La Xunta insiste en el cierre del paritorio de Verín porque “un parto no es un infarto” y el PP de Ourense se desmarca de Feijóo

“Han decidido cerrar el paritorio; si de verdad quisieran plantear otras alternativas, apostarían por rotar a los profesionales del área sanitaria por varios centros para combatir esa supuesta falta de pericia, pero no quieren”. Javier Castrillo, jefe de Obstetricia y Ginecología del Hospital Comarcal de Verín, se pronunciaba en estos términos el pasado lunes antes de entrar a la reunión que el personal de este hospital ourensano había conseguido con el conselleiro de Sanidade, Jesús Vázquez Almuíña.

El máximo responsable sanitario del Gobierno de Alberto Núñez Feijóo había accedido a este encuentro tras haber comenzado en el hospital verinés un encierro indefinido de personal sanitario y vecinos de la localidad contra el cierre de su paritorio desde el pasado día 1. El conselleiro fue a la reunión, pero sin cambio alguno. El Servizo Galego de Saúde (Sergas) mantiene el cierre y lo hace insistiendo en que la decisión se basa en criterios de “seguridad y calidad del servicio” que, según Almuíña, no están garantizadas “por la baja natalidad” de la comarca, que provoca que “las habilidades” de los profesionales “no sean iguales” que antes.

Pero Almuíña fue fue más allá. “Un parto no es inmediato, no es un infarto que ocurre de un momento para otro, es un proceso largo que en el mejor de los casos tarda tres, cuatro horas... Hay tiempo para hacer el desplazamiento”, aseguró para justificar que las embarazadas de Verín y su comarca tengan que acudir a Ourense (a un mínimo de 70 kilómetros) para dar a luz. En el hospital, el personal y la ciudadanía movilizada decidía este martes en asamblea continuar con el cierre indefinido mientras recuerda que la baja natalidad es un problema que afecta a la zona desde hace décadas, incluso desde antes de la apertura del propio hospital, en 1994.

Vázquez Almuiña reconoce que la decisión del cerrar “es difícil” y que el Sergas tendrá que seguir “explicándola” entre una ciudadanía que ya prepara nuevas movilizaciones, que se prevén más contundentes. Además de colectivos sanitarios, organizaciones vecinales y la oposición parlamentaria gallega, este 4 de diciembre la movilización irá más allá de la provincia ourensana con al menos una docena de concentraciones convocadas por los movimientos feministas gallegos a través de la Marcha Mundial das Mulleres.

El PP de Ourense se desmarca

El malestar social por el cierre del paritorio de Verín crece y el Gobierno de Feijóo no podrá contar con el apoyo del propio PP de Ourense. No en vano, los de José Manuel Baltar han optado por desmarcarse de la decisión de la Xunta mediante una iniciativa conjunta con su socio de gobierno en la Diputación provincial (Democracia Ourensana) y Ciudadanos en la que reclaman formalmente que el servicio siga abierto.

Aprovechando un cruce de declaraciones con el PSOE provincial -que reprochó al PP no haberse unido a una enmienda que presentó de urgencia en el último pleno de la institución pidiendo mantener el paritorio-, los tres grupos han registrado una moción en la que cargan contra el líder socialista ourensano, Rafael Rodríguez Villarino, pero en la que también evidencian su desmarque con relación al cierre.

Según la moción registrada, “una idónea asistencia sanitaria” es un “servicio esencial” que “debe ser defendido para que la vecindad del rural ourensano tenga garantizada la misma atención que los habitantes de la capital”. Por eso, mantiene, “con independencia de criterios técnicos y científicos defendidos por profesionales de la sanidad”, el “anunciado cierre del paritorio del hospital comarcal de Verín no contribuye a garantizar la igualdad de oportunidades” en las comarcas alcanzadas.

Por todo esto, destacan, piden “a la Consellería de Sanidade que dote, mantenga y mejore los servicios que se venían prestando en el hospital comarcal de Verín para garantizar la calidad asistencial” y “concretamente”, que siga en marcha “el servicio de paritorio”. Este movimiento del PP de Ourense junto a sus socios de gobierno y C's debilita la posición política de la cúpula del PPdeG en este conflicto sanitario. Lo hace después de que, según fuentes de las movilizaciones contra el cierre consultadas por Praza.gal, cargos locales del PP ourensano incluso hayan alentado la participación en la multitudinaria manifestación que, el pasado fin de semana, exigió mantener abierta la sala de partos en el hospital verinense.