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La Xunta rebaja su plan para controlar a los clientes de la hostelería tras advertir el sector de que no le corresponde pedir identificaciones

El plan que el Gobierno gallego propone para la reapertura de la hostelería tendrá un alcance limitado por el carácter voluntario de la principal de sus propuestas, la de llevar un registro de los clientes que accedan a un establecimiento para poder localizarlos en caso de que haya un brote. La idea planteada por la Xunta es hacerlo mediante códigos QR que localizan al usuario. “Entendemos que es un sistema novedoso y requiere de una implantación progresiva, por eso no hablamos de obligatoriedad de inicio”, ha admitido el vicepresidente primero, Alfonso Rueda, que sustituyó al presidente, Alberto Núñez Feijóo, en su habitual comparecencia tras la reunión del Consello.

El proyecto de la Xunta lo avanzó Feijóo el pasado lunes, unas horas antes de presentárselo al propio sector y en la misma rueda de prensa en la que comunicó que la hostelería seguiría cerrada una semana más. En esa comparecencia tras la reunión del último comité clínico, deslizó que las restricciones en bares y restaurantes empezarían a levantarse la próxima semana. Este jueves Rueda manifestó, cuatro días antes de que se reúna el comité clínico, que el Gobierno gallego confía en que los locales puedan empezar a retomar la actividad la semana próxima.

Las propuestas para la desescalada se han encontrado con críticas entre los hosteleros. Cuando planteó establecer un registro de los clientes, el presidente gallego indicó que no estaba definida aún la herramienta que se utilizaría y dejó abierta la posibilidad de que los locales anotasen datos como el teléfono o el DNI de los clientes. Los códigos QR, admitió, son difíciles de utilizar en zonas con población envejecida no familiarizada con estas tecnologías. Solo unos días después, Rueda se ha referido únicamente a los códigos QR y no ha citado otras posibilidades para guardar información de quienes vayan a un bar.

El presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Lugo, Cheché Real, replicó el martes a la propuesta de la Xunta que no es viable hacer tal listado: “Yo no soy nadie para decirle a alguien que se identifique. Podría haber problemas”. Agregó que “la gente no tiene por qué tener un teléfono móvil ni la aplicación bajada” para leer un código QR.

El sector no ha dejado de mostrar su malestar por las restricciones de la Xunta. Este miércoles, representantes de establecimientos de Santiago quemaron 'mecos' -muñecos típicos del Carnaval cuyo fin suelen ser las llamas al acabar las celebraciones- de Feijóo, del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y del alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo. En Ferrol organizaron una cacerolada y uno de sus portavoces, Serxio Perille, tachó de “mentira” que ya se hayan pagado las ayudas autonómicas. “De lo que dice Feijóo, cada vez me creo menos”, manifestó.

Rueda, por su parte, dice no haber percibido “ningún tipo de resistencia” entre los representantes del sector al plan propuesto por la Xunta. Las otras dos medidas son que todos los locales indiquen en un lugar visible el aforo y pedir a las fuerzas de seguridad que controlen el cumplimiento de las normas. En concreto, pide movilizar a las policías locales en los más de 100 ayuntamientos que tienen efectivos.