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El Consell de Mallorca, gobernado por PP y Vox, ha archivado la denuncia interpuesta por un grupo de funcionarios contra el conseller de Turismo de la institución insular, Marcial Rodríguez, a quien acusaban de intentar agredir al jefe de Inspección de su departamento. Tras salir a la luz estos supuestos hechos, Rodríguez convocó a los medios para negar el suceso de forma tajante: “Niego rotundamente todas y cada una de las acusaciones que se vierten o se dice verter en ese documento”, recalcó en su momento. La denuncia lo acusaba de supuesto maltrato psicológico, amenazas y coacciones.
En concreto, ha sido la Comisión del Sistema interno de información del Consell la encargada de dirimir si Rodríguez incurrió en algún tipo de infracción y la que finalmente, tras analizar toda la documentación del caso y entrevistar a varios testigos, ha decidido dar carpetazo a las investigaciones, tal como han confirmado a elDiario.es fuentes de la institución supramunicipal. Tal como subrayan, no se detectado ninguna infracción de carácter penal como tampoco administrativo.
En concreto, los hechos fueron publicados por el periódico local Última Hora, que informaba de que la denuncia relataba diversos episodios de presunta agresividad por parte del conseller, como “un día” en que llegó a una de las dependencias de la institución “como siempre gritando y faltando al respeto al jefe de servicio de inspección”. “Un día le amenazó con que si no le obedecía no le renovaría la comisión de servicios. Luego le levantó la mano para pegarle. Finalmente no le pegó pero le vieron muchos funcionarios. Hay testigos. Lo vio mucha gente”, señala la denuncia, según la noticia del Última Hora.
El documento -siempre según las informaciones del citado diario local- detalla que los funcionarios instaron al jefe de inspección a denunciar a Rodríguez “por delitos de coacciones, amenazas e intento de agresión”, si bien aquel finalmente no lo habría hecho “por miedo”.
En declaraciones a los medios tras conocerse la noticia, el conseller manifestó que, una vez dispusiera del documento -cuya autoría señaló que era “anónima”-, podría llevar a cabo “las actuaciones que sean necesarias” para defender, “sin lugar a dudas”, su “honestidad y responsabilidad” en el cargo que desempeña. Un cargo que aceptó, según aseguró, con el objetivo de “poder construir una administración pública eficaz y a la altura de las expectativas y de la excelencia de la oferta turística de esta isla en todas sus ramas y vertientes”.
Ante las preguntas de los periodistas, el conseller insistió en negar todas las acusaciones y, sobre el trato con los funcionarios de su departamento, Rodríguez lo calificó de “excelente y de respeto mutuo”. Sobre si alguna vez tuvo algún enfrentamiento con alguno de los trabajadores, aseguró que “no más allá de la vehemencia o de las discusiones que puede haber en cualquier puesto de trabajo cuando estás hablando de temas profesionales”.
La oposición pidió su cese inmediato
Tras conocer la noticia, el grupo insular del PSIB-PSOE exigió el cese “inmediato” de Rodríguez. La portavoz socialista, Catalina Cladera, se mostró “muy preocupada” ante unos hechos “muy graves” y, en consecuencia, reclamó al presidente del Consell, Llorenç Galmés (PP), que cesara inmediatamente al conseller de Turismo. “No podemos permitir de ninguna manera que un conseller con esta descripción que hacen los medios sea un alto cargo”, manifestó.
Asimismo, pidió a Galmés que compareciera públicamente -algo que no ha hecho- para explicar si conocía estos hechos y, de ser así, por qué no había actuado antes y “ha permitido todo esto”. De igual forma, el portavoz de Més per Mallorca en el Consell, Jaume Alzamora, pidió la destitución “inmediata” del conseller insular después de que la denuncia fuese ratificada por los funcionarios. El ecosoberanista subrayaba que la denuncia interpuesta contra Rodríguez “ni es falsa ni anónima”, lo que, en su opinión, era “el único argumento” que el Consell había esgrimido para mantener a Rodríguez en el cargo.
Por su parte, el presidente de la institución ha celebrado este martes el archivo de la denuncia ha acusado al PSIB y a Més per Mallorca de vulnerar el principio de presunción de inocencia. En un mensaje difundido en redes sociales, Galmés ha hecho hincapié en que con el archivo de la denuncia “queda demostrado que las acusaciones eran falsas”. “En política no todo vale. El PSIB y Més per Mallorca han sobrepasado todos los límites vulnerando el principio de presunción de inocencia”, ha afirmado.
“Desde el PP de Mallorca nunca nos encontrarán en la instrumentalización de la política y sus recursos para obtener un rédito partidista. La señora Cladera y el señor Alzamora tendrían que pedir perdón”, ha sentenciado.