Uno de los primeros cambios que introdujo Alfonso Rueda tras ganar sus primeras elecciones autonómicas, las del 18 de febrero de 2024, fue cambiar el día en que convoca a todo su equipo para la reunión del Consello de la Xunta. Lo pasó del tradicional jueves a los lunes. Pero esta semana él estaba llamado a otro encuentro en Madrid, aunque no en sus funciones como presidente de una comunidad autónoma, sino como miembro de un partido político. Acudió, a mediodía, a la junta directiva nacional del PP. La decisión de dar prioridad a la vida interna de la organización política en lugar de a la Xunta la justificó el conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, encargado de sustituir a Rueda cuando está ausente. “Este es un gobierno coral; se trabaja en equipo”, dijo.
Para Calvo, el hecho de que el presidente esté en Madrid en lugar de en la reunión del Consello en Santiago de Compostela es una forma de demostrar que la Xunta “no para” porque, pese a que Rueda optó por estar en la reunión de partido, el Gobierno gallego aprobó igualmente asuntos como licitar los contratos de ambulancias para dos años, destinar fondos a que ayuntamientos turísticos refuercen las plantillas de la Policía Local en verano, una reforma de un polideportivo en Sandiás (Ourense) o un nuevo balance de la ejecución de los fondos europeos.
Calvo añadió que el presidente “supervisó” los asuntos como cualquier otro lunes y que él se ha encargado de dar la rueda de prensa habitual tras el Consello. Afrontó también las preguntas de la prensa sobre otros asuntos, como la atención a los menores migrantes. Se ha mostrado conciliador: el desencuentro con el Gobierno central, dijo, se debió a una falta de transparencia inicial que ahora ve “corregida”. Ha pedido también que se acepten durante la tramitación en el Congreso algunas de las propuestas del PP para la Ley de Extranjería: “Queremos tener nuestra aportación a ese texto y no que te den un texto ya cerrado”.