“Su prepotencia es denigrante”. La Xunta en general y la Consellería de Sanidade en particular están logrando indignar todavía más, si cabe, a la plataforma ciudadana que desde hace más de dos años reclama la instalación y funcionamiento en el Hospital Lucus Augusti de Lugo de los servicios de hemodinámica 24 horas, radioterapia y medicina nuclear, esenciales para atender infartos y cáncer y prometidos por el propio Alberto Núñez Feijóo en 2011. El colectivo que aglutina a organizaciones vecinales, sociales y políticas y a ciudadanía a título individual, el mismo que impulsó la iniciativa legislativa para intentar lograr esos servicios y que el PP recortó en el Parlamento, intenta desde hace meses conocer las cifras de mortalidad por infarto en la provincia derivadas de los traslados a A Coruña, toda vez que la unidad lucense atiende solo en horario de oficina. La Xunta retiene información no sólo a la plataforma, sino también al Valedor do Pobo [Defensor del Pueblo de Galicia].
“Queremos saber cuántas personas han muerto, cuántas habían sido desplazadas o cuántas murieron en el desplazamiento”, explica en conversación con eldiario.es el coordinador de la plataforma, José Manuel Carballo. Dado que la Gerencia del área de Gestión Integrada de Lugo “no nos hace caso”, el colectivo recurrió al Valedor, pero “hasta ante el Valedor hacen oídos sordos”, lamenta. Efectivamente, desde la oficina del alto comisionado del Parlamento gallego se confirma a este diario que a finales de 2014 representantes de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lugo denunciaron en la institución que, “como miembros de las Comisiones de Participación Sanitaria, no tienen acceso a datos de listas de espera” o “fallecimientos durante traslados a pesar de haberlos solicitado”. “Señalan además -explican las mismas fuentes- que estas comisiones llevan cinco años sin reunirse”.
La queja vecinal fue admitida a trámite y el Valedor se dirigió a Sanidad para pedir “un informe sobre los aspectos denunciados por los ciudadanos”. “Este informe todavía no ha llegado” y el pasado día 2 la petición fue “reiterada”. El Valedor, aclaran, no reclama por el momento “esos datos concretos de listas de espera o fallecimientos”, sino que la actuación está aún en una “primera fase”, en la que “espera por el informe” que la Xunta debe facilitar sobre “la situación denunciada”. Una vez que ese informe llegue el Valedor estará “en condiciones de hacer el análisis correspondiente sobre la práctica de la administración sanitaria” para “resolver si existe o no mala praxis”, indican.
La protesta “va a arreciar”
En este contexto, la plataforma advierte de que los próximos meses van a ser cualquier cosa menos tranquilos para los responsables de la Xunta y del PP en este ámbito. “La protesta va a arreciar, vamos a por todas”, asegura Carballo. “No puede morir gente porque al Gobierno se le antoje, no lo podemos tolerar” y, por eso, “la cosa va a más” y no se va a limitar a la celebración de la ya anunciada manifestación en Lugo para tres días antes de las elecciones municipales.
Carteles “en las entradas de la ciudad”, “cartelería en los balcones y ventanas de los vecinos” o “pasquines para llevar en los coches” son algunos de los materiales que la plataforma prepara mientras intenta contactar con medios de comunicación a nivel estatal “para que esto tenga repercusión en toda España”. “Estamos contactando también -adelanta Carballo- con otras provincias que sufren situaciones similares” y, en esta línea, “es probable que hagamos una junta de castellano-leoneses y gallegos en Lugo para aunar esfuerzos y para que esto no suceda en ningún sitio”.
Además, en el ámbito político, las organizaciones vecinales están contactando también con los grupos políticos de la oposición en el Congreso de los Diputados para forzar debates y votaciones al respecto, “aunque está dominado por el PP, así que no podemos esperar mucho”. Del mismo modo, esperan que la problemática del HULA llegue al Parlamento Europeo. “Estamos preparando los contactos con los eurodiputados” para que, “también en Bruselas”, se conozca que la carencia de servicios en el hospital lucense es “de suma gravedad”.