En 1958 el ingeniero francés Jean Bertin presentaba a la Sociedad Nacional de Ferrocarriles Franceses una maqueta de un metro y medio de longitud de un nuevo medio de transporte al que llamaba aérotrain (aerotrén, en español). Consistía en un tren propulsado por un motor a hélice de avión y que se deslizaría por una especie de vía gracias al principio de suspensión sobre colchón de aire (basado en el impulso vertical y constante de aire a presión bajo el objeto a elevar). Así, al evitar el rozamiento con los raíles, podría alcanzar velocidades nunca vistas hasta la fecha.
Comenzaron las pruebas a las afueras de París y, tras varios ensayos y mejoras, en 1974 el aerotrén consiguió alcanzar su récord mundial al llegar a 430,4 kilómetros por hora. Finalmente el proyecto fue abandonado, Bertin falleció al año siguiente y, en unos meses, los prototipos se quemaron misteriosamente.
Hoy en día, su nombre se utiliza con frecuencia para referirse a los monorraíles de los aeropuertos de ciudad de México o Beijing o a el tren colgante de la ciudad alemana de Wuppertal. Sin embargo, aunque todos ellos se elevan sobre el suelo, ninguno ha utilizado la fórmula de colchones de aire de Bertin. Algo que sí parece haber inspirado métodos más avanzados como el que plantea la compañía francesa Jacques Vaucanson con su modelo SpaceTrain.
Aunque esta startup que con su nombre rinde honor a un famoso inventor de autómatas del siglo XVIII no solo parece haber encontrado inspiración en sus antepasados, ya que el modelo que plantea es muy similar al HyperloopHyperloop que ha conceptualizado Elon Musk y está desarrollando la empresa Virgin Hyperloop One.
El objetivo de la compañía es crear un transbordador urbano que circule por un túnel débilmente presurizado y a una velocidad media de 540 km/h y a una máxima de 720 km/h. Incluso sus creadores aseguran que, con el tiempo, podría llegar incluso a los 1.300 km/h. Así que, teniendo en cuenta que las últimas pruebas del Hyperloop le hicieron rozar los 400 km/h, todo apunta que los franceses quieren ser la competencia directa de Elon Musk (y, si pueden, comerle la tostada).
Cómo será el SpaceTrain
Jacques Vaucanson ha mostrado un tren de fibra de carbono y con una forma aerodinámica que circulará por un túnel al igual que las famosas cápsulas de Hyperloop. En su interior, estas lanzaderas se moverán por turbinas de hidrógeno que se colocarán en su parte trasera y por motores alimentados por baterías de grafeno. Además, el tren se deslizará por encima de unos cojines de aire en una vía en forma de T invertida (como la propuesta por Bertin).
Todo esto se completa con un sistema magnético para las curvas. Esta técnica de levitación permite que el tren no sufra ningún rozamiento, lo cual, sumado a que está dentro de una cápsula, reducirá la presión atmosférica en un 80 %, hará que alcance altas velocidades y no emita ningún ruido. Eso sí, a menor velocidad, el SpaceTrain avanzará gracias a una especie de ruedas que también incorporará en sus bajos.
Por el momento, el primer prototipo está pensado para transportar entre 20 y 40 personas, aunque la compañía ha asegurado que ya trabaja en trenes comerciales que puedan llevar hasta 130 pasajeros. Todos ellos irán en una cabina aislada de los sistemas de propulsión y que estará dirigida automáticamente.
La empresa también ha detallado el sistema de frenado, que será doble. En esos casos intervendrán unos frenos de grafeno-carbono que se encuentran en el riel vertical y se invertirá la propulsión magnética asistida. Ante emergencias, el tren también dejará de levitar y podrá aterrizar sobre unos patines (también de carbono) que se desplegarán debajo de la cápsula. Además, al igual que en el actual sector aeronáutico, todos los sistemas se duplicarán o triplicarán para garantizar la máxima seguridad.
Cuándo estará listo
Según esperan desde la startup, este nuevo medio de transporte estará funcionando en solo 2 años. Para finales de 2020, los de Vaucanson pretenden comenzar con las ensayos en vía y, si todo va bien, en 2025 estrenar las primeras rutas reales. Para ahorrar tiempo, quieren aprovechar la línea de pruebas de 18 kilómetros que une las ciudades de Saran y Ruan, ambas en el distrito francés de Lorient, al sur de París, y que en su día ya utilizó el invento de Bertin.
“El transbordador se ejecutará en un túnel seguro que podría construirse en la línea experimental del aérotrain (...). La pista se compone de secciones de hormigón de 120 metros de largo, que a su vez consisten en 6 vigas de 20 metros”, aseguran desde la compañía. Para crear el túnel se prevé que se ensamblen 1.800 piezas de acero y otros materiales que se extiendan por 10 metros de longitud.
Aún sobre planos, la compañía ya está identificando cientos de rutas en las que poner en marcha el SpaceTrain. Por ejemplo, podría conectar París con la ciudad de El Havre, a 178 kilómetros de distancia de la capital, en menos de 20 minutos. Además, se planean conexiones ultrarápidas entre los dos aeropuertos de París o Lyon a Grenoble y Perpignan a Montpellier, e incluso pudiendo acercar a los funcionarios europeos de Estrasburgo a Bruselas en pocos minutos.
Entre sus planes también está realizar trayectos entre las principales ciudades de Italia y grandes circuitos en Alemania e incluso llevarlo a otros continentes para conectar, por ejemplo, las ciudades de Rabat y Casablanca, en Marruecos, en menos de 10 minutos. Además, Vaucanson ha creado una filial en los Estados Unidos para competir de cerca con Hyperloop y ya tiene planes para Australia, Canadá, México, Brasil y Tokio.
Ahora, sin duda, queda lo más complicado: crear estos trenes del futuro y toda la infraestructura necesaria con las ideas de Elon Musk pisando los talones. Puede que la competencia haga que los tiempos se aceleren y podamos recorrer grandes distancias en cuestión de minutos mucho antes de lo que imaginamos.
-------
Las imágenes son propiedad, por orden de aparición, de SpaceTrain