El gestor aeroportuario Aena propone elevar las tarifas aeroportuarias un 4,09% a partir del 1 de marzo de 2024, según comunicó este miércoles el grupo a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en la presentación de resultados semestrales, tal y como confirmaron ayer a Europa Press fuentes cercanas a la propuesta.
Esta subida podría suponer, de hecho, un incremento de los billetes aéreos en los próximos meses teniendo en cuenta que las aerolíneas, que pagan estas tarifas por los servicios que reciben de los aeropuertos, tendrá que repercutir seguidamente este incremento a los pasajeros.
Esta propuesta, que fue aprobada este martes por el consejo de administración de la empresa pública, deberá contar ahora con el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
El consejo aprobó en su reunión de ayer la propuesta tarifaria aplicable a partir del 1 de marzo de 2024, fijando el ingreso máximo anual ajustado por pasajero (IMAAJ) para 2024 en 10,35 euros por pasajero, lo que supone una variación del 4,09% respecto al
IMAAJ de 2023 (9,95 euros por pasajero).
Buena parte de la subida, hasta un 3,5%, responde a una corrección de costes por la prestación de los servicios aeroportuarios, a través del conocido como Índice P, que fue aprobada el 8 de junio por la CNMC.
La factura energética, los costes de personal, los tributos locales, los servicios de navegación aérea, de limpieza, de reparaciones o el de seguridad, son algunas de las partidas actualizadas con el Índice P.
Aena recuerda que el alza tarifaria se daría en un contexto de IPC medio del 8,4% en 2022, ejercicio en el que Aena registró un incremento en el coste energético, como principal variación, superior al 40%.
Las tarifas aeroportuarias de Aena son las contraprestaciones que ésta tiene derecho a percibir por la prestación de servicios aeroportuarios básicos. El precio máximo por pasajero (IMAAJ) es el resultado de la actualización de las tarifas con el índice P, así como otros ajustes recogidos en la ley.
Incremento de costes energéticos
Uno de los principales motivos que podrían estar detrás de esa decisión de proponer un incremento de tarifas es el aumento de los costes energéticos y del combustible de los últimos meses, además de la recuperación del tráfico aéreo con la vuelta a datos históricos que también podría apuntalar un incremento de tarifas aeroportuarias después de las congelaciones de los últimos años.
El Documento de Regulación Aeroportuaria (DORA) 2022-2026 fija que las tasas para las aerolíneas queden congeladas hasta 2026. No obstante, una ley de 2014 permite a Aena repercutir los costes extraordinarios fuera de control que sobrevengan durante ese periodo, como podría ser el caso.
La subida, que debe ser analizada ahora por la CNMC y tener el visto bueno del Consejo de Ministros, entraría en vigor el 1 de de marzo de 2024, podría llevar aparejado un incremento de los billetes aéreos por parte de las aerolíneas que rechazan de plano esta subida.
Las aerolíneas rechazan subidas
Y es que esta propuesta de subida de Aena choca de frente con los deseos de las aerolíneas representadas principalmente por la Asociación de Líneas Aéreas (ALA) e IATA, que por el contrario piden una rebaja argumentando un aumento de los costes del combustible y de los costes salariales.
La líneas aéreas han pedido reiteradamente a Aena que no suba las tarifas aeroportuarias en 2024 para favorecer la consolidación de la recuperación del sector aéreo, lo que permitirá, en su opinión, “una mejora de la competitividad y del servicio que reciben los usuarios”.
ALA confiaba en que el gestor aeroportuario opte por unas tasas competitivas “para facilitar la recuperación de la aviación comercial”, todavía “muy impactada por el alto endeudamiento” que muchas compañías asumieron durante la pandemia.
Desde la Asociación consideran que Aena “tiene margen para no subir las tasas aeroportuarias” después de entrar en beneficios este año y tras la reciente decisión de recuperar el pago de dividendos a sus accionistas.
Por su parte, los gestores aeroportuarios critican que las aerolíneas sigan subiendo los precios de los billetes, al tiempo que reclaman bajadas de tasas.
Así, el vicepresidente de Aena, Javier Marín criticó el pasado mes de junio en una cumbre del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI, por sus siglas en inglés) que los reguladores nacionales continúen “obsesionados por aplicar presión a la baja sobre las tarifas aeroportuarias creyendo que eso beneficia al consumidor final”.
Desde ACI se defiende que la contención tarifaria en los aeropuertos solo beneficia a los accionistas de las compañías aéreas, mientras estas han elevado precios en porcentajes superiores al 30%, “seis veces por encima de la inflación”.
Las tarifas más bajas de Europa
El pasado mes de noviembre el presidente y consejero delegado de Aena, Maurici Lucena, ya señalaba que aunque las tarifas aeroportuarias tengan que ser revisadas al alza a partir de 2027, eso no es “nada preocupante”, dado que estas seguirán siendo “las más bajas de toda Europa”.
El presidente de Aena explicaba que estas tarifas “tan competitivas” habçian ayudado a “mantener un círculo virtuoso” de más tráfico, más turismo y más pasajeros de largo radio, pero que esta congelación tenía “un límite”. En ese sentido, argumentó que si hay una ola de inversiones para aumentar la capacidad de los aeropuertos, “de alguna manera tiene que ir a las tarifas”.
El año pasado, la compañía presidida por Maurici Lucena ya solicitó un alza de las tarifas aeroportuarias de siete décimas porcentuales, pero Competencia decidió congelar las tasas teniendo en cuenta la evolución del tráfico aéreo prevista.
Se espera un verano histórico
Ahora un argumento a favor de este incrementos de tasas solicitados por Aena podría ser el registro histórico de viajes con el que Aena podría cerrar el presente ejercicio. Los aeropuertos españoles registraron cerca de 130 millones de pasajeros en la primera mitad de año, un 23,4% más que en 2022.
Lucena aseguraba el pasado mes de julio que 2023 sería un año récord de tráfico aéreo en España, ante las buenas previsiones que hay de cara al verano. Y es que ya desde la junta de accionistas del pasado mes de abril, en la que se aprobó la vuelta al pago de dividendos, el directivo confiaba en superar “perfectamente” el récord estival de 2019.
En este contexto, el dirigente de la compañía reconoció que la “vertiginosa recuperación del tráfico ha desbordado ya las expectativas” de su plan estratégico para 2022-2026 tanto en la cifra de pasajeros como en la de ebitda, que podría recuperar los niveles prepandemia antes de 2024 si hay “suerte”.
Precisamente mañana miércoles se darán a conocer los resultados económicos del gestor aeroportuario correspondientes al primer semestre, que se espera sigan en la línea de los registrados en el primer trimestre en el obtuvo un beneficio neto de 133,6 millones de euros, frente a las pérdidas de 41,7 millones registradas en el primer trimestre de 2022.