El nombramiento como delegada de la Xunta en Vigo de Corina Porro, la persona que más cargos públicos distintos ha ocupado en los últimos años en esa ciudad, entre ellos el de alcaldesa, fue presentado este lunes por el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, en su toma de posesión como un ejemplo de “estabilidad”. Porro llega a este nuevo puesto público, que compaginará con intentar reactivar el PP de Vigo frente al socialista Abel Caballero, entre críticas de los partidos de la oposición y de los sindicatos. De los primeros por lo que consideran un uso partidista de las instituciones por parte de los populares y de los segundos por el descabezamiento del Consello Económico y Social (CES) de Galicia, que presidía desde 2011. Su salida de ese órgano, anunciada hace más de un mes pero concretada ahora, se produce con un “catering de despedida” de 616 euros.
Hace mes y medio Feijóo encargó a Porro la presidencia de la gestora del PP de Vigo después de la dimisión de la anterior presidenta y candidata, Elena Muñoz, tras su derrota en las municipales, en las que apenas consiguió el 13% de los votos frente al 67% de Caballero. Porro era desde 2011 presidenta del CES, el principal órgano de diálogo y deliberación de los agentes sociales con la Xunta, puesto público que deja al asumir, como le trasladaron varios miembros del mismo, que no podía ser compaginado con la dirección de un partido político. Sin embargo, la salida de Porro del CES no se concretó hasta la pasada semana, cuando el jueves Feijóo la nombró delegada de la Xunta en Vigo. Ese mismo día el CES incorporaba a la web de contratación un contrato menor con el concepto “servicio de catering despedida presidenta del CES”, por importe de 616 euros.
Este lunes, en la toma de posesión del cargo, en un acto en la calle a las puertas de la delegación de la Xunta en Vigo, Feijóo intentó contraponer su decisión de trasladar a Porro del CES al PP y la delegación de la Xunta en Vigo frente a la inestabilidad de otras administraciones, en velada referencia al Gobierno central: “Nuestros debates no versan sobre cómo se forma el gobierno o cuándo, sino sobre iniciativas, proyectos”, dijo. Y tras lamentar hace un mes que la inversión de la Xunta en Vigo “no tuvo rentabilidad electoral” para el PP, volvió a insistir este lunes en que la gallega es la administración que más invierte en la ciudad, algo que pidió “transmitir más clara y más intensamente”.
La comunicación de esas inversiones corrió en los últimos años por cuenta del anterior delegado al que ahora sustituye Porro, Ignacio López-Chaves, que se destacó por sus casi diarias ruedas de prensa para criticar actuaciones del Ayuntamiento y de Abel Caballero o comunicar informes negativos de la Xunta sobre actuaciones municipales. Este lunes Feijóo, por el contrario, lo presentó como “un vigués educado, paciente, trabajador y honesto, esencial para que ese modelo cooperativo que diseñamos funcione en la práctica cotidiana”.
Desde los partidos de la oposición, por el contrario, el traslado de Porro del CES a la delegación y el PP de Vigo supone una utilización partidista de las instituciones por parte de Feijóo. El PSdeG incluso ha solicitado que el presidente comparezca en un Pleno extraordinario del Parlamento de Galicia para dar explicaciones de un movimiento que el portavoz socialista, Xoaquín Fernández Leiceaga, califica de “confusión interesada entre la política partidaria e institucional”. “A Corina Porro se le encarga reconstruir el partido en Vigo y a continuación se pone en sus manos la delegación de la Xunta en esa ciudad, alimentando una confusión que nos parece peligrosa para la calidad democrática entre el plano político partidario y el institucional”, dice el socialista.
Desde el grupo parlamentario de En Marea su portavoz, Manuel Lago, lanzaba días atrás una crítica similar. “Porro será la delegada de Feijóo para reconstruir su partido en Vigo”, decía, y criticaba que “si el PP quiere tener una persona para reconstruir su partido, no puede emplear los recursos públicos, no solo los económicos, sino también los institucionales, para que esa persona haga ese trabajo”.
En el BNG, su portavoz en Vigo, Xabier Pérez Igrexas, criticaba también días atrás que el nombramiento de Porro supone una “vuelta al pasado” que evidencia que el PP “no entendió nada” tras su nuevo hundimiento electoral en las pasadas municipales.
Desde los sindicatos, CCOO reprocha a Feijóo que sitúe “los intereses del partido por encima de los de Galicia” al no renovar aún la presidencia del CES mes y medio después del anuncio de la marcha de Porro, lo que ha dejado a ese órgano “en una situación de provisionalidad”. Para CCOO “no es de recibo” que el PP recomponga su estructura en Vigo “a costa de las necesidades del país”, y recuerda que el proceso de diálogo social entre la Xunta, patronal y sindicatos no puede verse interrumpido por los cambios en la presidencia del CES.
También desde la CIG lamentan “que no se sepa nada de quién va a sustituir” a Porro al frente del CES, de cuyo descabezamiento hacen responsable a los intereses partidistas del PP. “Quieren arreglar sus problemas internos a cuenta de las instituciones”, critican fuentes del sindicato nacionalista presentes en ese órgano.