Dos años después de ganar por tercera vez las elecciones autonómicas asegurando que los gallegos “pidieron un gobierno estable y fuerte”, Alberto Núñez Feijóo lleva dos meses haciendo cambios en las estructuras superiores de la Xunta, que vuelven a servir como lugar de paso o de refugio para miembros del PP a la espera de mejores puestos políticos. Tras la caída del Gobierno central de Mariano Rajoy y a medio año de las elecciones municipales del próximo mayo, ya son tres los reubicados en la Xunta tras perder sus puestos en Madrid, a donde en su momento habían llegado procedentes también del Gobierno gallego. En el otro bando, contando las salidas de la Xunta de los exconselleiros Beatriz Mato y José Manuel Rey Varela para intentar hacerse con las alcaldías de A Coruña y Ferrol, la política municipal será el destino de por el momento cinco cargos autonómicos sustituidos en las últimas semanas.
Las salidas y entradas en la Xunta no son nuevas y al igual que ya la victoria del PP en las elecciones generales de 2011 supuso la salida del Gobierno gallego hacia cargos estatales de varios conselleiros, varios candidatos populares que no lograron hacerse con las alcaldías en las últimas elecciones municipales de 2015 fueron después reubicados en la administración autonómica.
Poco antes de que se iniciase la actual ola de cambios a finales de septiembre con la salida de Mato y Rey Varela de las consellerías de Medio Ambiente y Política Social, el propio Feijóo admitía que las razones de su marcha no se debían a los intereses de la Xunta sino a los del PP. “En este momento yo tengo el Gobierno que me gustaría tener”, decía el presidente, justificando el sacrificio de sus conselleiros por el “compromiso” del PP con las ciudades o ayuntamientos que según su visión están actualmente mal gobernados por la izquierda y en los que aspira a que a partir de mayo sean alcaldes sus hasta ahora cargos autonómicos. Unas salidas que los populares están aprovechando para buscar hueco en la Xunta a políticos cesados en los últimos meses de cargos estatales tras la caída de Mariano Rajoy y la llegada al Gobierno central de Pedro Sánchez.
El cambio que más claramente ejemplifica cómo el PP aprovecha la Xunta para reubicar a sus cargos se produjo la pasada semana, cuando salió del Gobierno gallego el hasta ahora director general de Emergencias, Luis Menor, para intentar hacerse con la alcaldía de Pereiro de Aguiar (Ourense). Para ese cargo volvió a ser nombrado Santiago Villanueva, que ya lo había ocupado previamente y que lo había dejado en 2014 para ser delegado del Gobierno central en Galicia, puesto del que fue cesado el pasado junio tras la caída de Rajoy.
El pasado jueves el Consello de la Xunta nombró secretario general para el Deporte a José Ramón Lete, que ya había ocupado el mismo cargo con Manuel Fraga y con Feijóo hasta finales de 2016, cuando se marchó a Madrid como máximo responsable del Consejo Superior de Deportes, del que ha sido cesado por los socialistas. La vuelta de Lete a la Xunta supone el cese de la hasta ahora secretaria general Marta Míguez, que lo sustituyó en 2016 procedente de un puesto técnico en el Ayuntamiento de Ourense y que en los días previos a su marcha mantuvo agenda pública a pesar de que ya había trascendido que sus días en el cargo estaban contados.
La salida a finales de septiembre de los conselleiros Mato y Rey Varela ya había permitido reubicar a otro cargo procedente del Gobierno central. Ildefonso de la Campa, que como Villanueva y Lete ya habían ocupado puestos en la Xunta, fue nombrado a comienzos de 2017 director general de Migraciones del Gobierno de Rajoy. Tras el cambio en el Gobierno central en junio, volvió a la Xunta inicialmente con un puesto de gabinete y, tras la marcha de Rey Varela y el ascenso a conselleira de Política Social de la anterior directora general de Mayores, Fabiola García, De la Campa pasó a ocupar esa dirección general.
Durante aquellos cambios en niveles inferiores derivados de la marcha de los exconselleiros Mato y Rey Varela para presentarse a las municipales también se produjo la salida de la dirección de Augas de Galicia de Roberto Rodríguez, hombre de confianza de Mato en cuya presentación como candidata en A Coruña ocupó un lugar destacado. Antes de estar al frente de Aguas, Rodríguez, todoterreno, ya había acompañado a Mato en su etapa como conselleira de Trabajo y Asuntos Sociales asumiendo entonces la gerencia del Consorcio Gallego de Servicios de Igualdad y Bienestar.
También relacionado con las municipales, hace dos semanas quien dejó la Dirección General de Juventud, Participación y Voluntariado fue Cecilia Vázquez, que aspirará a la alcaldía de Betanzos (A Coruña) y que es sustituida por Cristina Pichel, hasta ahora asesora de confianza del conselleiro de Cultura Román Rodríguez y ambos de Lalín (Pontevedra).
Junto con estos cambios, en los dos últimos meses también se han producido otros cuya motivación directa no parece ser la de reubicar a cargos estatales o lanzar a cargos autonómicos a las municipales. El más relevante fue la división de la anterior dirección general de Ordenación Forestal en dos direcciones generales de Planificación y Ordenación Forestal, a la que se ascendió a un técnico inferior, José Luis Chan, y el reforzamiento en una nueva dirección general de Defensa del Monte de Tomás Fernández-Couto, que lleva estando al frente de la política gallega de lucha contra los incendios bajo una u otra denominación las últimas dos décadas, desde 2009 con Feijóo y entre 1996 y 2005 con Manuel Fraga. Igualmente, del Instituto de Estudios del Territorio salió la profesora universitaria Inés Santé y entró Guillermo Evia, hombre de confianza de Rey Varela cuando fue alcalde de Ferrol.
Con todos estos cambios tanto en los puestos de conselleiros como en el siguiente nivel de secretarías y direcciones generales, del que Feijóo denominó “Gobierno 10” con el que llegó a la Xunta en 2009 sólo han permanecido con él durante todo este tiempo dos conselleiros (el vicepresidente, Alfonso Rueda, y la responsable de Mar, Rosa Quintana) y 11 de los 55 cargos actuales del segundo nivel: el director del gabinete de Feijóo, Álvaro Pérez; la secretaria de Vicepresidencia, Beatriz Cuiña; el director de Justicia, Juan José Martín; el director de Relaciones Exteriores, Jesús Gamallo; el director de Función Pública, José María Barreiro; la directora de Ordenación del Territorio, Encarnación Rivas; el director de Energía y Minas, Bernardo Tahoces; el secretario de Universidades, José Alberto Díez; el director de Centros y Recursos Humanos de Educación, José Manuel Pinal; el director de Defensa del Monte, Tomás Fernández-Couto; y la directora de Desarrollo Pesquero, Susana Rodríguez. Sin embargo, en varios casos sus competencias o rango han variado en este tiempo.