Las familias que reclaman el cobro de las ayudas al alquiler de 2021 en Balears: “Es un balón de oxígeno”

Esther Cabezas

Eivissa —

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A pesar de las últimas novedades para poner freno a la escalada de los precios del alquiler en España con el reciente Real Decreto-ley firmado por el Gobierno central, parece ser que las medidas, aunque urgentes, llegan tarde, son insuficientes y no influirán mucho en los territorios tensionados o altamente tensionados como son las Balears. Así lo aseguran desde el Sindicato de Inquilinas de Ibiza y Formentera, que en la línea de otras entidades de inquilinas de todo el país lo consideran como un parche. A su juicio, es un último intento por parte de los socios del gobierno a la izquierda del PSOE de que se cumpla una de las premisas por las que se firmó el pacto para la formación de este Ejecutivo progresista. “Por razones que no llegamos a comprender no se ha llevado a cabo hasta el momento y está sumiendo a multitud de familias en la desesperanza, la ruina y el desamparo”, afirman.

Así las cosas, desde el Sindicato de Inquilinas pitiuso solicitan que a la mayor brevedad posible se haga efectiva la nueva Ley de vivienda estatal que contenga “sí o sí” un tope a los precios del alquiler “y ponga freno a este desatino”. La vivienda, dicen, “tiene que ser un derecho efectivo para las miles de familias que se están viendo abocadas a dejar sus casas y el archipiélago por subidas de precios abusivos, imposibles de asumir por trabajadores de todos los sectores”, incluidos los de sanidad, educación y fuerzas de seguridad del Estado, “poniendo en peligro los servicios públicos más esenciales”. Desde la entidad consideran que este grave problema, que vienen denunciando año tras año, “está produciendo un éxodo de consecuencias fatales incluso para el sector del turismo que se encuentra en una situación delicada por la falta de personal y que está teniendo su repercusión en la calidad de los servicios”.

El Govern viene instando desde hace años al Gobierno central a que apruebe la Ley de Vivienda estatal -en un inicio estaba previsto que fuera validada a finales de este año 2022, pero no ha sido así-. Con esta ley, el Ejecutivo balear podría poner topes al precio de los alquileres. Además, “se ha incrementado [el precio de la vivienda] en la pandemia y después de ella por la llegada de personas de países del entorno europeo que se han instalado en Balears como nómadas digitales”, explican desde el sindicato. A esto podemos añadir la presión que ejercen en el mercado inmobiliario balear los compradores extranjeros con mayor poder adquisitivo.

Así las cosas, la única tabla de salvación son las ayudas al alquiler que ofrecen las diferentes administraciones y que desde el Sindicato de Inquilinas consideran necesarias “por la situación que se está viviendo, a pesar de que finalmente, si somos claros, ayudan también a que la burbuja inmobiliaria siga subiendo”. “Por esta razón, el Ejecutivo balear solo ofrece estas ayudas con un tope de 900 euros de renta”, explican desde el sindicato. Las ayudas se financian con fondos estatales y autonómicos y esta cuantía -los 900 euros- ya supera la mayoría de alquileres, incluso de una habitación, como podemos comprobar en los diferentes portales de alquiler de vivienda.

Las ayudas al alquiler para residentes en Balears

Sin embargo, parece ser que en la convocatoria de estas ayudas al alquiler de 2020 y en la de 2021 la situación se ha desbordado y los presupuestos que se aprueban para estos fines, y que cada año ven incrementada su cuantía, no son suficientes para dar cobertura al número de solicitudes, que en el caso de 2021 llegaron a las 10.000 frente a las 8.000 del año anterior, un 25% más, en el que se concedieron 5.427. En concreto, en lo que se refiere a las ayudas al alquiler correspondientes al 2021, el Sindicato de Inquilinas pone de manifiesto cómo muchas familias aún están esperando su cobro, “que se debería haber producido a lo largo de este año”.

