Unanimidad en el Parlamento para que Galicia “aproveche” la lusofonía

“Este es el día en que en Galicia rompemos una brecha histórica o volvemos a unir lo que la historia separó”, así celebró Xosé Morell, portavoz de los promotores de la ILP Valentín Paz Andrade, la toma en consideración por unanimidad en el Parlamento de la propuesta para el aprovechamiento de la lengua portuguesa y los vínculos con la lusofonía, que pide la implantación de este idioma en los currículos escolares. Los cuatro grupos de la Cámara dieron su apoyo a una iniciativa que se compromete “con el aprovechamiento de las potencialidades” de la lengua del país y que ahora debe llevar a las autoridades a “valorizar el gallego como una lengua con utilidad internacional”, toda vez que el acercamiento al portugués implica hacerlo a un “idioma de trabajo de veinte organizaciones internacionales, incluida la UE, y lengua oficial de nueve países” entre los que figuran “potencias económicas como Brasil”.

Fue un sí rotundo a una ILP apoyada por más de 17.000 firmas y que Xosé Morell defendió como la ocasión “de hacer ver no sólo al empresariado, sino a todos los gallegos, a nuestros hijos e hijas” la existencia de una “lengua extensa y útil, con una dignísima historia de siglos y un inmenso futuro por delante, como el que tiene este país”. Y fue unánime, aunque el PP quiso dejar claro el carácter “extranjero” del portugués y su negativa a revisar cualquier aspecto de la normativa del gallego.

Los argumentos de la comisión promotora fueron culturales y lingüísticos, pero también económicos a favor de las potencialidades de un idioma con el que los gallegos pueden entenderse con otros 250 millones de personas. “La crisis contrasta con el auge de nuevas potencias como Brasil, Angola o Macao”, recordó el miembro de la comisión promotora ante un Parlamento al que recordó que la economía brasileña “ya es la quinta mayor del mundo y la primera de América Latina”.

“Los gallegos y gallegas pueden aprovechar un potencial económico hasta hoy desaprovechado, abriendo las puertas a un universo en expansión, donde los gallegos y gallegas podemos estar por derecho propio”, añadió Morell, que advirtió también de que mientras en Extremadura y en Andalucía “son millares” los niños que aprenden portugués, en Galicia tan sólo hay 600, lo que supone “un déficit que hace falta corregir lo antes posible”. Así, pidió “una pluralidad de medidas” para la incorporación de la enseñanza de este idioma en el país, una promesa de Feijóo de la que nada se sabe cuatro años después.

También solicitó, aludiendo a las reivindicaciones de la ILP, “materializar la recepción en abierto de las televisiones y radios portuguesas mediante la TDT”. “Nuestra propuesta prevé que el Gobierno gallego adopte las medidas necesarias para lograrlo, adoptando así una previsión recogida en la Carta Europea de las Lenguas”, recordó Morell, antes de agradecer la toma en consideración por unanimidad de una iniciativa “que va a ser para todos nosotros, no sólo para los promotores, sino para todos los gallegos y gallegas y para los que vendrán después de nosotros”. “Es un día histórico y será recordado”, insistió.

“Restituir la normalidad lingüística”

No hubo rechazo, pero sí matices. Así, el BNG, a través de su diputada Ana Pontón, defendió las reivindicaciones de la ILP como “elemento clave en la restitución de la normalidad lingüística y a la hora de potenciar las oportunidades en el ámbito económico que la lengua portuguesa tiene para el tejido empresarial y cultural del país”, pero recordó también que el Bloque lleva años llevando a la Cámara iniciativas “que reclamaban cuestiones como las que vienen en esta ILP”, mientras el PP y los gobiernos de derecha obviaron muchas de las propuestas, colaborando “en una negación histórica de nuestra realidad”.

“Hay situaciones que causan vergüenza ajena, como ver a nuestro vicepresidente y presidente utilizando en Brasil o en Portugal la lengua castellana acompañados de intérprete. En aras de la austeridad bien podrían ahorrarse los intérpretes y utilizar la lengua gallega”, advirtió Pontón, que recordó también las negativas de la Xunta a varios centros que reclamaron impartir el portugués como lengua extranjera en el currículo escolar.

