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Francina Armengol, presidenta balear y candidata socialista: “Nos jugamos avanzar o retroceder en derechos”

En 2015 se convirtió en la primera mujer en presidir Balears y, desde entonces, ha enlazado dos legislaturas consecutivas contra viento y marea. De cumplirse los resultados que vaticinan encuestas como la del CIS o la de Simple Lógica para elDiario.es Balears, podría sumar un tercer mandato, de nuevo en coalición. La actual secretaria general del PSIB, Francina Armengol (Inca, 1971), quien se define como feminista y republicana –tras la abdicación de Juan Carlos I planteó la celebración de un referéndum para que la ciudadanía eligiese entre la continuidad de la monarquía o la instauración de una república–, cuenta con grandes apoyos y personas de máxima confianza dentro del partido y, de hecho, en 2021 fue reelegida en el cargo con un 83% de los votos.

Bajo su batuta y la de sus socios de gobierno (Podem y Més per Mallorca) se han aprobado normativas pioneras como la Ley de residuos, la de cambio climático o la de memoria democrática y se han impulsado medidas históricamente reivindicadas como la protección de la posidonia o la regulación de la carga de trabajo de las kellys. En una entrevista con este medio, Armengol asevera que concurre a las elecciones del próximo domingo “para ganarlas y para poder seguir gobernando” en favor de políticas públicas como la educación, la sanidad, la vivienda y la movilidad. “Nos avala la gestión hecha pero, sobre todo, el proyecto de futuro”, recalca la líder del Ejecutivo autonómico, quien considera que un hipotético pacto entre PP y Vox traería “menos derechos y menos libertades”, sobre todo para las mujeres, los jóvenes, las personas mayores y los trabajadores.

De entre las medidas impulsadas durante la última legislatura, Armengol recuerda Balears salió de la pandemia de la COVID como la comunidad autónoma con más esperanza de vida de toda España, protegiendo a la ciudadanía y ayudando a las empresas. “Habíamos caído un 21% en el PIB y estamos liderando el crecimiento económico en España, creando más puestos de trabajo que nadie y con más calidad laboral”, subraya la socialista.

Las encuestas prevén unos resultados bastante ajustados entre el PSIB-PSOE y el PP. ¿Usted se ve presidenta de nuevo?

Sí, evidentemente. Me presento para ganar las elecciones y poder seguir gobernando. Y, efectivamente, por un proyecto ilusionante que es seguir apostando por la educación pública, por la sanidad pública, por la política de vivienda, de movilidad... Evidentemente, pedimos el voto con entusiasmo y estamos convencidos de poder seguir gobernando porque nos avala la gestión hecha pero, sobre todo, el proyecto de futuro.

Los pactos serán claves a la hora de investirla a usted o a Marga Prohens (PP). ¿Tiene marcada alguna línea roja a la hora de buscar apoyos o podría pactar con cualquier partido con representación en el Parlament?

Nosotros, los socialistas, tenemos claro que siempre se pacta en base a un proyecto político, porque lo importante es lo que quieres hacer, para qué quieres gobernar, y, por tanto, tienes que pactar con una hoja de ruta similar para conseguir los objetivos que necesita esta comunidad autónoma. Por tanto, es evidente que nosotros hemos gobernado durante ocho años en esta comunidad autónoma con pactos de partidos progresistas que han funcionado bien. Hemos demostrado saber gobernar mediante pactos y ser rigurosos y sólidos. Y en este momento histórico se necesita gente con capacidad de gestionar y de saber liderar esos proyectos. Creo, sin duda, que nosotros hemos demostrado poder aprobar cada año en tiempo y forma un presupuesto autonómico y cada año con mejores cuentas. Si los ciudadanos no dan mayorías absolutas, evidentemente está la posibilidad del pacto progresista, que ha funcionado muy bien en esta comunidad autónoma.

¿Cree que la movilización de la izquierda puede ser un factor determinante?

