Milagros Otero podrá continuar ejerciendo como Valedora do Pobo -Defensora del Pueblo de Galicia- a todos los efectos por tiempo indefinido. Los votos del PP han librado pocas horas después de las elecciones generales a Otero de la destitución por segunda vez en ocho meses. Como el pasado julio, los grupos de la oposición forzaron un pleno para cesarla por otorgar un puesto en la institución a María Puy, sobrina del fallecido presidente Fraga y hermana del portavoz parlamentario del PP, que según el Tribunal Superior de Justicia de Galicia, se produjo de manera “arbitraria” y con “desvío de poder”.
Después de que el Tribunal Supremo descartara el recurso planteado por Otero contra la sentencia del alto tribunal gallego, la Defensora puso su cargo “a disposición” del Parlamento. Pero lo hizo con una fórmula no contemplada en la ley que regula la institución por lo que, como confirmaron los servicios jurídicos de la Cámara, esa renuncia formalmente no existió. Fue por eso por lo que En Marea, PSdeG y BNG activaron el mecanismo parlamentario que permite aprobar la destitución por mayoría reforzada -al menos, 45 votos de los 75 del pleno-. El pasado verano el PP votó en contra y este lunes se ha abstendio. El resultado, a efectos prácticos, es el mismo: Otero continúa.
En una sesión impregnada por la onda expansiva de las elecciones generales, el primer proceso electoral en el que el PP no ha sido primera fuerza en Galicia desde su fundación, la portavoz popular en este debate, la diputada Paula Prado, no ahorró ataques a la oposición. Pero tampoco ha evitado las críticas más o menos abiertas a los medios de comunicación y al propio Tribunal Superior, el mismo que reprochó a la Valedora que ocultase sus vínculos personales con la sobrina de Fraga mientras, casualmente, ella misma se hacía cargo de la Comisión de Transparencia de Galicia.
A Prado le resulta “sorprendente” que el TSXG sentenciara que las bases para la adjudicación de la jefatura de servicio que inicialmente recayó en María Puy “estaban hechas ad hoc para una candidata” pero “después, no anulara las bases”. “Es sorprendente”, reiteró en un discurso en el que censuró que los grupos de la izquierda hayan reiterado la “matraca” de la “condena, de la prevaricación, de la delincuencia”, cuando este fue un proceso administrativo y no penal. Prado critica también que haya habido medios de comunicación que se refirieron a una “sentencia” para informar del pronunciamento del Supremo, cuando no lo fue -se trataba de una providencia-.
Más allá de la crítica general, el PPdeG considera que Milagros Otero ya “ha asumido su responsabilidad” poniendo el cargo “a disposición”. Pero “si renunciara” de inmediato, “la institución quedaría descabezada”, toda vez que los populares no están dispuestos a que quede transitoriamente al frente de la institución el adjunto a la Defensoría gallega, Pablo Cameselle, nombrado en su momento a propuesta del PSdeG, a quien el PP señala como responsable de este caso.
“Por lo tanto, negociemos”, concluye Prado. “Si quieren que [Milagros Otero] no siga, esta misma tarde podemos negociar un nombre” para relevarla a ella y otro, para sustituir al adjunto, advirtió. En cualquier caso, la abstención en la votación permite que Otero continúe ejerciendo y la negociación, cuando se produzca, puede prolongarse por tiempo indefinido.
Antes de la intervención de Prado los tres grupos de la oposición ya habían anticipado que el PP volvería a salvar de la destitución a la Valedora, a quien la viceportavoz del BNG, Olalla Rodil, atribuyó conductas propias de la delincuencia, afirmación por la que el presidente del Parlamento la apercibió formalmente. Para la socialista Patricia Vilán, la Valedora representa “todo lo que han rechadado las gallegas y gallegos con su voto” el 28A pero el PP, censura, sigue “en la realidad virtual que sale en la TVG”. Desde En Marea su portavoz, Luís Villares, cree que el PP había debería tener en cuenta que tienen que aclarar si están “con los corruptos o con la democracia”. Otero sigue en su puesto.