Por su parte, Xabier Ron, diputado de AGE, reivindicó la ILP como una buena forma de “derribar las vallas para que lusofonía sea un espacio abierto” y que defendió la conformación de una “nueva idea de lusofonía, respetuosa con las lenguas minorizadas y la diversidad”. “Galicia debe coger cuerpo en el relato que construyen los países de la CPLP, una identidad que precisa ser comunicada y entendida”, defendió, tras ver en las propuestas de la iniciativa una “excelente ocasión en clave de reprociprocidad para las artes, la música, las editoriales, las políticas o los ámbitos sociales y económicos”.

Nos mismos términos se manifestó el diputado del PSdeG Francisco Caamaño, que llamó a “convertir la hermandad con Portugal en un elemento estratégico” y que ve en la ILP un primer paso para “superar la división interna, ese muro construido” entre el país vecino y Galicia. “Lo que se nos dice hoy es que olvidemos los espacios de los territorios y del poder”, insistió, tras reivindicar el aprovechamiento de la lengua portuguesa y de los vínculos con la lusofonía como “una buena manera de construir juntos y de superar la crisis” y de permitir que los niños gallegos puedan estudiar ese idioma.

También Agustín Baamonde, diputado del PP, defendió la “oportunidad de convertir en real la convergencia entre Galicia y la lusofonía” y la “posibilidad de interconectar con un mercado de extraordinario potencial económico”. Aun así, apostó por que la lengua portuguesa tenga “un trato preferente por esa relación de interdependencia con el gallego y con la tradición histórica”, pero también quiso dejar “claro” que se trata “de una lengua extranjera con carácter opcional y no obligatorio”.

“No tenemos intención alguna de entrar en el debate normativo. El gallego tiene una normativa oficial, aprobada, que desde el PP acatamos y respetamos”, advirtió también, para finalizar alertando “de algunas dificultades” para la aplicación práctica de la ILP, “tanto en lo relativo al currículo escolar como en el aprovechamiento del espacio radioeléctrico, que es una competencia estatal”.

“Este es el día en que en Galicia rompemos una brecha histórica o volvemos a unir lo que la historia separó”, así celebró Xosé Morell, portavoz de los promotores de la ILP Valentín Paz Andrade, la toma en consideración por unanimidad en el Parlamento de la propuesta para el aprovechamiento de la lengua portuguesa y los vínculos con la lusofonía, que pide la implantación de este idioma en los currículos escolares. Los cuatro grupos de la Cámara dieron su apoyo a una iniciativa que se compromete “con el aprovechamiento de las potencialidades” de la lengua del país y que ahora debe llevar a las autoridades a “valorizar el gallego como una lengua con utilidad internacional”, toda vez que el acercamiento al portugués implica hacerlo a un “idioma de trabajo de veinte organizaciones internacionales, incluida la UE, y lengua oficial de nueve países” entre los que figuran “potencias económicas como Brasil”.

Fue un sí rotundo a una ILP apoyada por más de 17.000 firmas y que Xosé Morell defendió como la ocasión “de hacer ver no sólo al empresariado, sino a todos los gallegos, a nuestros hijos e hijas” la existencia de una “lengua extensa y útil, con una dignísima historia de siglos y un inmenso futuro por delante, como el que tiene este país”. Y fue unánime, aunque el PP quiso dejar claro el carácter “extranjero” del portugués y su negativa a revisar cualquier aspecto de la normativa del gallego.

Los argumentos de la comisión promotora fueron culturales y lingüísticos, pero también económicos a favor de las potencialidades de un idioma con el que los gallegos pueden entenderse con otros 250 millones de personas. “La crisis contrasta con el auge de nuevas potencias como Brasil, Angola o Macao”, recordó el miembro de la comisión promotora ante un Parlamento al que recordó que la economía brasileña “ya es la quinta mayor del mundo y la primera de América Latina”.

