros y despedida de los salientes Feijóo pronunció un discurso en el que se volvió a presentar como ejemplo de gobernante a nivel estatal. En plena polémica por cómo obtuvieron sus títulos políticos de diversos partidos, incluido el presidente del PP, Pablo Casado, cuyo máster bajo investigación judicial exigía ir a clase aunque él no lo hizo, el presidente gallego comparó a su propio Gobierno con un postgrado pero matizando que “para hacer este máster hay que asistir todos los días, y no hay ni fines de semana ni festivos”.
Feijóo comenzó su intervención recordando su tercera mayoría absoluta obtenida hace ahora dos años y asegurando que con ella los votantes pidieron “un gobierno estable y fuerte”. Con el telón de fondo de las negociaciones para la moción de censura que llevó a Pedro Sánchez a La Moncloa, que Feijóo no citó expresamente, el presidente gallego contrapuso que su ejecutivo “no nació hipotecado” ni fue fruto de “negociaciones de despacho”, obviando que los dos gobiernos fueron elegidos de igual manera por la mayoría de diputados de los respectivos parlamentos estatal y autonómico.
Tras poner en valor la “estabilidad”, Feijóo admitió que el cambio de Gobierno no se produce en función de intereses autonómicos: “Me reafirmo en que si por mí fuera no lo cambiaría”, dijo, para elogiar a continuación el “desafío” que sus ya exconselleiros de Medio Ambiente y Política Social, Beatriz Mato y José Manuel Rey Varela, afrontarán para intentar ser alcaldes de A Coruña y Ferrol y contribuir a revertir la situación actual en la que el PP sólo gobierna, y en minoría, una de las siete ciudades gallegas, Ourense.
Feijóo también justificó que el actual sea su ejecutivo más numeroso, con once consellerías, argumentando que “en la primera época reducimos el tamaño del Gobierno porque así lo exigía la época de dificultades”, mientras que en la actualidad “reforzamos las áreas más necesarias para construir en el futuro”. Según dijo, en este tiempo “sería absurdo negar que cometimos errores”, pero aseguró que “los aciertos son más que los desaciertos” y proclamó que “la Galicia de hoy no es la ideal, pero sí es mejor que la de 2009 y 2016”.
Sin crucifijo pero con biblia
El discurso de Feijóo se produjo tras la toma de posesión tanto de los nuevos conselleiros como de los que ya lo eran y han cambiado de competencias. Todos ellos optaron por jurar en vez de prometer sus cargos frente a una mesa en la que, como ha venido ocurriendo en las últimas ocasiones, desapareció el crucifijo que sí estaba presente en las tomas de posesión de los primeros gobiernos de Feijóo. Sin embargo, en ella sí había una biblia junto con la Constitución y el Estatuto de Autonomía.
Al acto asistieron numerosos cargos populares, incluido el único alcalde de una ciudad y el único presidente de una diputación, los ourensanos Jesús Vázquez y José Manuel Baltar, pero no ningún otro cargo de otra formación, ni el regidor de Santiago, Martiño Noriega, que comparte oficinas con la Xunta en el Pazo de Raxoi en el que se celebró el acto, ni el delegado del Gobierno en Galicia, Javier Losada. Por el contrario, sí estuvieron presentes los rectores de las tres universidades.
Mato elogia “la paz social que inundó Galicia”
Al margen de la del presidente, las intervenciones más largas este jueves en la toma de posesión de los nuevos conselleiros fueron las de los salientes Beatriz Mato y José Manuel Rey Varela. Los dos hicieron referencia al reto que tienen por delante como candidatos del PP a las alcaldías de A Coruña y Ferrol y repasaron parte de su trayectoria en la Xunta.
Beatriz Mato dedicó más tiempo a recordar su paso por la Consellería de Trabajo y Bienestar entre 2009 y 2015 que por la de Medio Ambiente en los últimos tres años. Así, se mostró “especialmente satisfecha” de los acuerdos firmados en su momento por la Xunta con sindicatos y patronal con los que consiguió, según dijo, “esa paz social que inundó nuestra comunidad” en lo más duro de la crisis económica. Mato también se mostró “orgullosa de la ley de inclusión social” aprobada en 2013 pero que cinco años después aún está sin desarrollar en lo que se refiere al decreto que regule la Renta de Inserción Social (Risga). De cara al futuro, la coruñesa señaló que tras su paso por el gobierno autonómico, ahora quiere “servir a mi ciudad”.
Por su parte, Rey Varela aseguró que “la mejor contribución que pude hacer a mi ciudad” fue la de ser conselleiro, cargo del que dice que se lleva “mucho más de lo que puse”. El popular dijo asumir el “reto” de intentar ser nuevamente alcalde de Ferrol “con muchísima ilusión” porque, parafraseando a Los Limones, “ahí está mi hogar, donde se acaba el mar”.