La entidad pone de manifiesto que esta situación se suma a la subida de los precios de los alimentos y la energía, lo que está haciendo que muchas de estas personas, que en muchos casos vienen siendo beneficiarias de estas ayudas desde hace muchos años, “no hayan podido devolver el dinero que han pedido en préstamo a familiares y amigos para hacer frente a sus rentas, en el mejor de los casos; y que otros hayan tenido que dejar de hacer frente a sus obligaciones”, lo que les ha sumido en situaciones de impago que pueden desembocar en que estas personas “sencillamente pierdan sus casas y que los propietarios no puedan cobrar sus rentas”, a pesar de las medidas incluidas en el Real Decreto del 27 de diciembre.

Desde la Conselleria de Habitatge del Govern han asegurado al elDiario.es que todas las unidades familiares que han presentado bien la documentación, 4.532 beneficiarias, ya han cobrado la ayuda, que “los pagos se han ido haciendo efectivos desde el mes de mayo” y que el 96% del presupuesto correspondiente al año 2022 para sufragar este gasto, 8.726.887 euros, “ya se ha agotado para pagar a estas solicitantes”. En estos momentos, según fuentes de la Conselleria, se prevé que el Govern apruebe en los presupuestos de 2023, que como es habitual se aprobarán a principio de año, una partida para hacer frente a todas las solicitudes que subsanen los errores en su documentación, “ya que el ánimo de la Conselleria es siempre el de dar cobertura a la mayor cantidad de solicitantes posible”.

“El dinero llegará con un año de retraso y previsiblemente, como ya ha pasado en años anteriores, se cobrarán dos ayudas en el mismo año, con los perjuicios que supone para muchas familias en su declaración de la renta, ya que estas ayudas son contributivas. A muchos les tocará pagar”, puntualizan desde el Sindicato de Inquilinas.

La entidad asegura que en 2020 y 2021 los procedimientos han cambiado. “En 2019 y en años anteriores, primero se publicaba un listado en el que se indicaban las solicitudes que estaban admitidas y las que necesitaban alguna rectificación, para lo que se abría un periodo de subsanación de documentación, como hemos podido comprobar que también se indica en las bases de la convocatoria de 2021”. Según los afectados, en este año y en el anterior la operativa ha cambiado y “después de publicarse un listado de admitidos, este ha desaparecido de la web y, sin publicarse aquellas solicitudes que necesitaban rectificación, se ha empezado a pagar y se ha publicado una lista donde se iban añadiendo las personas que iban cobrando la ayuda”. “En ningún momento se ha abierto un periodo de rectificación y las personas que estábamos en el primer listado publicado y que creíamos que íbamos a cobrar nos encontramos en la incertidumbre, ya casi terminando el año, de que no sabemos qué es lo que ha pasado”, añaden.

“No tengo un hogar digno que pueda pagar”

Sin embargo, y a pesar de esta disposición por parte del Govern y de las medidas urgentes del Ejecutivo nacional, la realidad, el día a día para muchas familias, está siendo muy duro. Así lo pone de manifiesto J. Z., madre de dos hijos en edad escolar y perceptora de la ayuda de alquiler desde hace varios años. Para su familia es muy importante recibir esta ayuda para poder llegar a fin de mes “este año más que ningún otro”. La mujer asegura que ha presentado su documentación tal y como lo ha hecho en convocatorias anteriores en las que había cobrado con normalidad.

“Estoy en contacto con otras personas que también solicitan la ayuda y unas han cobrado y otras no, pero nadie se ha puesto en contacto con nosotros, ni en la web donde se publica todo han colgado ninguna información para saber lo que está pasando”, comenta en referencia a la página de la Direcció General de Habitatge i Arquitectura, donde se va informando a las personas solicitantes de todo el proceso. “Así es que no sabemos si vamos a cobrar o no o qué es lo que está pasando. Llevamos meses intentando ponernos en contacto con el teléfono que aparece en la página, el 971176517, pero comunica o no lo cogen, algún compañero ha conseguido hablar con ellos después de semanas intentándolo durante horas y lo que le han dicho es que a principio de 2023 saldrán más listas”. 