La movilización siempre es un factor determinante. En democracia es importante ejercer el derecho que tenemos a decidir y creo, sinceramente, que este 28 de mayo nos jugamos muchísimo: nos jugamos avanzar o retroceder muchísimos años en derechos, en libertades, en políticas desde el acuerdo y el diálogo. Por tanto, yo creo que para cualquier persona progresista de estas islas, para cualquier persona que quiera seguir trabajando en esa línea de avances y progresos que hemos conseguido, no es un derecho sino una obligación el ir a votar este domingo.

Para cualquier persona progresista de estas islas, para cualquier persona que quiera seguir trabajando en esa línea de avances y progresos que hemos conseguido, no es un derecho sino una obligación el ir a votar este domingo

En el hipotético caso de que Prohens fuese investida presidenta gracias a los votos de Vox, ¿qué futuro cree que le depararía a Balears?

Los gobiernos de PP y Vox ya existen en diferentes territorios de España y, por tanto, ya sabemos lo que depara el futuro con ellos: menos derechos y menos libertades, sobre todo para las mujeres, para los jóvenes, para las personas mayores, para los trabajadores y trabajadoras, para los sindicatos, menos derechos lingüísticos, menos derechos para la memoria democrática y para todos aquellos que, en definitiva, creen en una sociedad basada en la justicia social, en la igualdad de oportunidades y también en cuestiones que para Balears son básicas, como son el modelo económico, la transición energética y la lucha contra el cambio climático. De los negacionistas no se puede esperar un avance en estos estos aspectos como tampoco y un progreso de lo que piensa la mayoría. Por eso estoy convencida de que eso no va a suceder.

¿Se siente desgastada tras gobernar dos legislaturas seguidas o hay Armengol para rato?

Yo me siento con muchísima fuerza, con muchísima valentía y con muchísima ilusión, porque yo tengo ilusión por esta tierra. El Partido Socialista se ha convertido en el partido más transversal de esta comunidad autónoma. Por eso ganamos las elecciones de 2019 y vamos a volver a ganarlas en el domingo. Y me siento con fuerza porque durante estos ocho años hemos trabajado intensamente, hemos cambiado cosas a mejor, hemos sido capaces de dialogar no sólo entre partidos políticos, sino, sobre todo, con la sociedad. Durante últimos estos cuatro años, con una pandemia sanitaria terrible, hemos sido capaces de proteger bien a la ciudadanía. Si no hubiéramos estado nosotros, eso hubiera sido absolutamente diferente. Y eso es lo que más me recuerdan en la calle. Tengo la fuerza para poder decir que si en los momentos difíciles hemos estado cerca de la gente y hemos conseguido superarlo juntos, qué no vamos a poder hacer en la próxima legislatura, que viene el viento a favor, que hemos conseguido más fondos europeos que nadie, que tenemos el régimen especial y fiscal, que tenemos el mejor presupuesto autonómico y los proyectos pactados con el Plan de Inversiones 2030. Obviamente, mi ilusión es poder ejecutar todo aquello en lo que hemos estado trabajando en esta legislatura.

Tengo la fuerza para poder decir que si en los momentos difíciles hemos estado cerca de la gente y hemos conseguido superarlo juntos, qué no vamos a poder hacer en la próxima legislatura, que viene el viento a favor

¿Cuáles son los principales aciertos para usted en los últimos cuatro años de Gobierno? ¿Y los principales errores?

Ya lo comentaba antes, yo creo que uno de los principales aciertos ha sido saber cómo gobernar, estar a la altura de las circunstancias en un momento tan complicado, saber proteger bien a la ciudadanía. Hemos hecho posible que Balears tuviera más salud y más economía que en cualquier otro territorio de España. Y eso es un orgullo para mí y para toda la ciudadanía de esta comunidad autónoma. Creo que fue lamentable la actitud del Partido Popular y Vox, que se pusieron de perfil. Nos pusieron palos en las ruedas para que nada de eso saliera adelante, porque pensaron que cuanto peor, mejor electoralmente para ellos. Por lo tanto, mi orgullo es que esta sociedad ha sabido caminar, hemos sabido invertir, conseguir los recursos públicos para hacer frente a la pandemia, ayudar a las empresas con 855 millones de euros públicos, y hemos salvado vidas, que para mí es fundamental. Respecto a los errores durante una legislatura que vino marcada por la pandemia sanitaria, siempre he pedido disculpas si por alguna cuestión no pudimos acertar en el momento oportuno o abordarla de la mejor manera posible, porque era una situación de absoluta incertidumbre, de toma de decisiones muy rápida y de forma compartida.

