En apenas 24 horas la Xunta se ha visto obligada a reaccionar ante la queja de trabajadores sanitarios que acusaban a la administración gallega de despedir al personal eventual que resultaba contagiado por coronavirus. La denuncia fue destapada por el sindicato CIG, mayoritario en la sanidad gallega, y reflejaba la doble carga que suponía para los trabajadores sanitarios en precario que adquirían la enfermedad mientras cuidaban a otras personas.
Horas después de que las quejas sindicales llegasen a los medios de comunicación, el gobierno de Feijóo ha reaccionado con una instrucción en la que se da la orden de prorrogar los contratos de todos aquellos trabajadores sin plaza fija que se hayan contagiado con la CIVID-19. Esas prórrogas contractuales se mantendrán al menos, hasta que los facultativos reciban el alta y puedan volver a estar disponibles para la reincorporación en sus puestos.
Hasta la fecha, y según datos oficiales, el número de trabajadores sanitarios infectados por coronavirus asciende en Galicia a 629.
El jefe del ejecutivo gallego, Alberto Núñez Feijóo, fue preguntado este miércoles por la decisión de su servicio sanitario de romper los compromisos laborales con personal eventual que resultase contagiado. Feijóo evitó aclarar su intención de dar una orden directa para frenar la polémica y se limitó a asegurar: “Entendemos que la inmensa mayoría del personal contagiado serán necesarios en el futuro”.