Espacio de opinión de la delegación de elDiario.es en Illes Balears. Las asociaciones políticas, sociales, económicas y culturales de las islas debaten sobre los distintos temas que afectan al archipiélago. Puedes enviar tu opinión a illesbalears@eldiario.es en castellano o catalán y sin límite ni máximo de caracteres.
A propósito de la Dana
Sobre este blog
Espacio de opinión de la delegación de elDiario.es en Illes Balears. Las asociaciones políticas, sociales, económicas y culturales de las islas debaten sobre los distintos temas que afectan al archipiélago. Puedes enviar tu opinión a illesbalears@eldiario.es en castellano o catalán y sin límite ni máximo de caracteres.
Escribo estas líneas con tristeza al pensar en el número de fallecidos y desaparecidos que la Dana deja a su paso por nuestro país, con especial virulencia en la Comunidad Valenciana. Llevamos días pensando en ellos y en sus familiares; en su dolor, en su desolación y en su desesperación. Ese dolor desgarrador, ese profundo pesar y ese sudor frío recorren el cuerpo de los ciudadanos de este país y llega más allá de nuestras fronteras. También me quebranto al ponerme en la piel de los damnificados, que aun perdiéndolo todo sufren saqueos de quienes se aprovechan de los más vulnerables; o al recalar en la mente de aquellos que se han visto abocados a sustraer lo ajeno como desesperante recurso para poder comer.
Me amarga el oportunismo político en momentos de catástrofe natural, que no debe entender nunca de ideologías o colores. Anhelo autenticidad en nuestros gobernantes y que siempre actuemos de buena fe, alejados de intereses espurios y que prediquemos con el ejemplo, como algún día nos enseñó un expresidente uruguayo.
Entiendo el enfado, la rabia y la desesperación de quienes lo han perdido todo. Debemos comprender la tensión de los habitantes, que han sobrepasado el límite del cansancio, acabando agotados física y psicológicamente. Personas que miran a su alrededor y solo ven destrucción. No obstante, pido que no incendiemos más la realidad cuando hay vidas humanas en juego, cuando la prioridad son ellas, las víctimas. Pido que eliminemos el morbo en situaciones extremas y que nuestro mayor objetivo sea siempre buscar solución y no alimentar la violencia o la afección. Así, recuerdo a los medios de comunicación, a mis colegas, la importancia de su labor, al ser un elemento fundamental para informar a la ciudadanía y dar cobertura sobre todo en situaciones de emergencia, siempre con rigurosidad y sin caer en el sensacionalismo.
0