“Los gallegos y gallegas pueden aprovechar un potencial económico hasta hoy desaprovechado, abriendo las puertas a un universo en expansión, donde los gallegos y gallegas podemos estar por derecho propio”, añadió Morell, que advirtió también de que mientras en Extremadura y en Andalucía “son millares” los niños que aprenden portugués, en Galicia tan sólo hay 600, lo que supone “un déficit que hace falta corregir lo antes posible”. Así, pidió “una pluralidad de medidas” para la incorporación de la enseñanza de este idioma en el país, una promesa de Feijóo de la que nada se sabe cuatro años después.

También solicitó, aludiendo a las reivindicaciones de la ILP, “materializar la recepción en abierto de las televisiones y radios portuguesas mediante la TDT”. “Nuestra propuesta prevé que el Gobierno gallego adopte las medidas necesarias para lograrlo, adoptando así una previsión recogida en la Carta Europea de las Lenguas”, recordó Morell, antes de agradecer la toma en consideración por unanimidad de una iniciativa “que va a ser para todos nosotros, no sólo para los promotores, sino para todos los gallegos y gallegas y para los que vendrán después de nosotros”. “Es un día histórico y será recordado”, insistió.

“Restituir la normalidad lingüística”

No hubo rechazo, pero sí matices. Así, el BNG, a través de su diputada Ana Pontón, defendió las reivindicaciones de la ILP como “elemento clave en la restitución de la normalidad lingüística y a la hora de potenciar las oportunidades en el ámbito económico que la lengua portuguesa tiene para el tejido empresarial y cultural del país”, pero recordó también que el Bloque lleva años llevando a la Cámara iniciativas “que reclamaban cuestiones como las que vienen en esta ILP”, mientras el PP y los gobiernos de derecha obviaron muchas de las propuestas, colaborando “en una negación histórica de nuestra realidad”.

“Hay situaciones que causan vergüenza ajena, como ver a nuestro vicepresidente y presidente utilizando en Brasil o en Portugal la lengua castellana acompañados de intérprete. En aras de la austeridad bien podrían ahorrarse los intérpretes y utilizar la lengua gallega”, advirtió Pontón, que recordó también las negativas de la Xunta a varios centros que reclamaron impartir el portugués como lengua extranjera en el currículo escolar.

Por su parte, Xabier Ron, diputado de AGE, reivindicó la ILP como una buena forma de “derribar las vallas para que lusofonía sea un espacio abierto” y que defendió la conformación de una “nueva idea de lusofonía, respetuosa con las lenguas minorizadas y la diversidad”. “Galicia debe coger cuerpo en el relato que construyen los países de la CPLP, una identidad que precisa ser comunicada y entendida”, defendió, tras ver en las propuestas de la iniciativa una “excelente ocasión en clave de reprociprocidad para las artes, la música, las editoriales, las políticas o los ámbitos sociales y económicos”.

Nos mismos términos se manifestó el diputado del PSdeG Francisco Caamaño, que llamó a “convertir la hermandad con Portugal en un elemento estratégico” y que ve en la ILP un primer paso para “superar la división interna, ese muro construido” entre el país vecino y Galicia. “Lo que se nos dice hoy es que olvidemos los espacios de los territorios y del poder”, insistió, tras reivindicar el aprovechamiento de la lengua portuguesa y de los vínculos con la lusofonía como “una buena manera de construir juntos y de superar la crisis” y de permitir que los niños gallegos puedan estudiar ese idioma.

También Agustín Baamonde, diputado del PP, defendió la “oportunidad de convertir en real la convergencia entre Galicia y la lusofonía” y la “posibilidad de interconectar con un mercado de extraordinario potencial económico”. Aun así, apostó por que la lengua portuguesa tenga “un trato preferente por esa relación de interdependencia con el gallego y con la tradición histórica”, pero también quiso dejar “claro” que se trata “de una lengua extranjera con carácter opcional y no obligatorio”.

“No tenemos intención alguna de entrar en el debate normativo. El gallego tiene una normativa oficial, aprobada, que desde el PP acatamos y respetamos”, advirtió también, para finalizar alertando “de algunas dificultades” para la aplicación práctica de la ILP, “tanto en lo relativo al currículo escolar como en el aprovechamiento del espacio radioeléctrico, que es una competencia estatal”.