Xulio Ferreiro asume en primera persona la derrota de Marea Atlántica. Apenas tres días después de que la confluencia coruñesa perdiese 4 de sus 10 concejales y, por extensión, la posibilidad de revalidar la alcaldía coruñesa al ser superada por el PSdeG, el todavía regidor en funciones de la ciudad gallega ha anunciado su dimisión y regreso a su puesto como profesor universitario.
“No hay nadie imprescindible en política”, ha dicho Ferreiro en una comparecencia pública acompañado por los que hasta ahora han sido miembros de su equipo de gobierno de Marea Atlántica, “mucha gente buena y generosa” que ahora constituirá un grupo municipal “magnífico”. “No me marcho muy lejos, abandono la vida institucional, la primera línea de la política, pero me quedo en Marea Atlántica como uno más, ofreciendo mi experiencia y mi trabajo como militante”, ha afirmado.
Visiblemente emocionado y sin poder contener las lágrimas, Ferreiro ha explicado que en su dimisión se unen “razones de carácter personal y político”. “Cuando no se cumplen los objetivos que uno se pone, debe actuar en consecuencia y asumir responsabilidades”. “El objetivo era revalidar la alcaldía y una mayoría de progreso y no se cumplió”, ha admitido.
En las elecciones del 26 de mayo, la Marea Atlántica liderada por Xulio Ferreiro retrocedió, con seis concejales, a la tercera posición, al perder cuatro actas, mientras que el PP fue la lista más votada, pero empatado con el PSOE a nueve ediles. Por su parte, el BNG obtuvo dos plazas y Ciudadanos una, con lo que la socialista Inés Rey se perfila como próxima alcaldesa, aunque para la investidura serán imprescindibles los votos de Marea Atlántica.