La primera reunión de la mesa multilateral de Alcoa tras la anulación judicial del expediente de regulación de empleo (ERE) se ha zanjado sin avances que ayuden a despejar el futuro de la planta de Cervo (Lugo). En el encuentro, el Gobierno central, la Xunta y el comité de empresa han vuelto a pedir a la multinacional que colabore para encontrar “una solución negociada” para la fábrica de aluminio primario. Enfrente, la compañía ha reiterado que “siempre” ha estado “abierta al diálogo”, informa Europa Press.
Son las mismas posturas ya conocidas en un conflicto que empezó hace meses y que tiene ya derivadas judiciales. Los últimos acontecimientos son un auto del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia para impedir parar el elemento central de la fábrica, las cubas, la decisión también del TSXG de considerar nulo el ERE para 524 trabajadores y la respuesta de la empresa, que es un recurso ante el Tribunal Supremo contra este último fallo.
El único acuerdo de las partes ha sido el de volver a encontrarse. La representación de los trabajadores hará una propuesta para una nueva reunión en la que “buscar una salida negociada donde se dejó”, ha indicado el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, que ha manifestado que intentarán que esta sea “la que llegue a buen puerto”. Desde que la multinacional anunció su intención de cerrar las instalaciones terminaron sin éxito las conversaciones para vender la planta al grupo Liberty House y no se concretó una posible intervención de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI).
El vicepresidente de la Xunta y conselleiro de Economía, Francisco Conde, por su parte, ha señalado tras la reunión que tanto el Gobierno gallego como el central trasladaron a Alcoa “la necesidad de buscar una solución negociada” y están a la espera de su respuesta.