Los universitarios vuelven a tener desde este lunes clases presenciales, después de casi un mes con docencia únicamente por vía telemática. Desde el sábado y hasta finales de semana el Servizo Galego de Saúde (Sergas) está citando a más de 58.000 estudiantes para que participen en un cribado con test de antígenos y detectar posibles positivos.
Cuando la Xunta anunció las medidas de restricción que entraron en vigor el 27 de enero, indicó que los universitarios tendrían clases virtuales una vez terminado el periodo de exámenes en el que estaban en aquel momento. Desde el 8 de febrero esta fue la fórmula para miles de estudiantes en Galicia, que entonces protestaron porque sí se les requirió hacer las pruebas presencialmente.
Las tres universidades gallegas aseguran que las aulas son un espacio seguro y que, pese a las afirmaciones recurrentes que apuntaban a los universitarios en la subida de casos de la ola de COVID-19 de otoño, no hay un problema de contagios en los espacios universitarios.
La vuelta a las clases presenciales se hace retomando el plan previo. Muchos grados estaban ya aplicando un modelo mixto de docencia, con parte de las lecciones impartidas a través de internet. Fueron 17 los que decidieron que las clases siguiesen siendo totalmente presenciales