La Xunta va a transformar 18 bajos y locales que tiene en propiedad en viviendas protegidas. Son espacios, desocupados desde hace mucho tiempo, que están en los municipios de Narón, Ourense y Pontevedra. La medida la anunció el presidente gallego, Alfonso Rueda, al término de la reunión semanal de su gabinete. La conversión se ampara en una norma gallega impusalda por el Gobierno autonómico para flexibilizar los requisitos que debe cumplir un bajo para poder tener uso residencial.
Lo que ha aprobado por ahora la Xunta es licitar los contratos de redaccción de los proyectos. Es, dijo Rueda, la primera vez que se va a hacer algo así y el objetivo es seguir por esa senda para aumentar el parque de vivienda en Galicia. La licitación que ha recibido el visto bueno supone un desembolso de fondos públicos de 200.000 euros para la redacción del proyecto básico, de ejecución y de dirección de obra.
En Narón se habilitarán en estos locales 12 viviendas protegidas. En este caso, estararán en la primera planta de un edificio de la calle Ponte Pielas, en Freixeiro. En Ourense se van a convertir dos locales de la calle Rafael Dieste en dos viviendas. En Pontevedra se harán cuatro viviendas en los bloques 1 y 3 de la parcela 13 de Valdecorvos.
Rueda recalcó, al presentar la iniciativa, que forma parte del plan de la Xunta para duplicar en esta legislatura el parque de viviendas públicas en Galicia para que pasen de 4.000 a 8.000. El presidente gallego, que presenta en cada Consello alguna medida relacionada con esa promesa, ha situado la vivienda como uno de los ejes de este mandato, tras 15 años de gobiernos en los que apenas recibió atención. La caída en la construcción de vivienda pública con la llegada del PP al Gobierno gallego en 2009 fue abrupta. Los cuatro primeros años acumulan el grueso de los nuevos pisos, algo que expertos atribuyen a que son resultado de planes del bipartito.