El comité de empresa de Alcoa en Cervo (Lugo) “acepta entrar a negociar” con la multinacional del aluminio a raíz de la propuesta que esta trasladó a los representantes de los trabajadores. Eso sí, “teniendo clara” una postura que se marca dos líneas rojas: “las cubas no se paran” y ha de garantizarse el empleo de “las empresas exteriores”.
A la espera de que haya fecha para una nueva reunión, el comité muestra así su “plena disponibilidad”, después de la mesa multilateral celebrada este martes. La Xunta la ha tildado de “decepcionante” y ha trasladado la responsabilidad al Gobierno, al instarlo a que “tome la iniciativa” para marcar un precio eléctrico competitivo. Por su parte, el Ejecutivo ha mostrado su disposición a participar en ese proceso negociador para garantizar el futuro de la planta de A Mariña.
El presidente del comité, José Antonio Zan, lamenta que Alcoa “ha seguido insistiendo” este martes “en que necesitan parar las cubas, el proceso productivo”. Por su parte, la plantilla sigue “diciendo que las cubas no se paran y ahí existe un gran escollo”.
La empresa ha explicado en el encuentro “cómo ven ellos la salvaguarda de las empresas contratistas”, pero el comité ha advertido de que “tendrían que garantizar tanto suministro como transporte aparte de contratistas y talleres del alrededor”, pues “todos ellas son parte” del empleo de Alcoa. “Por eso sin ellos no iremos”, ha avisado Zan.
Al Gobierno central, los representantes de los trabajadores le han exigido un marco energético “de una vez por todas y cuanto antes”, para que pueda haber “continuidad de producción” en 2022 y 2023 “para después en 2024 si consigue una PPA (contrato de compraventa de energía), lo aplique”. A la Xunta, le insta a “que apoye inversiones” necesarias “para actualizar la fábrica”, ya que “no vale solo con decir” que se está a favor de la permanencia de la factoría.