Un 61.8% de las personas dedicadas al ámbito tecnológico que trabajan en Microsoft son blancas. En Google suponen el 60%, en Twitter el 58%, en Apple el 54% y en Facebook el 53%. En Facebook, Google, Linkedin, Twitter y Yahoo solo un 1% de los trabajadores son negros. Apple supera la cifra, aunque por poco, con un 6%. Solo los trabajadores asiáticos tienen más presencia entre las grandes tecnológicas de Silicon Valley, especialmente en Linkedin (con un 60%) y en Yahoo (con un 57%). Pero eso no es de extrañar en un país, Estados Unidos, donde el 85.7% de quienes ocupan puestos ejecutivos y de liderazgo son blancos.
Por eso el equipo de Code2040, con sede en San Francisco, lleva desde 2012 esforzándose por cambiar los porcentajes y hacerlos, poco a poco, más igualitarios. Para reducir la brecha racial a la hora de acceder a puestos de trabajo en ingeniería y tecnología. A su juicio, la discriminación “amenaza la capacidad de Estados Unidos para seguir siendo competitivos”, especialmente cuando, según las estadísticas que manejan, en 2020 habrá más oferta que demanda en puestos informáticos.
Silicon Valley también discrimina
En 2040, si las previsiones no fallan, la suma de negros y latinos supondrá un 42% de la población estadounidense. Sin embargo, ese grupo de población tan solo representa un 9% de la fuerza de trabajo en el sector de la alta tecnología, y solo el 1% de los trabajadores actuales de Silicon Valley son afroamericanos. “Es una situación que tenemos que cambiar ofreciendo oportunidades y apoyo a quienes tengan talento dentro de esta minoría”, comentan desde la organización a HojaDeRouter.com
Pero las cosas seguirán tal cual si no se crean medios para que las personas negras, latinas y de otras minorías entren en contacto con las empresas, con sus conocimientos, y pasen a formar parte de una extensa comunidad que puede abrirles muchas puertas. Una de las cofundadoras de Code2040, Laura Weidman, cree que cuando perteneces a una de esas minorías los méritos no son suficientes para ser contratado en una gran corporación. A su juicio, el talento siempre es importante, “pero esa persona no conseguirá el éxito a menos que le abran las puertas de este lugar y consiga un asiento privilegiado”.
La razón es muy sencilla: aunque suele decirse que si tienes una buena idea tendrás un hueco en Silicon Valley, las cosas no son tan fáciles. “Incluso las personas con mejores intenciones pueden discriminar a otras - por cuestiones raciales - sin proponérselo, también en el epicentro del mundo de la tecnología”, comentaba hace justo un año Tristán Walker en una entrevista.
Walker es otro de los fundadores de Code2040. Es negro y proviene de una familia humilde. No lo tuvo fácil para conseguir trabajo en una firma como Foursquare. Por eso precisamente propuso crear este proyecto. También porque cree que existe una falta de conciencia en cuanto a las oportunidades que puede ofrecer “el valle”, y porque habitualmente suele ser difícil entrar en él. La intención es ponérselo fácil a los estudiantes de sectores discriminados por cuestión racial que acaban de terminar sus carreras o están en ello.
Becas para los más jóvenes y los mejor preparados
Para conseguir una de las becas que ofrece Code2040, los estudiantes deben presentar sus currículums, pasar una prueba – como, por ejemplo, programar un juego -, ser entrevistados por al menos tres empresas de tecnología y aprobar varios exámenes sobre conocimientos culturales.
Después son seleccionados para aprender de los mejores durante diez semanas, en rondas que se repiten cada verano. Pero no solo se pretende que estos becarios adquieran aptitudes y conocimientos para incorporarse al mundo laboral, sino también que se sientan capacitados para convertirse en los mentores y el modelo a seguir de los estudiantes que vengan detrás de ellos. De hecho también reciben clases de 'coaching' ejecutivo.
Por eso, la búsqueda no se centra solo en ingenieros con un buen currículum, sino también en estudiantes que tengan motivación y quieran convertirse en emprendedores.
A pesar de que no hay ninguna marca conocida entre los impulsores del proyecto, quienes invierten en la iniciativa sí lo son, o al menos tienen algún vínculo potente con ellas. Uno de ellos es Hunter Walk, que anteriormente fue director de gestión de productos de Google y que, además, ha sido mentor en Code2040. Con su empresa de capital riesgo, Homebrew, pretende respaldar iniciativas dirigidas “por personas que están interesadas en la diversidad de ideas y que casi siempre significa la diversidad de personas”.
¿Y los principales retos?
Los retos son numerosos. No es solo convencer a los empresarios de que el color de la piel, la procedencia o la familia de origen “no debería ser un impedimento para acceder a sus empresas”, sino también concienciar a la sociedad, pues es ella quien genera ese tipo de empresarios.
Por otro lado, “intentar resolver un problema como este”, intentar crear oportunidades para los grupos menos representados en el sector empresarial y hacer todo lo posible para que tengan éxito, es una labor muy compleja. Lo más difícil es “elegir por dónde comenzar y cómo continuar si las cosas no salen como se preveía”, añaden los responsables de la iniciativa.
Pero lo que parece cierto, tal y como afirma el equipo, es que a pesar de la situación compleja, su innovador programa está logrando reunir información importante que antes se desconocía sobre la situación real de esta brecha racial en el mundo tecnológico, así como reducir las barreras de entrada. “Si miramos hacia el futuro y seguimos trabajando como hasta ahora podremos encontrar una solución a lo que consideramos un problema y ampliar nuestro foco”, añaden.
Objetivos más que cumplidos
El primer año solo pudieron disfrutar del programa 5 becarios. El año pasado fueron 18, y este verano son 25 los estudiantes que entran a formar parte del ecosistema de Silicon Valley, aunque en principio solo sea unas semanas, trabajando en puestos remunerados de 18 compañías diferentes.
Hasta el momento, algunos de los estudiantes han conseguido trabajo en empresas como Linkedin y Facebook. De hecho, un 90% de aquellos que obtuvieron beca en 2013 lograron convertirla en un empleo con todas las letras. Code2040, por su parte, está pensando en expandir la iniciativa a otras ciudades y la intención es que pueda llegar a convertirse en una institución independiente, capaz de ofrecer esos puestos de trabajo sin tener que recurrir a otras tecnológicas.
“Creemos que la diversidad de este sector está cambiando, ya que el mercado también lo está haciendo”, aseguran. Y tienen claro que las empresas, finalmente, tendrán que adaptarse. Si no pueden hacerlo solas no hay problema: Code2040 también está para ayudarlas a seguir ese camino.
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