La Xunta trasvasó el 40% de fondos para ayudar a familias a pagar la luz a otros gastos de la Administración

En los Presupuestos para 2016 la Xunta incrementó un 40% la partida destinada a sufragar el “tícket eléctrico”, la ayuda para sufragar parte del gasto energético en hogares con pocos recursos equivalente a, aproximadamente, una factura y media al año, que posteriormente fue “complementada” con las “ayudas urgentes” para “evitar los cortes”. Con una dotación que ascendió desde los 1,5 millones de euros de 2015 a 2,1 millones, en ese ejercicio la Consellería de Economía publicó la convocatoria de las ayudas, que las familias interesadas tenían que solicitar a través de internet desde mediados de enero hasta finales de julio del pasado año. Una vez finalizado ese plazo las ayudas distribuidas eran muchas menos de las 7.000 que el Gobierno de Alberto Núñez Feijóo había estimado en sus cuentas y el abultado presupuesto comenzó a ser destinado laaotros gastos de la Administración, ajenos a las ayudas para pagar la luz. A finales del pasado noviembre los fondos transferidos superaban ya los 800.000 euros, casi el 40% de lo presupuestado para el tícket.

El primer montante transferido de dinero inicialmente destinado a financiar el tícket eléctrico social fue de poca entidad: 8.950 euros que Economía movió a mediados de septiembre para sufragar el “trabajo técnico” de “elaboración del anteproyecto de uso lúdico de aguas termales”, que la Consellería contrata con la Fundación Universidade da Coruña. En ese mismo mes el Consello da Xunta autorizó otro traspaso de mayor cuantía: 125.000 euros de las ayudas para pagar la luz fueron traspasados a la contratación “con carácter urgente” de “estudios e investigaciones relativos a planes y programas de inversión en campañas publicitarias” vinculadas a la “promoción laboral y fomento del empleo”. Como avanzó eldiario.es, esa operación fue autorizada por el Consello da Xunta tres días antes de las elecciones autonómica sdel 25 de septiembre, pero el Gobierno no incluyó la decisión en la referencia pública de los acuerdos de esa reunión.

En octubre, con el Ejecutivo de Feijóo en funciones, las modificaciones presupuestarias para reubicar fondos del tícket eléctrico fueron más cuantiosas. El día 4 de ese mes Economía decidió financiar con 150.000 euros de esta partida el acuerdo que había firmado en septiembre con la Consellería de Sanidade para sufragar la mejora de la señalización de algunos hospitales. El departamento de Francisco Conde transfirió el dinero a Sanidade, que a su vez lo colocó en la partida del Sergas para planes directores y actuaciones en centros hospitalarios.

En el mismo mes de outubre Economía realizó el que hasta ahora ha sido el movimiento de un mayor volumen del presupuesto que iba a financiar las ayudas al pago de las facturas eléctricas: 295.050 euros para tres gastos ya previstos de la Dirección General de Comercio, dependiente de la misma consellería. Hasta 165.550 euros de esa operación fueron a parar a la cuota que le correspondió aportar a la Xunta en su calidad de miembro del patronato de la Fundación de Feiras e Exposicións de Lugo, según un acuerdo adoptado por ese órgano en febrero de ese año, dos semanas después de la apertura del plazo para solicitar el tícket eléctrico.

Otros 79.500 euros de esa transferencia se aportaron al pago de “actividades de fomento comercial” que, admite la Xunta, ya estaban programadas. Con los restantes 50.000 la Consellería “afrontó el pago de recursos contra órdenes de ayudas de ejercicios anteriores”, según justificar en la modificación presupuestaria que, como manda la ley, tuvo que remitir al Parlamento. El último día del mes Economía recurrió de nuevo a los fondos del tícket eléctrico para otra finalidad bien distinta a la original: Como reveló Praza.gal, transfirió 140.000 euros para afrontar la demanda que la multinacional minera Edgewater mantiene contra la Xunta para exigir poder explotar una mina de oro en Corcoesto (Cabana de Bergantiños, A Coruña).

La que hasta ahora fue la última transferencia registrada de fondos procedentes de la ayuda eléctrica sí tiene que ver con la luz, pero no precisamente con la política social o con la lucha contra la conocida como pobreza energética. El 4 de noviembre la Consellería de Economía decidió echar mano de fondos presupuestados en dos de sus partidas para atender, con 201.763,49 euros, el compromiso al que había llegado con la Consellería de Cultura y Educación para cofinanciar la “iluminación complementaria” de la Cidade da Cultura. 111.000 euros salieron del tícket eléctrico y los 90.700 restantes, de la partida que Economía dedica a reparaciones y mantenimientos de los edificios dependientes de ese departamento. La Consellería colocó esos fondos en su partida de transferencias de capital y se los aportó a la Fundación Cidade da Cultura el día 15 del incluso mes.

Se ha llegado así, por el momento, a la cifra de 830.000 euros de fondos retirados del presupuesto del tícket eléctrico. De este modo, el dinero que ha acabado con un destino diferente ya es superior al incremento del presupuesto de estas ayudas entre 2015 y 2016.

Las ayudas concedidas

¿Entonces, qué parte de los 2,1 millones de euros presupuestados para el tícket eléctrico acabaron, efectivamente, sirviendo para ayudar al pago de la factura de la luz para familias con pocos recursos económicos? El conselleiro Francisco Conde indicó en diciembre en el Parlamento que las familias beneficiadas por estos subsidios han sido unas 5.000 desde el año 2014, muy lejos de las 40.000 que Feijóo había estimado cuando anunció la ampliación de la ayuda a las puertas de las elecciones municipales de 2015. Fuentes de la Consellería cuestionadas al respecto por eldiario.es detallan, no obstante, que “el Gobierno gallego ha ayudado a más de 6.000 hogares a hacer frente a sus gastos de energía eléctrica” desde ese año.

En lo referido a 2016, año en el que las ayudas se sufragaron con el presupuesto después reducido, la tercera y última resolución publicada por la dirección general que gestiona el tícket, el pasado octubre, indica que aprobó 761 solicitudes por un importe total de 148.694 euros. Las mismas fuentes oficiales explican que “el importe concedido para todas las ayudas que se solicitaron”, esto es, la suma de las tres resoluciones, “fue de 433.200 euros”, con un total de 2.168 personas beneficiarias.

Así las cosas, apenas el 21% presupuesto del tícket acabó financiando facturas eléctricas de las familias, con un importe aportado que es prácticamente la mitad del presupuesto transferido a otros gastos de la Administración. Quedarían, así, unos 837.000 euros sin asignar, parte de los cuales han podido, no obstante, ser transferidos en las modificaciones presupuestarias de diciembre, que serán comunicadas a la Cámara durante el mes de enero.

Tras lo sucedido en 2016 la Consellería de Economía anuncia para 2017 una “simplificación” de estas ayudas que, en cualquiera caso, dispondrán de un presupuesto inicial de un 62% menor, toda vez que el proyecto de cuentas públicas que actualmente se tramita en el Parlamento dota el tícket eléctrico con 793.115 euros. Desde la Consellería se asegura a este diario que “como ya se ha hecho durante este tiempo, este año se destinará el presupuesto que sea necesario, sin límites, para seguir ayudando a las familias con menos recursos” y se subraya además que al tícket eléctrico “se sumó el año pasado un mecanismo automático, sencillo y eficaz para evitar el corte de luz por impago a las familias con menos recursos, que en este 2017 se extiende también al gas natural”.