El PP de Galicia ha rechazado declarar el 12 de enero, el día en el que falleció el pionero de la lucha por el derecho a la eutanasia Ramón Sampedro, Día de la Muerte Digna de Galicia. El argumento es que ya existe un día internacional dedicado a la cuestión, de modo que no ven “necesario” que haya uno específico en la comunidad en donde nació y vivió Sampedro. “Lo importante es que se cumple la ley”, dijo la diputada de la formación conservadora Marta Rodríguez-Vispo, que citó unas declaraciones del conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, en las que aseguraba que la norma se aplica “al pie de la letra”.
La iniciativa se debatió en el pleno del Parlamento de Galicia. El BNG registró una proposición no de ley que recogía dos peticiones de la Asociación Dereito a Morrer Dignamente de Galicia: que la Xunta hiciese la conmemoración el 12 de enero, como reconocimiento a Ramón Sampedro, y que se comprometiese a “contribuir a la defensa y protección de la dignidad de las personas en el final de la vida” y a adoptar “las medidas oportunas para tal fin”. El PSdeG dio su apoyo a la propuesta.
En su intervención, Rodríguez-Vispo se detuvo en la prestación de los cuidados paliativos en Galicia y destacó que también los médicos de familia pueden poner sedación. En cuanto a la muerte digna, hizo un repaso a los documentos que guían a los profesionales para que se pueda cumplir ese derecho y resumió los datos del informe de Galicia sobre los dos primeros años de aplicación de la ley de la eutanasia, aprobada en marzo de 2021. En la comunidad hubo, hasta el 30 de junio de 2023, 58 solicitudes, sobre todos de personas de entre 50 y 59 años y de entre 70 y 79. Las patologías más frecuentes fueron las neurológicas (el 50%) y las oncológicas (30%).
La diputada del BNG Montse Prado le afeó la información parcial a Rodríguez-Vispo: “La solicitaron 58 personas pero se aplicó a 21; 11 desistieron. ¿Qué pasó con las otras 26? ¿Murieron antes, no se pusieron los recursos a su disposición?”. El informe presentado por la Xunta, añadió, ocupa “una hoja”, frente a los de otras comunidades en las que el documento se extiende en explicaciones y localiza puntos de mejora.
La portavoz de la formación nacionalista lamentó el rechazo del PP a la iniciativa y lo atribuyó a su “carrera desenfrenada por diluir todo lo que se Galicia y los esfuerzos de los gallegos”. La formación conservadora, dijo “no es ni siquiera capaz de reconocer que fuimos pioneros. ¿Por qué le molesta tanto decir que en Galicia hay referentes como Ramón Sampedro?”. Él fue “un auténtico pionero” con su batalla por lograr una muerte digna, a pesar de la exposición que eso le supuso a él mismo y a su familia y entorno. Cada 12 de enero sus allegados y miembros de la Asociación Dereito a Morrer Dignamente celebran un acto de recuerdo en la playa de As Furnas, en donde tuvo el accidente que lo dejó parapléjico. En 2023 se cumplieron 25 años de su fallecimiento, en los que “la sociedad avanzó”, dijo Prado, que recalcó que “el camino no ha sido fácil”.
El PSdeG dio su apoyo a la propuesta. Julio Torrado, portavoz de los socialistas gallegos para asuntos de sanidad, defendió que “no hay mayor respeto a la vida que decidir cómo terminarla”. La iniciativa de fijar el 12 de enero como Día da Morte Digna contribuiría a “difundir estos derechos”. Tanto la ley gallega de 2015 sobre personas enfermas terminales como la ley orgánica de la eutanasia de 2021 dejan avances por completar, señaló, como los que afectan al derecho a la muerte digna en menores. “Queda no hacernos trampas y hacer un trabajo honesto de no confundir cuidados paliativos con muerte digna”, dijo.