La Xunta consagra sus medallas a la apología del Xacobeo y premia al arzobispo y otras personas vinculadas al Camino
Si algo ha caracterizado los dos meses que Alfonso Rueda lleva al frente de la Xunta de Galicia, tras sustituir al Feijóo que se embarcó en las guerras intestinas del PP para escalar a lo más alto del partido, es la propaganda xacobea. Primer responsable de la marca ya como vicepresidente, se ha reservado las competencias en su nuevo puesto, y los actos públicos relacionados con el Camino de Santiago se multiplican. Este jueves, el presidente gallego ha consagrado las Medallas de Galicia -junto a las Castelao, la distinción de mayor importancia que otorga- al Año Santo, y ha decidido distinguir al arzobispo de Santiago y a otras cuatro personas y asociaciones vinculadas al Apóstol Santiago.
“Todas tienen relación directa con el fenómeno xacobeo”, argumentó Rueda, quien lo interpreta como “el motor del resurgir turístico de Galicia”. Que en esta edición, y de manera excepcional debido al coronavirus, dura dos temporadas, 2021 y 2022. Y sirve como excusa para la política cultural de grandes eventos practicada por el gabinete gallego. Además de al arzobispo Julián Barrio -en el cargo desde 1996-, las medallas colgarán del especialista en la materia y profesor de la Universidad de Perugia Paolo Caucci; de la hostelera Begoña Valdomar en representación de todos los dueños de albergues para peregrinos; de la asociación Discamino -que ayuda a personas con discapacidad a recorrer el Camino de Santiago- y, a título póstumo, de José Carro Otero, comisario del Xacobeo 93 que marcó el resurgir contemporáneo de las peregrinaciones y fastos asociados.
Centro de acogida al peregrino en la casa de Valle-Inclán
Las Medallas de Galicia se entregarán el 24 de julio, víspera del Día Nacional de la comunidad. Su concesión fue uno de los principales acuerdos de una reunión semanal del Gobierno gallego que no arrojó grandes decisiones. La apertura de una línea de ayudas para entidades de lucha contra la probreza por 7,2 millones de euros fue la otra. El Gobierno gallego asegura que el dinero se destinará principalmente a comedores sociales, albergues para transeúntes y centros de acogida. La aprobación de la medida se produce después de la polémica levantada por la reciente supresión de la Tarxeta básica, activada al inicio de la epidemia de coronavirus y de la que se beneficiaron 57.000 personas en situación de vulnerabilidad. La Xunta invirtió en ella 31 millones de euros y la eliminó al tiempo que criticaba las iniciativas del Gobierno central contra la inflación por insuficientes.
Obras en la Casa Museo de Valle-Inclán, en Vilanova de Arousa (Pontevedra), para habilitar en la misma otro centro de acogida al peregrino, la renovación de la financiación de los lectorados de lengua y cultura gallega en 36 universidades, subvenciones para constituír espacios comunes empresariales -“centros de farbricación avanzada”- o la asunción del gasto universitario -un 20%- en un programa de captación de 19 investigadores -el 80% restante corre a cargo del ministerio del ramo- constituyeron otros anuncios realizados este jueves por el presidente gallego.
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