No sé si cobraré. Llevamos meses intentando ponernos en contacto con el teléfono que aparece en la web del Govern, pero comunica o no lo cogen. Algún compañero ha conseguido hablar con ellos y le han dicho que a principios de 2023 saldrán más listas

Desde la Conselleria de Habitatge, de la que depende esta dirección general, aseguran que las vías de comunicación funcionan y que las personas interesadas tienen una “línea de cita previa en la Direcció General de Habitatge que atiende diariamente multitud de peticiones y dudas en relación a las líneas de ayudas de que disponen y recomiendan que se haga uso de ellas”. No obstante, tanto J. Z. como desde el Sindicato de Inquilinas de Ibiza y Formentera aseguran que las personas usuarias no están recibiendo la información y que esta no se está facilitando en tiempo y de una manera clara. Así lo hemos podido comprobar en la pagina web donde corroboramos que este servicio de cita previa se ha puesto a disposición de la ciudadanía el pasado 15 de noviembre, después de la última publicación de listas que tuvo lugar el día 2 de ese mismo mes, que es cuando se realizó el último pago.

J. Z. está en una situación límite “porque contaba con el dinero de la ayuda” que ha recibido otros años para hacer frente a una situación que se complica por momentos. Después de tener que pedir una excedencia en su puesto de trabajo en el sector sanitario por cambios en sus horarios que le impedían poder cuidar adecuadamente de sus dos hijos, tuvo que cambiar de sector para hacerse cargo de sus gastos. Tras un año en una empresa de limpieza -“No se me caen los anillos”, afirma-, su salud se resintió y le detectaron una enfermedad rara que la obligó a dejar también este trabajo.

“Con el corazón en un puño pedí la reinserción en mi antiguo empleo, porque mis condiciones ya no me permitían seguir limpiando, pero cuando vieron los informes médicos me rebajaron la categoría y mi sueldo se quedó en la mitad, lo que me ha obligado a depender económicamente de favores para poder hacerme cargo de mis gastos y sobre todo del alquiler”. Las cosas se complicaron para J. Z. cuando la propietaria de su vivienda, el hogar en el que llevaba viviendo con sus hijos 10 años, le informó de que no le renovaba el contrato y tuvo que cambiar de hogar con un incremento de 700 euros sobre el precio que pagaba.

J. Z. cuenta que está tocada y a punto de hundirse: “Cuento con el dinero de la ayuda al alquiler que había recibido durante años y que para mí ha sido siempre un balón de oxígeno. En mi situación actual es la única esperanza que tengo para poder pagar mi renta, aunque sé que el año que viene, dada la cuantía del alquiler de mi nueva casa, ya no podré ni solicitarla. Es un dinero con el que contaba para salir adelante, para dar una vida digna a mis hijos mientras mi vida se cae a pedazos”. 

En medio de esta situación, J. Z. acaba de salir del quirófano: “La operación ha salido bien, pero los dolores son insoportables, mis huesos se mueren y mi cabeza no puede dejar de pensar en qué va a ser de mi vida, de mis hijos… Hasta hace nada era una persona normal con un buen trabajo, un buen sueldo y un hogar. De un momento a otro no tengo un hogar digno que pueda pagar, no tengo salud ni trabajo y el colmo de todo es que la ayuda del alquiler con la que contaba no llega y nadie me da una explicación. Estoy desesperada”.

Hasta hace nada tenía un buen trabajo, un buen sueldo y un hogar. De un momento a otro no tengo un hogar digno que pueda pagar, no tengo salud ni trabajo y el colmo es que la ayuda con la que contaba no llega y nadie me da una explicación

Como J. Z., muchas de las personas que pensaban cobrar su ayuda del alquiler en 2022, la correspondiente al 2021, no podrán hacer grandes celebraciones. A pesar del Real Decreto del 27 de diciembre, su situación no cambiará. “Mientras el Ejecutivo central no cumpla sus promesas de una Ley de Vivienda que introduzca unos topes al alquiler esta situación no cambiará”, aseguran desde el Sindicato de Inquilinas de Ibiza y Formentera, que se muestra cauto también en los resultados que estos topes pueden tener en las Islas donde “la presión de la oferta y la demanda hace que el fraude sea tan común y generalizado que las personas inquilinas se ven abocadas a un abuso sistemático a pesar de la legislación”. De momento, J. Z. y todas las personas que no han cobrado la ayuda del alquiler de 2021 siguen esperando a las puertas de 2023 un parche que les permita seguir aguantando.