Feijóo ignora las opiniones de la oposición y se dispone a convocar elecciones en julio

La reunión convocada por Feijóo para “escuchar” a la oposición antes de reanudar el proceso electoral interrumpido en marzo por la epidemia de coronavirus apenas ha modificado el tablero político. El presidente de la Xunta no ha atendido a las posiciones de PSdeG, Galicia en Común y BNG -contrarios a votar en julio debido al estado de alarma- y se dispone a llamar a las urnas. El portavoz parlamentario del PP, Pedro Puy, lo dejó claro: “Se abre un período de estabilidad hasta la segunda semana de julio. En meses o años no va a haber una ocasión como esta”.

Esa frase de Puy fue la información más concreta que obtuvieron los líderes de PSdeG, Galicia en Común y BNG sobre las intenciones de Feijóo. “Salimos sin ningún tipo de certeza”, aseguró Gómez-Reino, de los comunes, “solo que no nos ha garantizado que pueda haber un proceso electoral con garantías sanitarias ni democráticas”. La portavoz del BNG, Ana Pontón, se referió a la “irresponsabilidad de convocarlas en plena pandemia” y expresó su temor a “tener que lamentarlo” más adelante. Los socialistas, a través de su secretario general Gonzalo Caballero, lo acusaron de usar “una agenda oculta que no es la que interesa a los gallegos y a las gallegas”.

El presidente de la Xunta mantiene abierta la comunicación con el lehendakari Íñigo Urkullu para hacer coincidir sus domingos electorales, como sucedió en 2012 y 2016. Las conversaciones son tan habituales que el propio Arnaldo Otegi, coordinador de EH Bildu, afeó a Urkullu que hablase más con Feijóo que con los demás partidos vascos.

Los informes del presidente

En todo caso, el PP gallego hila todo su discurso a los cuatro informes sanitarios y uno jurídico que ayer esgrimió Feijóo. Y que hoy llevaban leídos al encuentro los jefes de los partidos de oposición. Ya se habían pronunciado sobre ellos a lo largo de la mañana. Contradictorios, ambiguos y para nada en línea con las intenciones de Feijóo, los habían calificado. Los expertos consultados por Feijóo no se muestran categóricos y alertan de rebrotes de coronavirus en julio, en septiembre o incluso en junio. Pero son su principal apoyo argumental.

“Estamos con una presión asistencial muy baja y el sistema sanitario está preparado”, dijo Pedro Puy a la salida de la reunión, “será mejor ahora que a la vuelta del verano. La situación no se puede extender más, hay que reestablecer la normalidad democrática”. Las prisas que ahora ya explicitan los populares contrastan con las continuadas negativas del presidente a que el tema estuviese ni siquiera en la “agenda” de su gobierno. Fuentes del partido aseguraron a ElDiario.es que la decisión de convocarlos en julio la ha tomado hace semanas. Feijóo no quiere arriesgarse a que los puntos débiles de su gestión en la crisis del COVID-19 sean sometidos a un escrutinio demasiado severo justo antes de ir a las urnas.

Fue una enmienda del PNV al decreto de estado de alarma cuya prórroga se voto en el Congreso la semana pasada lo que decidió a Feijóo a destapar sus cartas electorales. Gracias al cambio legislativo, podrá saltarse el acuerdo con las fuerzas gallegas según el cual la nueva convocatoria solo se realizaría una vez se levantase la alarma y que figura en el Diario Oficial de Galicia. Este punto lo aprovechó este jueves el portavoz del PP, Pedro Puy, para señalar las “incoherencias” de PSdeG y Galicia en Común. Sus diputados en las Cortes apoyaron la propuesta de los nacionalistas vascos que posibilita a Feijóo retomar el calendario electoral en estado de alarma y emergencia sanitaria.

Al encuentro de este jueves organizado por Núñez Feijóo también asistieron Ciudadanos -extraparlamentarios en Galicia- y En Marea, que forma el Grupo Mixto y no presentó candidaturas a los comicios abortados del 5 de abril. Ambos apoyaron la idea del presidente de la Xunta.