Habrá dos candidaturas del espacio a la izquierda del PSOE y no nacionalista en las elecciones gallegas del 18 de febrero. El espacio político progresista se fragmenta a menos de dos meses de las urnas: los inscritos de Podemos Galicia rechazaron la pasada semana el acuerdo de coalición con Sumar y presentarán a una exconcejala coruñesa, Isabel Faraldo, como candidata a la Xunta. Esta competirá por el mismo espacio electoral que la formación de Yolanda Díaz, encabezada por Marta Lois, hasta ahora portavoz en el Congreso. Los ecos de la ruptura entre Díaz y el partido de Ione Belarra han alcanzado finalmente Galicia.
Durante meses pareció que las relaciones entre las filiales gallegas de ambas fuerzas resistían a las tensiones de sus cúpulas estatales. Contra la posición de las figuras más relevantes de Podemos, su dirección gallega mostró simpatía con el entonces incipiente proyecto de Yolanda Díaz. El secretario general, Borja San Ramón, llegó a anunciar su asistencia a la presentación de Sumar en el polideportivo de Magariños, en Madrid, aunque a última hora se echó atrás. Fue en abril del pasado año. A finales de mayo, Sumar y Podemos apoyaron, por ejemplo, la candidatura de José Manuel Sande, ahora en Sumar, a la alcaldía de A Coruña. La 'número dos' de la lista era precisamente Isabel Faraldo. Ambos habían sido ediles de la Marea Atlántica -que gobernó la ciudad entre 2015 y 2019- pero en las últimas municipales compartieron la lista Por Coruña. Marea Atlántica y Por Coruña alcanzaron un 4,87% y un 4,16% de sufragios respectivamente y quedaron fuera del consistorio.
Parecía, en cualquier caso, que la delegación gallega de Podemos no asumía los postulados de su dirección respecto a Sumar. Porque a pesar de que las dos formaciones compartieron candidaturas al Congreso en toda España tras una negociación a cara de perro, el acuerdo no duró. A comienzos de diciembre, apenas tres semanas después de que Sánchez lograse la investidura y formase gobierno de coalición con Díaz como vicepresidenta, los cinco diputados de Podemos elegidos bajo el paraguas de Sumar pasaban al Grupo Mixto. Las reverberaciones de esta decisión enseguida se notaron en Galicia. La promotora de Sumar Galicia, entonces todavía no constituido formalmente como partido, suspendía las negociaciones en marcha para armar las listas al Parlamento gallego. Apenas unos días antes, Anova, la formación nacionalista del histórico Xosé Manuel Beiras que formara parte de Alternativa Galega de Esquerda o En Marea, también había cerrado la puerta a un pacto con los de Díaz.
Los rumores de un adelanto electoral en Galicia se intensificaban. Alfonso Rueda los confirmó y finalmente convocó para el 18 de febrero. El movimiento pilló a Sumar sin candidata a la presidencia de la Xunta –la exconselleira del BNG Teresa Táboas o el exalcalde de Santiago de Compostela Martiño Noriega fueron tentativas frustradas–, con Anova fuera de toda ecuación y con los puentes con Podemos Galicia prácticamente rotos. Pero ya en plenas Navidades, el guion volvió a dar otro giro. Yolanda Díaz viajó a Santiago de Compostela y presentó a Marta Lois como la aspirante de Sumar al Gobierno gallego. Y desveló que habían remitido una propuesta de alianza a Podemos Galicia. Estos la aceptaron y la sometieron a la decisión de sus inscritos.
Entonces el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias publicó un editorial de Canal Red, el medio que dirige, en el que llamaba a rechazar la iniciativa y, en un inesperado salto estratégico, pidió el voto para el BNG. Iglesias replicó el texto en las redes sociales. Y la postura defendida por él en Canal Red se impuso, al menos en su primera parte: el 62,36% de los participantes en la consulta interna impugnaron la posibilidad de llegar a un acuerdo con Sumar Galicia. Pero Podemos no pedirá el voto para la izquierda nacionalista gallega, que encabeza la oposición parlamentaria a Alfonso Rueda con 19 de 75 escaños y a la que las pocas encuestas conocidas sitúan en disposición de aumentar apoyos. Podemos se presentará en coalición con Alianza Verde –la marca creada por los miembros de Equo que no se fueron en 2019 con Más País– con Isabel Faraldo por A Coruña, Carmen Berzosa por Pontevedra, Ximena Cheda por Lugo y Víctor Ferreiro, por Ourense.
