La primera jornada de la huelga indefinida a la que están llamados los médicos por el deterioro de la sanidad pública gallega tiene una adhesión desigual entre centros. La Xunta cifra el seguimiento conjunto en el 14,2%. Los números desagregados dejan ver que la participación es menor en atención primaria pero sube en los hospitales y en alguno de ellos faltan prácticamente uno de cada cuatro facultativos. Ramón Barreiro, presidente de CESM, el sindicato convocante, asegura que la incidencia está siendo “muy notable” y el seguimiento por parte de los profesionales “muy importante”. “Se está notando en todos los hospitales y en algunos, como el de A Mariña, prácticamente solo están los servicios mínimos”, señala.
El sindicato ha decidido ir a la huelga -una medida que no han respaldado los que están en la mesa sectorial, que son CIG, CCOO, UGT, CSIF y Satse- tras meses de negociaciones e intentos de negociación con la Consellería de Sanidade para cambiar las condiciones en las que prestan el servicio. Las reclamaciones son jornadas laborales de 35 horas semanales, agendas de entre 25 y 30 pacientes, con al menos 10 minutos para atender a cada uno, y la corrección de lo que entienden como “agravios y discriminaciones”. Incluyen en sus peticiones también cuestiones como ampliar el complemento de exclusividad que cobran quienes solo trabajan en la pública a los que deciden ejercer a la ver en la privada. El deterioro de las condiciones laborales, dice la organización, es “galopante” y el de la atención a los pacientes, “imparable”.
Los servicios mínimos fijados por la Xunta se están cumpliendo. Implican que las urgencias, tanto las hospitalarias como las de los puntos de atención continuada (PAC), tienen que estar al 11%, al igual que las guardias, los quirófanos para intervenciones urgentes, las salas de parto, las unidades de reanimación, los cuidados intensivos, las unidades de diálisis o los servicios responsables de los tratamientos oncológicos.
En atención primaria han secundado la huelga durante la mañana el 5,38% de los médicos, según los datos del Servizo Galego de Saúde (Sergas). Por áreas sanitarias, la protesta se está notando sobre todo en la de Vigo, en donde la participación es del 23,71%. En Lugo, A Mariña y Monforte han respaldado la protesta el 15,21% de los facultativos, mientras que en Santiago y O Barbanza han sido el 13,91%. En el área de Ourense, Verín y O Barco y en la de Ferrol el seguimiento es del 12,86% y el 12,9%, respectivamente; mientras que en A Coruña y Cee han ido a la huelga el 11,38% de los profesionales y en la de Pontevedra y O Salnés lo han hecho el 6,99%.
Debido a las protestas se han aplazado 163 operaciones quirúrgicas en los hospitales gallegos, que son el 26% de las que hay de media en una jornada normal. También se suspendieron 3.700 consultas especializadas (el 19% de las que hay habitualmente) y 400 pruebas (el 2,8%).
Durante la mañana los profesionales se han concentrado ante algunos de los hospitales. En el acto realizado en el Álvaro Cunqueiro de Vigo, con en torno a un centenar de personas, el delegado de CESM, Enrique Fernández, aseguró que el seguimiento es elevado y llega al 100% en Cardiología, al 85% en Pediatría y al 80% en Anestesia, informa Europa Press. Según este representante sindical, secundan la protesta de forma “masiva” los médicos internos residentes (MIR).
La convocatoria de huelga ha recibido también críticas. Ha sido calificada de “oportunista” por parte de la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública con el argumento de que se convoca tras las movilizaciones en defensa de la sanidad pública que llevaron a una gran manifestación que desbordó el casco antiguo de Santiago de Compostela en febrero. Entonces, recuerda la asociación, los sindicatos específicos de médicos, entre ellos CESM, no dieron un apoyo explícito. Reprocha que la convocatoria deje fuera a otras categorías profesionales y que la petición de limitar las agendas no vaya acompañada de un incremento de facultativos. Eso, dice, conducirá “inexorablemente” a empeorar las listas de espera. También afea que propongan terminar con la dedicación exclusiva a la sanidad pública y que planteen una reordenación “que apunta al cierre de PAC”.