“Os estamos reclamando que os convirtáis también en héroes”. Con este argumento, la conselleira de Educación, Carmen Pomar, se ha dirigido por carta a todos los trabajadores de centros escolares que se ocupan de las labores de cuidados para advertirles de que, en cualquier momento, podrán ser requeridos para trabajar contra el COVID-19. La Xunta quiere ubicar a estos funcionarios en cualquier lugar donde considere que sus conocimientos pueden ser útiles en la atención a víctimas del coronavirus.
Se trata de personal funcionario que depende del departamento de Función Pública y que, tras el cierre de los centros escolares, no podía ejercer sus funciones en los centros: “Son personas que no pueden teletrabajar como los profesores”, señalan a eldiario.es fuentes de la Xunta.
La carta ha sido remitida a toda la base de datos en la que la administración gallega cuantifica a sus cuidadores escolares. A partir de ahora, este grupo de trabajadores dejarán de estar adscritos a los colegios y sus nuevos destinos serán designados por la consellería de Servicios Sociais.
La carta en la que se les comunica la decisión dice: “No podemos dejar que el miedo nos venza, porque entonces tendremos la batalla perdida. Vuestra experiencia, vuestra profesionalidad es necesaria, ahora más que nunca. tenemos que seguir luchando sin desmayo porque cada día que pasa es un día que estamos más cerca de vencer este virus y volver a la vida normal”.
Las residencias de ancianos, los hospitales y la atención domiciliaria a los más mayores serán las nuevas funciones que, a partir de ahora, deberán cubrir los cuidadores escolares.
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