Pese a su gestión de la pandemia, parece que algunos partidos quisieron sacar rédito de su presencia en el Hat Bar durante el estado de alarma, eclipsando con sus críticas las medidas adoptadas para hacer frente a la crisis...

Yo creo que se mintió mucho por parte de la derecha y la demagogia conmigo no vale. Toda la gente en esta comunidad autónoma sabe que el Govern, y no sólo yo, nos hemos dejado la piel, hemos estado al pie del cañón continuamente para buscar las mejores soluciones y las mejores políticas. Y los datos, sinceramente, nos avalan. Balears salió de la pandemia de la COVID siendo la comunidad autónoma con más esperanza de vida de toda España y la segunda de Europa, y con la menor letalidad por coronavirus. Habíamos caído un 21% del PIB y estamos liderando el crecimiento económico en España, creando más puestos de trabajo que nadie y con más calidad laboral. Además, hay unos datos que a mí me parecen extraordinarios de estos ocho años y que quiero poner en valor: ha disminuido el número de personas en riesgo de exclusión social de acuerdo a los datos hechos públicos por la Red contra la Exclusión. Los datos no son míos, son públicos. Eso a mí me enorgullece como también a las tres fuerzas progresistas que hemos estado gobernando, porque es gracias también a las políticas públicas, a la capacidad de recuperar la economía, a la renta social garantizada que ya pusimos en marcha en 2016. Ese ha sido nuestro trabajo intenso. Quien quiera despistar con otras cosas es que no tiene otros argumentos.

¿Cómo valoraría su relación con el resto de partidos del Pacte? ¿Le preguntan mucho fuera de Balears cómo es esto de gobernar durante tanto tiempo en coalición?

La relación es muy buena. Hemos gobernado desde el acuerdo. Evidentemente, el Partido Socialista no comparte todas las políticas o los planteamientos ni de Unidas Podemos ni de Més per Mallorca, ni ellos los nuestros, obviamente. Pero hemos sido capaces de ponernos de acuerdo en aquello que es trascendente para la ciudadanía y dejar a un lado aquellas cuestiones que no compartimos. Hemos gobernado desde el rigor, desde la seriedad, desde la solidez. Hemos ido aprobando todas las normas, como los presupuestos autonómicos, tal como comentaba antes. Cuando las cosas no funcionan desestabilizan, políticamente hablando, y nosotros hemos gobernado bien, pensando en el interés general. Me preguntan muchas veces fuera de esta comunidad autónoma cómo hemos hecho posible este pacto, un pacto que ha funcionado bien, con mucha naturalidad y mucha capacidad de entendimiento entre todos nosotros. Creo que la experiencia de pactos progresistas de Balears es una experiencia de éxito y, de hecho, llevamos varios años practicándola. Todas las fuerzas políticas progresistas tenemos la madurez política suficiente para entender que cuando gobiernas no tienes que pensar en tu partido, sino pensar en la gente.

La experiencia de pactos progresistas de Balears es una experiencia de éxito. Todas las fuerzas políticas progresistas tenemos la madurez política suficiente para entender que cuando gobiernas no tienes que pensar en tu partido, sino en la gente

Entre 2011 y 2015, Balears acogió la última mayoría absoluta, la ostentada por el PP de José Ramón Bauzá. Desde entonces, ningún partido ha logrado la mayoría suficiente para gobernar en solitario. ¿A qué cree que responde?

