El PP gallego, entusiasmado con que Rajoy ilegalice las “coaliciones populistas” en los ayuntamientos
“Impulsaremos el establecimiento de mayorías parlamentarias cualificadas para la aprobación y modificación de los Estatutos de Autonomía y de las normas básicas de funcionamiento de las instituciones del Estado”. Es la promesa que el PP incluyó en el punto 8 de la página 174 del programa electoral con el que ganó las elecciones generales de 2011. Justo después, en el apartado 9 y también dentro del epígrafe Una democracia ejemplar, prometían “promover la reforma del sistema electoral municipal para respetar la voluntad mayoritaria del vecindario garantizando, al mismo tiempo, la estabilidad de los ayuntamientos”. Este miércoles los conservadores le filtraban a El País y El Mundo su intención de concretar dicho punto pasando por encima del 8, esto es, de reformar la ley para ilegalizar los gobiernos municipales de coalición aunque ningún partido más lo apoye. Y el PP gallego saluda con entusiasmo la apuesta de Mariano Rajoy.
Con Alberto Núñez Feijóo de vacaciones, fue el viceportavoz de los populares en el Parlamento de Galicia, Román Rodríguez, el encargado de aplaudir a sus jefes de filas. A través de un comunicado remitido a la prensa, el parlamentario lalinense basa su adhesión a la reforma de las reglas del juego electoral, a pocos meses de la cita con las urnas, apelando a lo que “nos dicen tanto la cultura política española como la gallega”, a saber, que “las coaliciones populistas resultantes de la agregación de partidos que pierden las elecciones crean grandes problemas en la gestión municipal del día a día”. “De esta experiencia -asegura- parte la propuesta electoral del PP, avalada en las urnas por once millones de votos en las pasadas elecciones generales”.
Obviando la inconcreción de aquel punto 9 del programa, Rodríguez explica que la que ha venido siendo una idea recurrente de Feijóo no tiene más objetivo que la “defensa de los ciudadanos” y “que la gestión diaria de los consistorios vaya orientada a dar respuesta a sus problemas”. Se trata, afirma, de “reflejar la voluntad popular en los gobiernos municipales” y de “garantizar la gobernabilidad”, obviando que, por lo que ha trascendido hasta el momento, la idea de Rajoy es que un alcalde se haga con la mayoría absoluta aunque cuente con apenas con el 40% de los votos.
¿Lo propuso el PSOE en 2004?
En el argumentario estival de los populares para defender esta reforma figura también considerar una “gran insolvencia” que el PSOE rechace la medida, toda vez que “ellos mismos lo propusieron en su programa electoral de 2004, sin ser capaces de llevarlo a cabo”. Si bien es cierto que los socialistas propusieron entonces una reforma electoral, no lo es menos que no iba por el mismo camino que la de Rajoy. Así, la promesa electoral de Zapatero pasaba por una “elección directa de los alcaldes, en votación diferente pero simultánea a la de los concejales, en un sistema de doble vuelta que refuerce la gobernabilidad de los ayuntamientos”. La reforma, aseguraban, se realizaría con el “máximo consenso” e incluiría otros planes como el “desbloqueo de las listas electorales, reconociendo al elector la facultad de expresar una o varias preferencias entre los candidatos de la lista elegida”. Estas medidas, de cualquier manera, nunca llegaron a aprobarse.
Desde el PSOE, precisamente, llegaba este miércoles un nuevo rechazo a la reforma de Rajoy por boca de su secretario general, Pedro Sánchez, y también a través del alcalde de Vigo, Abel Caballero, en su condición de vicepresidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) en representación de los socialistas. Su partido, asegura Caballero, no negociará “ni ahora ni nunca” con el PP este “intento antidemocrático regresivo”. Tras su “pésimo resultado” en las europeas, dice el vigués, el PP “pretende cambiar las reglas del juego para seguir manteniendo alcaldías que los votos les van a negar”. “¿Cómo se puede entender que un 40% sea mayoría absoluta?”, se pregunta.
Rechazo de AGE y BNG
El resto del arco parlamentario gallego reitera igualmente su oposición a lo que ven como un “pucherazo” de Rajoy. “Un poder político en descomposición por la corrupción y la desafección ciudadana amenaza con perpetrar otro golpe democrático”, dice la viceportavoz de AGE, Yolanda Díaz, que ve “risible” que el PP enmarque su propuesta en un “espíritu de regeneración democrática”. La modificación, afirma Díaz, solo está justificada “en el temor de los populares a que se cumplan los resultados de todas las encuestas, que los dejan fuera de las alcaldías”. En este contexto, Alternativa ya ha registrado varias iniciativas al respecto en el Parlamento gallego con el objetivo de instar al Gobierno central a “no alterar la legislación electoral sin el más amplio acuerdo de las fuerzas políticas sociales de nuestro país y del conjunto del Estado”.
También en los últimos días el BNG se ha opuesto a la reforma, que su portavoz nacional, Xavier Vence, identifica con el “no al pluripartidismo con la intención de imponer la dictadura de la minoría frente a la mayoría social que vota en las urnas a fuerzas políticas que pueden pactar entre ellas para gobernar un ayuntamiento con total legitimidad”. “La lista más votada -evidencia Vence- puede ser minoría en una Cámara con una pluralidad de partidos y entonces, ¿con qué apoyos va a gobernar un alcalde que esté en minoría?”, se pregunta. Al mismo tiempo, Compromiso por Galicia, en una nota remitida a la prensa, considera la operación como un “golpe autoritario” y anima a rechazarla “en las instituciones y en la calle”.
