Israel Ferrer es catalán, de Barcelona, y a sus 30 años ha conseguido lo que siempre esperó: trabajar en Silicon Valley. Este español llegó a la cuna de las tecnológicas en 2012, de la mano de una ‘startup’ para la que trabajó como desarrollador de Android. Desde hace un año, Twitter es su casa, un gran salto para alguien que nació en el seno de una familia obrera y cuyo entorno más cercano apenas entendía lo que era un ordenador.
Allí trabaja en un equipo conocido como Fabric dentro del proyecto Digits, creando 'software' para que otros desarrolladores lo utilicen. Sus productos hacen la vida más fácil a otros compañeros a la hora de programar aplicaciones. Actualmente, Ferrer es líder técnico y coordina el trabajo de otras diez personas, pero más allá de organizarlo todo y de ayudar con su experiencia reserva siempre tiempo para programar.
A pesar de que la forma de vida de San Francisco no le acaba de convencer, la ciudad ha satisfecho completamente sus expectativas profesionales. Si tuviera que pedir algo, sería una línea directa entre el Valle y Barcelona.
¿Es sencillo entrar en una empresa tan grande como Twitter?
La verdad es que los desarrolladores estamos muy bien valorados y siempre se demandan. Probablemente somos el sector más privilegiado. En realidad, solo necesitas estar preparado para las entrevistas que te van a hacer, que son como un examen. Y obviamente tienes que tener los conocimientos e intentarlo, esforzarte. No tiene nada de especial, pero yo estudié para esas entrevistas como para un examen de final de carrera.
Normalmente, y aunque se equivoquen, siempre quieren tener muy claro a quién se contrata. Tiene que ser alguien que va a encajar perfectamente con un equipo, que tiene los conocimientos, y como es muy difícil echar a gente, si contratas a alguien que no cumple las expectativas es posible que el equipo en el que trabaja deje de funcionar. Por eso siempre se aseguran mucho de que, tanto a nivel cultural como técnico, la persona es válida. Además, siempre son varios los entrevistadores que te evalúan.
¿Ser español facilita o complica entrar en una gran tecnológica?
La suerte de San Francisco es que es una ciudad muy abierta, hay gente de todas partes, y cuando se hace una entrevista nadie puede preguntarte de dónde eres, qué idiomas hablas ni qué cultura tienes, porque se supone que quien te examina debe hacerlo de forma objetiva, independientemente de dónde vengas. Así que, en principio, no afecta nada.
¿Qué imagen se tiene allí de España como país?
La verdad es que todo el mundo está encantado con España. Conocen lo típico, saben que se come bien, que es un país bonito, nos tienen aprecio, les gusta el español y les gusta cómo somos. Aunque también piensan que la vida en España es menos intensa que en Silicon Valley porque allí todo es trabajar, trabajar y trabajar. Allí creen que en España la relación entre vida y trabajo es más razonable, pero por lo general tienen una buena concepción.
¿Conoces a otros españoles en Sillicon Valley? ¿Cuál es su perfil?
Cuando llegué aquí encontré a mucha gente que estudió conmigo en la universidad. Me junto con ellos de vez en cuando, a veces hacemos reunione, pero yo intento no ser muy sectario y también salgo con americanos. La verdad es que intento hacer mi vida como la haría en cualquier otra parte, y realmente no tengo un especial apego a los españoles solo por el hecho de que lo sean.
Eso sí, un 90% de los españoles que conozco son de mi mismo sector, desarrolladores. Algunos están intentando montar su empresa allí, otros hacen videojuegos, hay gente que trabaja para compañías como Apple… Y, más allá de una española que trabaja para el canal hispano que ha abierto CNET, no conozco a españoles de otras áreas. Al final, salir de tu entorno es complicado, y aunque San Francisco es una ciudad pequeña (casi Barcelona pero con la mitad de habitantes), te relacionas con quienes trabajan con tecnología.
¿Es muy alto el nivel de vida allí?