“Lamentamos la decisión”, dijo Marta Lois sobre una ruptura en la que no ha existido discusión programática. “Pero miramos [en referencia a Sumar Galicia] para el futuro. Hay una mayoría progresista en Galicia y el voto de Sumar Galicia va a ser decisivo”, añadió. El espacio de la izquierda denominada rupturista desapareció del Parlamento gallego en 2020 al perder de golpe 14 asientos apenas unos meses después de obtener dos diputados –una de ellas, Yolanda Díaz– en el Congreso. El 23 de julio repitió esos resultados y ahora se conjura para volver a entrar en la Cámara autonómica.
Las consecuencias estatales del choque
El impacto de la decisión de las bases de Podemos en Galicia ha tenido y tendrá réplicas fuera de los límites de la comunidad. La relación con Sumar a nivel estatal lleva tiempo rota, aunque quedó oficializada con la salida al Grupo Mixto de los cinco diputados del partido a principios de diciembre, lo que provocó el impasse de las negociaciones para una candidatura unitaria a la Xunta, finalmente abortada tras la consulta interna del partido de Belarra.
La orientación de esos vasos comunicantes entre los territorios y Madrid gira ahora hacia Euskadi, donde los equipos de las diferentes fuerzas políticas siguen trabajando para una candidatura de unidad, a pesar de los desencuentros en Galicia. Es lo que aseguró este mismo martes el diputado vasco de Sumar Lander Martínez, al frente de las conversaciones con los demás partidos en esa comunidad, que reconocía en una entrevista en Radio Nacional que las últimas noticias habían enfriado “ciertos elementos” de la conversación.
“Seguimos trabajando porque entendemos que lo mejor es que haya una única candidatura progresista amplia para representar ese espacio. El devenir de la cuestión en Galicia enfría ciertos elementos de la negociación pero seguiremos trabajando por esa candidatura amplia”, aseguró Martínez, que apostó por un acuerdo “con garantías” para evitar que las bases de Podemos tomen una decisión como la de sus compañeros de Galicia. En el partido de Belarra no quieren intervenir en un debate que, dicen, corresponde a los territorios, aunque algunas voces sostienen que lo ocurrido en los últimos días demuestra que la militancia no quiere más acuerdos “injustos”.
Sumar, mientras tanto, tiene pendiente una tarea de reorganización de los trabajos en el Congreso tras la decisión de Marta Lois. La propia Yolanda Díaz ha confirmado este miércoles que su actual portavoz en la Cámara Baja dejará el escaño antes de que empiece la campaña. “Por supuesto”, ha dicho en una entrevista en RNE.
Suplir la salida de Lois del Congreso
Esta decisión obliga a Yolanda Díaz a pensar en un sustituto o sustituta. La elección es difícil porque la vicepresidenta designó a Lois para ese cargo, entre otras razones, porque contaba con su total confianza.
La mayor parte de los diputados de Movimiento Sumar, los que fueron en las listas como cuota del partido de Díaz y no de otras fuerzas políticas, tienen ya otras funciones de peso dentro del grupo o poco rodaje como para asumir la portavocía del grupo.
Díaz tendrá que sopesar todos los equilibrios posibles para tomar una decisión durante las próximas semanas, antes de que comience de lleno la campaña electoral en una autonomía en la que la ministra de Trabajo se juega mucho. Las gallegas son las primeras elecciones a las que se someterá Sumar después de las generales. Todo con la carga simbólica añadida de que Galicia es su tierra y el lugar desde el que impulsó su carrera política. Será, además, la primera vez que esa fuerza se mida en competición electoral con Podemos.