Bueno, es una tendencia a nivel de toda España. Parece que, de alguna manera, la gente opta más por decirnos a los políticos que seamos capaces de entendernos y dialogar. Ese mensaje ha sido mi leitmotiv a la hora de gobernar mediante el diálogo, no sólo entre el gobierno, sino también con la sociedad. Por eso nosotros no hemos tomado ninguna decisión sin el acuerdo de los agentes sociales y económicos. Hemos planteado ese plan de inversiones 2030 con toda la sociedad civil, con la universidad, con toda la gente que ha querido participar. La última aprobación que hicimos en el Parlamento fue una iniciativa legislativa popular que venía de la mano de entidades sociales y liderada por el GOB. El diálogo y el consenso es lo que te piden los ciudadanos cuando van a votar. Así ha sido nuestra de gobernar en estas islas y esa va a seguir siendo mi forma de gobernar.

¿Está el PSIB-PSOE abierto a un posible cambio en el Impuesto de Turismo Sostenible, tanto de cara a subirlo, como piden, entre otros, Unidas Podemos o Més, o de cara a cambiar su finalidad, para que esté destinada en su mayor parte a políticas medioambientales?

Yo creo que el Partido Socialista ha sido siempre el gran defensor del Impuesto de Turismo Sostenible. Ya desde la primera legislatura del Pacte (1999-2003), cuando el presidente Francesc Antich impulsó la famosa ecotasa que desgraciadamente derogó el Partido Popular, motivo por el que hemos dejado de recaudar muchísimos millones de euros que habrían podido ser invertidos en esta comunidad autónoma. Ahora veo que la derecha, que llega 22 años tarde, dice que lo va a mantener. Respecto a las finalidades que hemos pactado en la ley que está en vigor, yo creo que son finalidades adecuadas. Hay una parte importantísima, medioambiental, que ha ido destinada al ciclo del agua. En esta legislatura hemos invertido 400 millones de euros que provienen del Impuesto de Turismo Sostenible en temas de calidad y mejora del producto turístico. Pero también hemos invertido, y de eso estoy muy orgullosa, en innovación, en becas predoctorales y posdoctorales, en ciencia, en definitiva, que es nuestro futuro sin ninguna duda. Y también en políticas de vivienda, porque es uno de los retos importantísimos de esta comunidad autónoma. Si hay propuestas de cualquier formación política sobre cómo poder ampliar esos objetivos del impuesto, evidentemente los estudiaremos.

¿Qué opina del ‘decrecimiento’ que se plantea desde determinados sectores? ¿Es posible mantener empleos y evolucionar hacia dicho decrecimiento?

Cuando hablamos de decrecimiento, se está hablando de decrecimiento de plazas turísticas. Esto no quiere decir decrecimiento económico, sino más y mejor crecimiento económico. Nosotros, como Partido Socialista, hemos liderado la ley turística en esta comunidad autónoma, aprobada desde el acuerdo con empresarios y sindicatos y en la que planteamos una moratoria de las plazas turísticas. Hemos dicho públicamente muchas veces que la apuesta es por la calidad y no por la cantidad. Y eso no sólo lo decimos nosotros, sino que es compartido con empresarios y con sindicatos. Los hoteleros entienden que sus empresas son más rentables y que cuando tienen que hacer una reforma directamente eliminan plazas turísticas y hacen habitaciones más grandes con una capacidad de competitividad mejor. El Consell de Mallorca ya ha quitado su bolsa de plazas turísticas. Hemos dicho claramente que esas plazas hay que eliminarlas. Luego planteamos un escenario de decrecimiento de algunas plazas en el intercambio del dos por uno y sobre todo de las plazas obsoletas. Porque nosotros decimos qué tipo de turismo queremos en esta comunidad autónoma y cuál creemos que no es adecuado. Y el turismo de excesos, de borrachera, no es el adecuado. Por eso hicimos la ley de excesos y por eso ahora estamos empleando 16 millones de euros de fondos europeos para comprar establecimientos hoteleros y apartamentos turísticos de una y dos estrellas, para eliminar esas plazas turísticas del mercado y reconvertirlos en vivienda de protección oficial o esponjarlos, porque son áreas saturadas que necesitan esos espacios. Eso significa mayor contratación laboral, porque por una plaza de más calidad se necesitan más trabajadores, y eso implica mejor competitividad para las empresas, mejores ganancias, más gasto por parte del turista que viene y dinero que se reparte entre todos los que viven del sector turístico, que no sólo son los empresarios, ni muchísimo menos.

