“No hay otras personas imputadas” más que el maquinista. Así lo aseguró este lunes en el Congreso, en la comisión de investigación sobre el accidente del Alvia, Julio Gómez-Pomar, presidente de Renfe cuando ocurrió el siniestro, al ser preguntado por el interés de aquel Gobierno del PP en focalizar en el maquinista la responsabilidad del descarrilamiento, según critican las víctimas. Sin embargo, hace mes y medio el juez instructor del caso propuso, con el apoyo del fiscal, mantener la imputación y juzgar también, junto con el conductor, a un cargo de Adif como corresponsable del accidente que dejó 80 muertos aquel 24 de julio de 2013. No fue esa la única vez que Gómez-Pomar negó la existencia de una decisión judicial sobre el caso en su comparecencia durante la tarde de este lunes en la comisión en la que, por la mañana, el exministro Rafael Catalá negó que se obstaculizase la investigación para culpar al maquinista.
Gómez-Pomar aseguró en el Congreso que tras el accidente la empresa pública y él mismo se centraron en la “atención a las víctimas” (destacando las gestiones realizadas para facilitar sus indemnizaciones económicas, como hizo también el exministro Catalá), la “transparencia informativa” y la “plena colaboración con la justicia y con el juez en Santiago”. Sin embargo, tanto Renfe como Adif fueron apercibidos en varias ocasiones por ocultar o demorar la entrega de documentación al juzgado.
En diciembre de 2013 la dirección de Renfe, tras ser conocedora de que un año y medio antes del siniestro un maquinista ya había alertado por escrito del riesgo de un accidente en la curva de Angrois como el que acabó ocurriendo, no informó de esos hechos al juez hasta que los desveló el abogado del conductor del Alvia en enero de 2014. El argumento que dio la empresa pública cuando el instructor se enteró y le exigió que en menos de tres días (lo hizo en cinco) le comunicase lo que sabía al respecto desde un mes y medio antes fue que durante ese tiempo había estado haciendo una investigación interna antes de revelarle la existencia de esa alerta previa. Según el juez, había tenido “tiempo más que de sobra” para hacerlo.
Este lunes, preguntado por aquel requerimiento del juez, Gómez-Pomar explicó que, tras saber en diciembre de 2013 de la existencia de aquella alerta previa sobre la curva de Angrois, pidió explicaciones a sus subordinados y, tras tenerlas, él mismo dio orden de que se le trasladase toda la documentación al magistrado, obviando que eso no se hizo hasta que el juez se lo reclamó, como admite el propio escrito con el que Renfe respondió al juzgado unos días después.
En la sesión de tarde de la comisión también compareció Víctor Morlán, que fue secretario de Estado cuando era ministro de Fomento el socialista José Blanco. Morlán aseguró que aquel Gobierno puso en servicio la línea cuando estuvo finalizada en diciembre de 2011, sin precipitación y con una planificación que venía de muchos años atrás. Según dijo, él no fue conocedor hasta después del accidente de que la decisión de operar en ancho ibérico la línea de AVE Ourense-Santiago en vez de en ancho internacional como el resto de líneas de alta velocidad acabó suponiendo cambios en la configuración de seguridad que dejó sin protección la curva de Angrois. “Yo en los temas de carácter técnico no me metí nunca”, dijo.
Morlán también fue cuestionado sobre el origen de la primera decisión, la de operar la línea en ancho ibérico en vez de internacional, que el entonces presidente de Adif atribuyó a Renfe y que el responsable de esta empresa desvió a personal técnico. El entonces secretario de Estado no aclaró quién propuso inicialmente la medida pero consideró lógico que la decisión final, para reducir impedimentos en la circulación de los trenes, se tomase en encuentros conjuntos entre Adif, Renfe y el ministerio.
Las comparecencias de Gómez-Pomar y Morlán se produjeron en la sesión de tarde de este lunes de la comisión de investigación en la que, por la mañana, el ex-ministro Rafael Catalá negó que Fomento obstaculizase la investigación de Angrois para culpar al maquinista y aseguró que él “actuaría igual” que como lo hizo. En esa sesión matutina también intervino Teófilo Serrano, presidente de Renfe con el PSOE, que negó que hace cuatro años criticase como poco serios los análisis de riesgos de su empresa, y Mario Garcés, subsecretario de Fomento con el PP, que negó injerencias en la investigación oficial, invalidada por la justicia y la UE.
Tras las intervenciones de este lunes, ya sólo restan por comparecer en la comisión de investigación los exministros de Fomento José Blanco y Ana Pastor, el socialista en el cargo cuando se puso en servicio la línea de AVE Ourense-Santiago y se redujo la seguridad en las vías y la segunda cuando ocurrió el accidente tras reducirse también la seguridad en los trenes Alvia y durante los primeros años de su investigación.