El pasado 7 de noviembre el Parlamento de Galicia vivió una sesión parecida a la del 5 de septiembre de 2006. Como una década atrás, el presidente de la Xunta comparecía ante la Cámara para abordar una dura ola de incendios; en 2006 Emilio Pérez Touriño habló de la gestión de su Gobierno en las dos semanas en las que habían ardido unas 77.000 hectáreas y en este 2017 Feijóo hizo lo propio con los dos días en los que quedaron arrasadas casi 50.000, según las últimas estimaciones. Los dos debates estuvieron marcados por el recuerdo de las víctimas mortales del fuego, cuatro en ambos casos, y en los dos el presidente apeló a tejer un pacto “de país” contra el fuego a partir de los trabajos de una comisión parlamentaria de estudio sobre lo sucedido, mientras que desde la oposición se apostaba por una comisión de otro tipo, de investigación.
Como habían avanzado en el debate del día 7, los grupos de la actual oposición han decidido aparcar la apuesta por la investigación y han asumido entre cautelas sobre las intenciones del PP la integración en la comisión de estudio. La Junta de Portavoces activó la nueva comisión como había hecho el mismo órgano el 29 de agosto de 2006, una semana antes de aquella comparecencia de Touriño. PSdeG y BNG, que compartían Gobierno, habían reservado la vicepresidencia de la comisión para el PP, que desde el primer minuto advirtió de que la boicotearía. Si socialistas y nacionalistas apostaban por el estudio y no por la investigación no era para abordar alternativas para el monte gallego, sino porque “hay algo que ocultar” y pretender abrir “un paraguas para eludir responsabilidades”, había dicho el entonces portavoz popular, José Manuel Barreiro, número dos de Feijóo y actual líder del PP en el Senado.
La beligerancia de los conservadores fue aumentando con las semanas al calor de la negativa a la investigación y también de la convocatoria de la manifestación de la plataforma SÓS contra o lume, impulsada por el propio PP, contra la gestión de la Xunta en la ola de incendios. La comisión de estudio iba a ser “una farsa”, un “paripé”, había augurado Barreiro. Más que de estudio, PSdeG y BNG impulsaban la “comisión de la ocultación”, había enfatizado Núñez Feijóo tres días después de la protesta durante la sesión de control a Touriño, en la que había confirmado el boicot del PP al estudio. “Le pido que no le niegue a este Parlamento su deber de investigar, pase lo que pase; no le tenga miedo a la verdad, porque si no le tendrá miedo a su conciencia”, retó el actual presidente, que ante la negativa a la comisión de investigación, lanzó una acusación al socialista: “desde luego, usted ha traicionado a las víctimas y a la mayoría social de Galicia”.
Con la ausencia del PP ya constatada la comisión de estudio desarrolló sus trabajos durante todo el otoño -con episodios destacables como la comparecencia del alcalde de Barro y portavoz de SÓS contra o lume, José Antonio Landín, que había acusado al Gobierno de “causar muertos” por “no apagar los fuegos”- y su dictamen final llegó a pleno el 26 de diciembre. Veinticuatro horas antes el secretario general del PPdeG y actual vicepresidente, Alfonso Rueda, había adelantado su rechazo a las conclusiones de la comisión, un documento “manipulado” que “bordea el ridículo”, y durante la votación todo el grupo del PP había evitado participar en ella, evidenciando la protesta extendiendo las manos sobre la mesa de sus respectivos escaños.
Antes de culminar el boicot con este gesto simbólico el actual subdelegado del Gobierno de España en Ourense, Roberto Castro, había intervenido en el nombre del PP para explicarlo, además de pedir la dimisión del “exconselleiro” Suárez Canal. La comisión de estudio había resultado una “ópera bufa”, una “ignominia” para la “autoexculpación” en la que PSdeG y BNG hacían un “ejercicio de cobardía política difícilmente explicable”. “Queda claro que para ustedes no importa que hayan muerto compatriotas gallegos en los incendios; tenemos dudas razonables de que esas muertes hubiesen podido ser evitables”, pero “han perdido una oportunidad para investigarlo, han preferido echar tierra”. “Se negaron a la comisión de investigación habiendo muertos de por medio; ¿qué tenían que ocultar?”, había cuestionado el popular.
La valoraciones posteriores a la aprobación de la comisión de estudio son muy diferentes en este 2017 a derecha e izquierda. Según el portavoz del PP, Pedro Puy, partiendo de la “referencia” de aquellas conclusiones de 2006, la “última vez que en el Parlamento se hizo un informe sobre los incendios forestales”, la comisión de estudio va a escuchar “a los que sepan, a los expertos” para “determinar las reformas” que hacen falta con el objetivo de que “no vuelva a ocurrir lo que pasó con la ola de fuegos en el mes de octubre”. En Marea, PSdeG y BNG han advertido de que no permitirán que el PPdeG use la comisión para “exculparse”, esperan que los de Feijóo no veten a ningún compareciente y reclaman que las conclusiones de la comisión, en la que los tres participarán, sean la base para un “pacto de país” contra el fuego antes de la próxima campaña de incendios.