¿Están saturadas turísticamente las Islas?

Yo no creo que estén saturadas a nivel turístico. En estos ocho años hemos trabajado directamente en plantear medidas importantes para contener algunas situaciones. Somos la única comunidad donde hemos limitado los cruceros, hicimos una ley vacacional que decía claramente dónde se podía hacer alquiler vacacional y dónde no, el Ajuntament de Palma prohibió el alquiler turístico en viviendas plurifamiliares, al igual que Eivissa. Es decir, hemos sido pioneros en muchísimas cosas. Tenemos una temporada turística muy intensa en los meses de verano que antes costaba alargar. En Balears el debate siempre ha sido la desestacionalización, pero ahora ya no se habla de eso porque hemos conseguido alargar la temporada turística. Cuando yo empecé a gobernar, la temporada en Mallorca estaba en seis meses. Ahora estamos en nueve y en Palma, en doce. Esa es la realidad. Eso garantiza más puestos de trabajo, más cohesión social. No tiene sentido que la industria más potente de la comunidad autónoma, que es el turismo, cierre durante muchos meses al año. Eso es un sinsentido absoluto. Por tanto, necesitas alargar más meses y, evidentemente, eliminar puntas de verano, que es cuando tenemos los problemas de equilibrio entre el residente y el turista y también entre el propio turista, que puede tener una experiencia turística negativa si, entre otras cosas, va a la playa y no puede ni poner la toalla. Son cosas que estamos trabajando conjuntamente con el sector. En cualquier destino turístico relevante, y Balears es líder internacional, encuentras otros muchos turistas. Por eso es relevante.

No tiene sentido que la industria más potente de la comunidad autónoma, que es el turismo, cierre durante muchos meses al año. Eso es un sinsentido absoluto. Por tanto, necesitas alargar más meses y, evidentemente, eliminar puntas de verano

El INE apunta a que Balears se encamina hacia un imparable crecimiento poblacional con serias repercusiones en materia sanitaria, educativa y de vivienda, así como sobre el consumo de energía o de agua. ¿Cómo puede hacer frente el archipiélago a este crecimiento? ¿Tiene capacidad el Ejecutivo para ofrecer servicios de calidad a toda la población?

Es verdad que el crecimiento en Balears ha sido exponencial y que hemos sido la comunidad autónoma que más crecimiento exponencial ha registrado en los últimos veinte años. Eso, sin duda, supone un reto enorme. Y por eso, públicamente, he puesto la cuestión del reto demográfico encima de la mesa del Gobierno a nivel español, porque se habla mucho de las comunidades o de los territorios que se despueblan. En nuestro caso, nuestro reto es el de un territorio con muchísima más población de la que a veces necesita. Por eso es necesaria más financiación y por eso yo he discutido mucho la financiación autonómica, que es uno de los debates que queda por resolver en la legislatura. Nuestros recursos son escasos, también nuestro planeamiento urbanístico y de crecimiento, que es competencia de los municipios y de los Consells Insulars, quienes tienen que adaptarse a esa realidad. Por tanto, el posible crecimiento tiene que venir en base a que somos unas islas con un territorio limitado y con unos recursos que tienen que estar asegurados para toda la población que vive en ellas.

Somos la comunidad que más crecimiento exponencial ha registrado en veinte años. Se habla de los territorios que se despueblan, pero nuestro reto es el de un territorio con muchísima más población de la que a veces necesita. Necesitamos más financiación

¿Es suficiente el actual Régimen Especial de Balears (REB)?

