El 13 de Noviembre de 2015, un grupo de yihadistas del Daesh armados con fusiles kalashnikov asaltó la Sala Bataclan de Paris, asesinando a 90 personas. En el escenario estaban los americanos Eagles of Death Metal, una banda de rock cuya biografía quedaría asociada a esta masacre para siempre. Murieron dos personas de su staff, pero todos los músicos del grupo se salvaron. Casi siete años después, en abril de 2022, el grupo actuó en Galicia por vez primera. En el bus que usaban como hotel rodante para su gira por Europa, el realizador gallego Gero Costas pasó una noche en Santiago conversando con Jesse Hugues, el líder de la banda que milagrosamente sobrevivió a aquella matanza. “Jesse habla del Bataclan y se le siguen llenando los ojos de lágrimas”, confiesa Costas, que hace años comenzó una curiosa relación con Hugues.
La noche del 13 de noviembre de 2015 fue muy dura en París. Un grupo de yihadistas cometió varios atentandos en cadena que provocaron un balance desolador: 130 cadáveres y cerca de 400 heridos. Entre los fallecidos, 90 de ellos asistían al concierto de Eagles of Death Metal en la popular sala Bataclan. La jornada más negra de la historia de Francia desde la Segunda Guerra Mundial, como dijo en su momento el entonces presidente François Hollande.
Pese a la debacle, el grupo volvió a la carretera pocos meses después, “para allanar el camino de la tristeza”, como manifestó en su momento Jess Hugues. Y en ese camino acabó cruzándose con ellos Gero Costas, un experimentado realizador con cerca de dos décadas de trayectoria. Un obrero del audiovisual que con su productora, Producciones Mutantes, se ha forjado una solvente reputación como clipista en la escena gallega. Había realizado más de medio centenar de obras para artistas como Killer Barbies, Terbutalina o Los Motores, hasta que decidió probar a hacer por libre un videoclip para los Eagles of Death Metal. Trató de intentarlo al estilo de como un día lo había intentado su buen amigo Manu Viqueira. La banda americana Green Day vio los trabajos de este realizador coruñés y contactó con él para dirigir en 2017 el clip del tema Troubled Times, una canción anti-Trump que hoy acumula nueve millones de visionados.
Costas era seguidor de Eagles of Death Metal y de Queens of the Stone Age, la otra formación de éxito que Jess Hugues comparte con su amigo Joss Homme. “En algún momento le escribía por Instagram a Joss y a Jesse, puesto que ambos comparten los dos proyectos, pero es Jesse el que lleva directamente a Eagles y el que respondía”. explica. Este contacto lo mantenían antes de la pandemia. Costas decidió entonces hacer un videoclip de la banda por su cuenta y optó por enviárselo por Instagram. El videoclip era God of thunder, un tema original de Kiss que los Eagles of Death Metal incluyeron en su álbum de versiones The best songs we never wrote (Las mejores canciones que nunca escribimos).
“Para mi sorpresa le gustó mucho el trabajo y me propuso que hablásemos para hacer otro videoclip, como si fuese una continuidad de este”, rememora el realizador pontevedrés. Pero por el medio se cruzó la pandemia y otras cuestiones graves, como los problemas de salud de la compañera de Jess Hugues, la entonces bajista de su banda Tuesday Cross. Un ataque de asma que derivó en paro cardíaco la llevó a estar seis semanas en coma, y Hughes estuvo absorbido por este y otros problemas familiares.
Habían pasado más de tres años y Gero Costas ya ni tenía esta propuesta dentro de sus planes. Hasta que en 2022 los Eagles of Death Metal iniciaron una gira europea y sucedió algo inesperado. “En esa gira tenían una fecha en Santiago. Unos seis días antes me llamó y me propuso hacer el videoclip. Le respondí que si, pero lo cierto es que yo en ese momento ya no tenía nada, ni guión, ni equipo, ni nada preparado”, explica Costas. El grupo llegó a Santiago en su casa rodante en forma de autobús con el que se desplazaban en su gira europea, y allí convocaron al realizador. “Son americanos y para ellos el rock'n'roll es la carretera. El bus era como una limusina grande. Me llamaron y Jesse ni siquiera hizo la prueba de sonido, para aprovechar el tiempo y hacer por la tarde sus secuencias ”, relata sobre esta parte que se grabó en los estudios Garaxeland de Santiago, junto con la actriz María Roja, protagonista del clip de It's so easy, otra canción de su disco de versiones, a partir de un tema original de Guns N' Roses.
