Sindicatos, partidos de la oposición parlamentaria e incluso extraparlamentaria, asociaciones culturales, agrupaciones profesionales o colectivos sociales de diverso tipo -hasta casi 40- han convocado una manifestación contra el modelo de televisión en el que ha derivado la CRTVG bajo los sucesivos mandatos de Alberto Núñez Feijóo y, desde hace cinco meses, Alfonso Rueda. “El Ejecutivo gallego mantiene secuestradas nuestra radio y nuestra televisión”, dice el manifiesto de la convocatoria, titulado Por unha CRTVG ao servizo do pobo. La marcha será el seis de noviembre a las 12 de la mañana en la Praza Roxa de Santiago de Compostela.
Hace más de cuatro años que Defende a Galega, que agrupa profesionales del ente, protesta canda viernes contra la manipulación en los medios públicos gallegos. Es una de las entidades convocantes. Todavía la semana pasada le recordaban a Feijóo que sus gabinetes, y ahora el presidido por Rueda, incumplen la ley al mantener en funciones al actual y discutido director general, Alfonso Sánchez Izquierdo. Lo hacían el día en que el ahora líder del PP estatal se hacía el indignado por la dimisión del presidente de RTVE, José Manuel Pérez Tornero. Las polémicas se suceden: trabajadores denuncian contenidos machistas, la compañía ha sido condenada por vulnerar la libertad de expresión de un periodista, el Telexornal cede espacio a la extrema derecha en una información sobre las víctimas franquistas.
“La sociedad gallega debe salir al rescate de nuestro servicio público de comunicación audivisual”, afirma el texto, que establece además nueve puntos con reivindicaciones concretas. El primero de ellos, “garantizar el respecto escrupuloso a la objetividad, la imparcialidad, la neutralidad, la veracidad y el pluralismo informativo, erradicando la manipulación y la cancelación de contenidos y profesionales”.