Los ginecólogos de Verín: “La Xunta utiliza supuestos criterios técnicos para recortar y desmantelar hospitales comarcales”

El equipo de Ginecología y Obstetricia del Hospital Público de Verín ha recurrido el cierre del paritorio del centro, decidido por la Xunta. El recurso de alzada aporta varios argumentos legales sobre la “incompetencia” de la gerencia del área sanitaria para llevar a cabo una decisión que le correspondería a la Consellería de Sanidade. Pero además, en la última parte del documento, desgrana la versión de los profesionales sobre los verdaderos motivos del Sergas. Critican que “utilizase supuestos criterios técnicos” para justificar la supresión del paritorio y “aplicar recortes y desmantelar los hospitales comarcales”, y aportan luz a los cambios de criterio de la Xunta, que ha pasado de justificar el cierre por la “falta de pericia” de los profesionales derivada de la baja natalidad y por “razones de seguridad y calidad asistencial” a asumir la falta de pediatras.

Tal y como reflejan los datos de natalidad, el área de influencia del hospital de Verín no ha superado nunca los 600 partos anuales que la Xunta esgrime ahora como necesarios para mantener el paritorio, en base a un manual de hace diez años recomendado por el Ministerio de Sanidad. “Un documento que no es normativo”, recuerdan los profesionales, “que hace recomendaciones sobre dotar o no de nuevas maternidades” pero que “en ninguna parte hace recomendación de cerrar maternidades existentes” por el motivo al que alude el Sergas.

“Ningún hospital comarcal de la red de hospitales públicos de Galicia llega a esa cifra de 600 partos. Tampoco hospitales privados en ciudades como Vigo o Santiago. ¿Habría que prohibir los partos en todos ellos?, se pregunta el equipo médico en el recurso, en el que consideran que el proceder del Sergas ”podría suponer un precedente preocupante que motivase el comienzo de una ola de cierre de servicios en Galicia y en toda España“.

Los profesionales aseguran que lo que sucedió en realidad es que el gerente del área, en referencia a Félix Rubial, “decidió suprimir la atención al parto” en el hospital de Verín “debido a las dificultades y problemas que en los últimos meses experimentó para proveer de asistencia pediátrica a este centro, suministrada por los facultativos del hospital de referencia, el CHUO de Ourense”. Para justificarlo, según dicen, “adujo razones de seguridad y calidad asistencial basadas en que, debido al bajo número de partos, disminuye la pericia y la calidad de la asistencia”.

El equipo médico recuerda que la guía a la que alude el Sergas contempla la figura de la maternidad de menos de 600 partos al año “como una entidad perfectamente definida destinada a la atención al parto de bajo riesgo” y “sin cuestionar en ningún momento su utilidad, calidad o seguridad”. El tiempo de desplazamiento, con núcleos a más de 130 kilómetros del CHUO, “es un motivo más que suficiente para justificar el mantenimiento de la asistencia al parto en el hospital de Verín”, dicen los facultativos.

Además, se preguntan si toda vez que la tasa de cesáreas es del 25% en el Estado, la administración sanitaria va a “exponer impávida a ese número estadísticamente previsible de gestantes que van a sufrir posibles pérdidas de bienestar fetal a recorrer más de 130 kilómetros en algunos casos para ser diagnosticadas y tratadas pudiendo, como se hizo hasta ahora, hacerlo en un tiempo mucho menor”. “¿Vamos a cerrar los ojos a las emergencias que puedan producirse extramuros o sólo nos inquietan las que se producen dentro del hospital por la posible responsabilidad jurídica en la que podamos incurrir?”, insisten.

“No parece coherente avalar o apoyar una medida que va a suponer demora a ciegas en una asistencia o diagnóstico en el que los tiempos pueden ser determinantes”, dice el recurso, en el que se aclara que las madres gestantes pueden elegir diferentes tipos de maternidad, pero que siempre acuden “a la maternidad más próxima” en el caso de “complicación urgente y grave”.

Además, el equipo médico aporta datos que “avalan” el trabajo en la atención a los partos en el hospital de Verín. Aclaran que, en los casi 3.000 partos registrados desde 1994, “no ha habido ningún caso de muerte fetal intraparto, ninguna secuela permanente de causa obstétrica ni ninguna histerectomía obstétrica”. Y advierten de que la tasa de cesáreas y la estancia media “está por debajo” del promedio estatal.

Según aseguran, y “revisando la evidencia científica”, no hay datos concluyentes “que avalen que centralizando los partos mejoren los resultados perinatales, aumentando en cambio los partos extrahospitalarios no deseados debido a un mayor desplazamiento”.