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ENTREVISTA Neil Jordan, director de cine

Neil Jordan: “Es una época difícil para los cineastas, hay una crisis en la industria”

Esther Ballesteros

Mallorca —

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Ganador de un Oscar al mejor guion original por 'Juego de lágrimas', el director, guionista y novelista irlandés Neil Jordan ha recalado esta semana en Palma para dar el pistoletazo de salida a la duodécima edición del aclamado Atlàntida Mallorca Film Fest (AMFF), evento en el que, además, ha sido galardonado con el tercer premio Masters of Cinema otorgado en colaboración con la Mallorca Film Commission. Un atributo, el de maestro, con el que elude definirse a sí mismo ya que “es algo que te dan los demás y no algo que uno se pueda otorgar a sí mismo”, comenta en una entrevista con elDiario.es.

Con 70 años y decenas de películas en su haber, el prolífico cineasta realiza un repaso a lo largo de su trayectoria y habla sobre su forma de ver el cine y del estado actual en el que se encuentra la industria, polarizada entre los pequeños títulos y las superproducciones de las grandes franquicias. “Esa es una de las razones por las que estoy aquí [en el AMFF]. Cuando me dijeron que me iban a galardonar con el premio, me interesó mucho el festival por esa doble cara que tiene de existir online [el certamen fue creado por Filmin, donde podrá verse la edición online del 24 de julio al 24 de agosto] y también de hacer proyecciones. Y yo creo que sin duda hay una crisis en la industria del cine”, afirma.

“No sé si a todo el mundo le gusta Marvel [enfocada en la superproducción de filmes de superhéroes], pero mi tipo de película, desde luego, hoy en día prácticamente solo existe online. Y creo que para los cineastas es una época difícil”. Sobre las palabras de Jordan sobrevuela cierto desaliento al recordar cómo con la COVID y el confinamiento “parecía que el cine se iba a morir”, si bien subraya que finalmente no sucedió así, ya que “lo están continuando los jóvenes directores y guionistas”. “Son un poco como cuando yo era joven”, añade.

Jordan, quien en los años setenta se inició en el mundo de la televisión y en 1982 escribió su primer guion bajo el título 'Angel', embarcándose en un rodaje con Stephen Rea –uno de sus actores fetiche– como protagonista, admite que “uno no puede escapar de sus tendencias, de sus obsesiones, de sus cosas personales, y eso es algo que se transmite en todas las películas que hago”. Sobre sus comienzos, afirma que antes de introducirse en el celuloide le apasionaba escribir: “Yo soy irlandés y en Irlanda no tenemos tradición de hacer cine. Sí hay, en cambio, una influencia enorme de James Joyce”. Pese a ello, señala que a él le apetecía “empezar a hacer películas” y por eso pasó “de escribir a hacer cine”. 

“Conforme te haces mayor, cada vez es más difícil hacer una película”

El director, que próximamente regresará a las salas cinematográficas con la misteriosa 'Marlowe', reconoce que “a medida que te vas haciendo mayor, cada vez es más difícil hacer una película”, pero, curiosamente, señala, es cuando “la gente te celebra más”, como le ha sucedido con el reciente Masters of Cinema. Afirma, no obstante, que en el cine en general “siempre prefieren a los jóvenes: jóvenes directores, jóvenes actores... Y yo ya tengo 70 años. No debería decirlo, pero los tengo”.

“Por ejemplo, si escribo un guion ahora y lo presento, pues lo leen y dicen: 'Sí, bueno, vale, pero es que queremos trabajar con gente más joven; tú ya eres muy mayor'. Ahí está la ironía: por un lado te están celebrando y por el otro cuesta mucho llevar a cabo el trabajo”.

Sobre las dificultades con las que se encontraría a la hora de rodar, treinta años después, 'Juego de lágrimas', Jordan cree que “sería imposible”: “Por ejemplo, que el personaje principal entre en un bar de ambiente y no se dé cuenta de ello, hoy en día es impensable”. Recuerda que, en su momento, se cuestionaban “cosas que eran importantes en ese momento, como las diferencias de género, si uno es de raza blanca o raza negra, si es irlandés, del Reino Unido o de Estados Unidos”. “Son cuestiones que atañen a la naturaleza humana. Entonces, se cuestionaba si esas etiquetas que nos colgábamos alrededor del cuello nos definían o no y, sin duda, todo sería diferente si la hiciera hoy en día”.

El veterano cineasta tiene claro que, aunque la cinta seguiría siendo “relevante”, no la crearía de nuevo ahora. “De hecho, cuando se filmó la película en aquel momento, había mucha gente que estaba en fase de transición de género –aunque no era el caso de Gibson [el protagonista de 'Juego de Lágrimas'], porque él era un homosexual de toda la vida–. Es cuando se inició la posibilidad médica de llevar a cabo esos cambios físicos. Y para mí era un mundo que me fascinaba porque lo desconocía por completo”. Al respecto, Jordan cree que hoy en día la situación sería otra, ya que “la cuestión de la transexualidad está más viva y más activa que nunca”.

“Me encanta Hollywood, es a Hollywood a quien no le gusto yo”

El director alude, asimismo, a su relación con la meca del cine. “A mí me encanta Hollywood. Es a Hollywood a quien no le gusto yo”, declara sin tapujos. Recuerda que rodó allí varias películas con actores como De Niro o Sean Penn, además de la celebrada 'Entrevista con el vampiro', en la que aglutinó a nombres de la talla de Tom Cruise, Antonio Banderas y Kirsten Dunst. “La verdad es que a Hollywood le gusta la gente como yo, pero luego no saben qué hacer con ella. Hoy en día, con Marvel, eligen a directores jóvenes que han hecho una pequeña película, algo no muy importante, y que tienen a lo mejor 20 ó 25 años. Les dan un presupuesto de 200 millones de dólares y, claro, puede estar muy bien para Marvel y para los jóvenes directores, que suben como la espuma, pero no le hacen ningún favor al resto de los directores”.

Acerca de su último proyecto, 'Marlowe', Jordan explica los motivos que le llevaron hasta Barcelona para rodar parte de las localizaciones de la cinta. “La película está basada en Los Ángeles de 1938. Los Ángeles es una ciudad a la que le encanta destruir todo lo que tiene que ver con el pasado, así que la ciudad de aquel año ya no existe. Por eso, tenía que buscar un lugar, una localización donde pudiera reproducir esa época. Si se quiere, podemos denominarlo estilo arquitectónico español-mediterráneo. Barcelona tiene algunos sitios ideales para la escenografía de la película y los alrededores, como La Floresta. Es donde realmente he podido generar esas imágenes de Los Ángeles de 1938. No habría sido posible rodarla sin Barcelona”.