Por la noche, tras el concierto, llegó el momento de una conversación más relajada en el hotel-bus rodante. Allí fue donde Costas percibió la huella persistente que los atentados de Bataclan habían dejado en la banda. “Hablamos varias horas en el bus y fue una conversación muy intensa”, dice este creador, rememorando mucho de lo que hablaron, sobre todo el momento en el que vio emocionarse a Hugues cuando recordaba los atentados. La banda sigue muy marcada por aquella masacre en la que murieron dos miembros de su staff, el responsable del merchandising y el mánager de la gira. Otro, el guitarrista Eden Galindo se escondió en el baño y se encerró. Los yihadistas acribillaron la puerta a balazos, pero no lograron alcanzarlo. Galindo abandonaría después la banda, confesando estar sometido a terapia psicológica permanente debido a las secuelas de aquella noche aciaga.
Desde ese momento, varias personas de seguridad viajan con ellos en todas las giras. “Llevaban un jefe de seguridad pegado a ellos todo el tiempo, porque quedaron marcados como objetivo del Isis. Lo que más me sorprendió es que, no pudiendo portar armas en España, su manager Eric llevaba un cuchillo siempre oculto por lo que pudiese pasar, y en Francia todavía lo refuerzan más”, explica, añadiendo que “Eric fue el que avisó desde abajo en Bataclan que había un tiroteo y sacó a Jess del escenario, que con el ruido de la música no oía nada”. Paradojicamente, Jess Hugues, creyente confeso y ultraconservador de manual, se ha manifestado varias veces en sus redes y en público a favor del uso de armas. “Dijo cosas muy bestias sobre las armas y después las borró en sus redes. Para nada comparto su idea, pero puedo entenderlo porque convive todo el tiempo con un trauma muy fuerte”, confiesa Costas.
Tras las secuencias de Hugues en Santiago, el resto del videoclip se rodó el pasado verano, completando el trabajo de la actriz protagonista María Roja con partes de 3D y efectos de posproducción. “Buscamos una continuidad con el primer videoclip, grabado casi como un cortometraje, como un homenaje al cine que nos gusta de serie B, serie Z y spaguetti western, mezclado con alienígenas”, describe Gero Costas sobre la intención de su trabajo, inspirado en clásicos del género como Sergio Corbucci.
El director se apoyó en la dirección de arte Ana Seoane, también cómplice en algunas de las huellas puramente gallegas que han camuflado en el clip. Desde la camiseta de fútbol sala del equipo de A Xunqueira de Pontevedra, hasta una secuencia en la que la protagonista revive a través del conjuro mágico que emerge entre las llamas de una queimada. “Intercalamos alguna gamberrada de Galicia. Los americanos no pillan estas referencias pero nos han dado libertad creativa, incluso nos han apoyado económicamente, y el primer visionado del vídeo les ha entusiasmado”, avanza Costas, que cuenta como, tan pronto como recibió el vídeo, Jess Hugues lo llamó desde Los Ángeles y lo invitó a conversar con él en directo en su canal de Instagram, elogiando su trabajo.
Ahora, para culminar la obra, solo falta que el propio Jess Hugues asista al estreno del videoclip en Pontevedra, aprovechando una gira de varios días que tendrá por Europa, antes de partir a Australia y Nueva Zelanda. “Estamos en contacto con él y lo vamos a intentar, a ver si es posible”, se ilusiona el realizador. Gero Costas. No será fácil ese hueco porque Hugues gira y toca sin parar, buscando su terapia personal a través de la música. Como él mismo sentenció en el macrojuicio por los atentados de Paris, citando a Ozzy Osbourne: “Nadie podrá matar el rock'n'roll”.