Sus dos creadores no llegan siquiera a la veintena y, en solo un año, han fascinado a más de dos millones y medio de usuarios. Nuno y Marco Balbona, primos coruñeses de 19 y 18 años, respectivamente, son los precoces padres de Curious Cat, una plataforma social que, sin hacer mucho ruido, ha llamado la atención de los habituales y jóvenes usuarios de Snapchat a los dos lados del charco.
“Mi primo y yo llevamos haciendo webs y juegos desde que éramos chavalines”, recuerda el mayor de los Balbona en declaraciones a HojaDeRouter.com. “Al principio eran cosas muy cutres y estábamos buscando ideas: queríamos hacer una web, porque habíamos estado haciendo juegos últimamente”.
El 3 de abril de 2016 surgió esa chispa que bien podría ir sucedida de un “¡Eureka!”. En solo una semana, Curious Cat era una realidad que, eso sí, no suponía ningún invento revolucionario. Más bien, se trataba de una versión mejorada de algunas otras plataformas que ya existían. “Coincidió que en Twitter España se hizo famosa una web que se llama ThisCrush que tiene un estilo bastante 2009, pero cuya idea me parecía interesante: te creas un perfil y puedes publicar confesiones anónimas. Pero le faltaban muchas cosas y decidimos hacer una versión mejor que funcionó”, resume Nuno.
La plataforma creada por estos dos jóvenes gallegos es un lugar a través del que se pueden hacer preguntas de cualquier tipo (y de forma anónima) a los usuarios. “Es una herramienta para conocer mejor a los de tu entorno anónimamente”, asegura Marco, que confiesa que la idea es similar a la que ya pusieron en marcha plataformas como ASKfm: preguntar a unos usuarios y que estos respondan.
No obstante, más allá de la estética, los Balbona se propusieron poner las cosas algo más fáciles. “Nos queríamos diferenciar en cosas que no tuviera ASKfm, que, por ejemplo, te pide que tengas una cuenta para acceder, algo con lo que nosotros discrepamos”, explica el menor de los creadores de Curious Cat. Así, acceder a la plataforma es tan fácil como hacerlo a través de Twitter o de Facebook. De hecho, por sus características, Nuno prefiere definirla como “herramienta social” antes que como red social. No en vano, sin la ayuda involuntaria de estos dos gigantes, Curious Cat no habría llegado a despegar.
Al fin y al cabo, y tal y como explican sus creadores, para que un usuario llegue a disfrutar al cien por cien de la experiencia que ofrece la plataforma, lo ideal es compartir esas respuestas en la red social a través de la cual se está conectado. En definitiva, la mejor forma de usar esta herramienta social es tuitear (o publicar en Facebook) las respuestas. “Por eso se hizo viral desde el día uno”, sospecha Nuno.
El crecimiento, de hecho, es innegable. Aquel proyecto que comenzó como un puro entretenimiento ha superado ya la cifra de los dos millones y medio de usuarios y su éxito no se centra exclusivamente en el territorio nacional. De hecho, según los datos facilitados por los padres de este curioso gato, los países desde los que más usuarios se han conectado en el último mes son Brasil, Estados Unidos, Francia, Argentina y Portugal.
Temas tabú y jóvenes
Un simple paseo por Curious Cat sirve para descubrir dos cosas. Por una parte, que la mayoría de sus usuarios rondan la edad de los propios creadores y son, precisamente, los mismos que llevaron a Snapchat en volandas hacia la popularidad. “Lo que tiene Curious Cat que no tiene Snapchat es que te permite hurgar un poco más: en Snapchat ves lo que te quiere enseñar la gente y en Curious Cat puedes pulsar un poco las teclas de una persona para que te responda”, explica Marco.
Además, mientras Snapchat ya se ha convertido en una red social mediática al estilo de Twitter y Facebook, en la plataforma creada por los dos jóvenes gallegos los adolescentes aún pueden gozar de cierta intimidad respecto a los adultos. “Lo que tienen las redes sociales nuevas durante su periodo de crecimiento es que proporcionan un espacio mucho más privado para los adolescentes”, reflexiona el menor de los Balbona.
Es precisamente esa sensación de intimidad la que da lugar a la segunda de las observaciones que se pueden hacer nada más poner un pie en Curious Cat: los temas que en otras redes sociales aún son considerados tabú se tratan con total normalidad (y bastante frecuencia) en la plataforma de los gallegos. “Es otro tema del anonimato”, razona Marco. “Todo el mundo es propenso a decir cosas que no diría si tuviera que ponerle una cara a lo que se dice y sí, se habla mucho de sexo, drogas y cosas más tabú”, sentencia.
No obstante, el anonimato también trae consigo algún que otro problema y más de una incómoda situación. Los padres de Curious Cat reconocen que en la plataforma se ha vivido casos de acoso que, por ahora, ellos mismos analizan de forma manual.
En cuanto a su futuro, los creadores reconocen estar abrumados por el éxito de esta herramienta social. “Empiezan a crecer los números y no te das cuenta de lo que significa eso, pero antes compartíamos servidor y dejó de sernos suficiente… Tuvimos que irnos a uno propio y ahí nos dimos cuenta de lo que había crecido”, explica Nuno.
De hecho, ambos confiesan no ser precisamente expertos en asuntos empresariales. Por ahora, Curious Cat cuenta con el apoyo de un programa para jóvenes emprendedores del Banco Santander, mientras un grupo inversor de Letonia ya ha posado su vista (y su colaboración) con estos dos precoces jóvenes que, aunque no creen haber desarrollado el próximo Twitter, sí han logrado construir un refugio para los jóvenes que buscan un lugar en internet donde hablar de todo sin miedo al qué dirán los adultos.
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Las imágenes de este artículo son propiedad de Curious Cat y Marco Balbona.