Una semana después de que la Xunta, desbordada por las consecuencias de las fiestas navideñas, decidiese el cierre perimetral de todos los ayuntamientos de Galicia y la clausura de la hostelería, las cifras de la epidemia de coronavirus se mantienen en niveles máximos. Aunque el conselleiro de Sanidade habló este miércoles de “motivos para ser optimista”, en la noche de ese día el Gobierno gallego comunicó la muerte de 37 personas por la enfermedad, el segundo dato más alto desde marzo del pasado año.
El Servizo Galego de Saúde (Sergas) ha registrado hasta este jueves 1.880 fallecidos por COVID. Las persoas que han contraído el virus son 101.399, de las que se curaron 77.135. Los casos activos son 22.399, tras haber detectado Sanidade 1.183 nuevos en las últimas 24 horas, de los que 1.091 han sidom confirmado mediante prueba PCR.
Pero es la presión asistencial en los hospitales la que ofrece la imagen más preocupante de la situación. En cuidados intensivos hay 247 pacientes, los mismos que la jornada anterior. Se trata de los niveles más elevados de los registrados en Galicia durante la epidemia y están sometiendo a un grave estrés a los trabajadores y trabajadores de la sanidad pública en la comunidad. La hospitalización en planta sí ha bajado, aunque solo ligeramente: de 1.125 a 1.070.
El Gobierno gallego asegura haber realizado 1.460.951 pruebas PCR, 12.999 en el día de ayer.