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Espacio de opinión de la delegación de elDiario.es en Illes Balears. Las asociaciones políticas, sociales, económicas y culturales de las islas debaten sobre los distintos temas que afectan al archipiélago. Puedes enviar tu opinión a illesbalears@eldiario.es en castellano o catalán y sin límite ni máximo de caracteres.

Feijóo necesitaba desmarcarse de Vox y ellos facilitan el trabajo

Xavier Cassanyes

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El ultimátum del gobierno de volver a la mayoría anterior, mayoría simple, para la renovación del Consejo General del Poder Judicial con la aquiescencia, más protocolaria que efectiva, de la autoridad europea ha forzado el acuerdo de renovación.

No es que el partido popular haya bajado sus exigencias, es simple y llanamente que ha visto que podría quedarse descolgado de influir en esta reforma que mantuvo amarrada, bloqueada desde 2018 (cuando tocaba la renovación), gracias a que, cuando la mayoría absoluta de Rajoy, los populares cambiaron la mayoría necesaria para la renovación, de simple a cualificada, asegurándose así que, aún en la oposición, tendrían la llave para el nombramiento del órgano director de los jueces. Y, por tanto, la potestad de nombrar a qué jueces tocaba enjuiciar tal o cual causa. Todo ello, cuando la corrupción en el PP entraba en multitud de procesos judiciales.

Por mucha alianza que tuviera el PP con el partido popular europeo, mayoría en la euro cámara, al que acudió pretendiendo confundir a los europarlamentarios asimilando la situación de la justicia en España con las injerencias y supeditación de la justicia a la política como se articuló en los mandatos de Ley y justicia en Polonia y en la actual Hungría de Orban. La vía de intermediación europea estaba ya agotada. En la Unión Europea no cuela no del autoritarismo del gobierno, y cansa. El autoritarismo está en Orban, al que Meloni va tener bien presente si no quiere sucumbir por su derecha.