El cribado voluntario al que la Xunta de Galicia sometió este martes a los viajeros procedentes de Mallorca, y entre los que se encontraban 49 jóvenes, ha detectado 49 casos de coronavirus. De ellos, 33 están relacionados con “los brotes estudiantiles de la isla” y sus fiestas. Los otros 16 están todavía en estudio. La Consellería de Sanidade ha explicado que los positivos se encuentran aislados y sus contactos, bajo rastreo.
La directora general de Saúde Pública, Carmen Durán, fue la encargada de dar los detalles de un operativo en el que se realizaron 86 pruebas a los viajeros. Están son de carácter voluntario. El Gobierno gallego afirma además desconocer si se les había practicado PCR en origen. “Nosotros sobre lo que podemos emitir una opinión es sobre lo que se hace en Galicia”, aseguró Durán, “y aquí seguimos el protocolo”. Que consiste en ofrecer una PCR al bajar del avión y repetirla 72 horas después. Pero no se hace responsable de la decisión de embarcar personas sospechosas de haber contraído el virus junto a otros pasajeros. En el vuelo venían más de un centenar.
Los contagiados detectados pertenecen a dos áreas sanitarias, la de A Coruña y la de Pontevedra.
Una de las consecuencias del denominado macrobrote mallorquín ha sido el paso de los municipios de Poio y Pontevedra al nivel medio de restricciones, lo que implica entre otras cosas el cierre de los locales de ocio nocturno -que estaban autorizados a abrir a partir del 1 de julio- y la reducción de aforos en los bares, al 30% en interior y al 50% en terrazas.