San Francisco es una ciudad de contrastes. En Estados Unidos pertenecer al 5% significa que eres rico. Sorprendentemente, esta ciudad está considerada dentro de ese porcentaje. Es un lugar donde para ser considerado rico necesitas ganar unos 423.000 dólares al año. En Nueva York, por ejemplo, necesitas 243.000, así que imagínate cómo es el nivel. Es curioso porque, sin embargo, luego hay 9.000 personas en la calle. Es un sinsentido bastante gordo y una sociedad injusta.
Por otro lado, la vida es cara, casi como en Manhattan. Yo pago mucho por mi piso, por mi habitación… Justo estaba mirando los precios de apartamentos en Nueva York e incluso Chelsea, y allí puedes alquilar apartamentos por el mismo precio que yo pago. La educación es muy cara. Aquí la movilidad de escalas sociales es mucho menor que en cualquier parte de Europa. Tienes ricos muy ricos, muchos más que en otras partes del mundo. Además, aquí mantienen el típico sueño americano de que si trabajas duro serás muy rico, pero yo no me lo creo. La única forma de ser rico es petarlo y tener suerte.
¿Crees que hay muchas diferencias entre desempeñar tu trabajo en España y hacerlo en Silicon Valley?
Bueno, no conozco a todas las empresas españolas, pero yo trabajé allí durante siete años. Fui saltando en diferentes compañías e hice diferentes roles, y lo que siento es que en Silicon Valley la profesionalidad es extrema, la gente está al 100% en el trabajo, si hay que hacer algo se hace. Aquí el profesionalismo es más alto, son supertrabajadores, pero porque su cultura es así. Una vez escuché un anuncio que decía que, mientras los europeos tenían un mes de vacaciones, los estadounidenses no necesitaban más de una semana. Y aquí yo no me he encontrado nunca un jefe que sea peor que sus empleados, pero en España sí.
En lo que respecta al emprendimiento y las 'startups', ¿qué medidas que se han tomado allí podríamos copiar en España?
Bueno, los españoles no tenemos nada que envidiar a ninguna otra nacionalidad. Nuestros profesionales son muy buenos a nivel técnico, pero el problema está en el dinero. Por trabajar en Twitter tienes beneficios como tres comidas al dia, gimnasio, yoga, masajes… Todo en la oficina . Es una forma diferente de tratar al empleado. Y cuando trabajas mucho te lo reconocen.
Respecto a la inversión, aquí seguro que hay más apoyo para las ‘startups’, aunque solo en San Francisco. Es normal, existe hay una red de emprendedores que surgieron en los comienzos del Valle. Es gente que arriesgó mucho dinero y que sigue reinvirtiéndolo para que vuelvan a salir cosas nuevas. Y hay muchos ejemplos de empresas que no han facturado en muchos años; eso en España no sé si hubiera sido posible. He escuchado muchas veces decir que, si estás ganando dinero, es que no estás reinvirtiendo lo suficiente para crecer más. Nuestra cultura española hace que esto sea difícil de entender.
Por otro lado, en Silicon Valley el capital mínimo necesario para impulsar cualquier empresa es más elevado. En España, con mucho menos puedes hacer más. Aunque es verdad que en España cada vez hay más aceleradoras de ‘startups’ y gente que tiene ganas de hacer cosas.
¿Y hay algo que se haga mejor en España que allí?
La red pública que tenemos que nos permite tener una esperanza de vida más larga que en Estados Unidos, y también la sanidad pública española que hace que nuestra sociedad sea más sana. Lo único que se hace mejor en Estados Unidos es todo lo relacionado con el sector privado, y que son buenísimos vendiendo y creando productos.
De España echo de menos la hora y media para comer, la típica sobremesa para hablar con los compañeros y que no todo sea trabajo, pero Silicon Valley tiene cosas buenas, como encontrarte a los mejores de las mejores empresas en los pasillos.
Sin embargo, en San Francisco, por ejemplo, se paga un 30% de impuestos y no te dan ningún servicio público. Ellos deberían aprender de los españoles y europeos eso que llaman “socialismo” y que tiene tan mala publicidad. Pero creo que, a nivel profesional, no me llevaría nada de España para Silicon Valley.
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