Lo primero de todo: el sistema de financiación autonómico caducó en 2014. Por lo tanto, se tiene que hacer un nuevo sistema de financiación autonómica y desde Balears reivindicaremos esa mayor corresponsabilidad fiscal y que el sistema garantice la sanidad, la educación y los servicios sociales, que son los tres inputs que garantiza el sistema de financiación por población. Ahí tenemos que crecer. Hay que recordar que con el sistema de financiación de la época del Gobierno Aznar en Balears estábamos 21 puntos por debajo de la media española en financiación. Con el último sistema de financiación, que es el que se está aplicando y es el que pactaron Zapatero y Antich, estamos en la media y este último año hemos sido una de las comunidades que más ha subido su financiación autonómica. Con esto no quiero decir que nos conformemos, sino que tenemos que seguir negociando, porque la negociación del sistema de financiación autonómica con la situación de COVID era absolutamente complicada y difícil. Nosotros nos hemos fijado en la negociación bilateral con el Gobierno de España para conseguir el régimen especial y fiscal. Y lo hemos conseguido. Ese es uno de los logros de los que estoy absolutamente contenta y satisfecha, porque llevábamos muchísimos años como sociedad pidiéndolo y al fin hemos tenido un Gobierno que ha sido sensible a reconocer los inconvenientes que genera vivir en unas islas.

¿Pagamos demasiados impuestos en Balears, como defiende la derecha?

Con el tema impositivo, la derecha intenta hacer un discurso absolutamente engañoso para la ciudadanía. La propuesta fiscal que presenta ahora el PP con Prohens es la misma que presentó el señor Company hace cuatro años, la misma que presentó el señor Bauzá hace ocho, pese a que cuando gobernó hizo todo lo contrario: subió todos los impuestos a la clase media y trabajadora de esta comunidad autónoma. En Balears, en estas dos últimas legislaturas, no hemos subido ningún impuesto a la clase media y trabajadora. Al revés, los hemos bajado. La gente paga menos impuestos porque le garantizamos más derechos con ayudas a la vivienda, a la escuela. Una familia que tiene un hijo o una hija que estudia en la universidad fuera de Balears tiene ahora una deducción fiscal de 1.740 euros. Hemos aumentado al nivel de las rentas que pueden acceder a esas deducciones fiscales: 52.800 euros en conjunto y 33.000 de forma individual. En vivienda avalamos la compra del primer inmueble si cuesta menos de 270.000 euros para que pueda acceder una familia de clase media y trabajadora. Hemos bajado el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales al 4%. En tiempos del PP estaba el 8%. Ahora los hemos subido al 12% en las ventas de más de dos millones de euros, porque seguimos el principio fiscal de la Constitución española que establece que tiene que pagar más quien más tiene. Porque claro, hacer una rebaja fiscal a todos por igual beneficia a la gente que tiene más y eso va en contra de cualquiera de los principios de la Constitución, del propio sentido común y de las propias reflexiones que han hecho todos los organismos internacionales económicos.

En Balears, en estas dos últimas legislaturas, no hemos subido ningún impuesto a la clase media y trabajadora. Al revés, los hemos bajado

Pese a los logros que comenta, lo cierto es que una de las principales críticas hacia su Ejecutivo radica en que no han sido capaces de cambiar el modelo turístico y evolucionar hacia la diversificación económica. ¿Qué opina al respecto?

Los datos nos dicen que eso no es cierto. Durante estas dos legislaturas el peso de la industria turística ha bajado 2 dos puntos en el conjunto de la economía y ha subido de forma exponencial el peso de la industria, que ha subido un 23%, coincidiendo con el plan de industria que hemos impulsado. Con las ayudas a la industria y, de una forma especial, a todo lo relacionado con la economía verde se ha incrementado el peso de estas áreas de una forma importante en Balears. El peso de la agricultura, del sector primario, ha subido un 50% en nuestra economía. Hemos subido el PIB del 0,6 al 0,9, que sigue siendo poco, pero vamos en la línea adecuada. Y, sobre todo, ha aumentado un 34% el número de afiliados a la Seguridad Social, con trabajadores del mundo de la ciencia, de la investigación y la innovación. Y eso para mí es absolutamente fundamental. Las cosas no se cambian de un día para otro, pero estamos, al fin y al cabo, en la línea adecuada. Hay políticas en esta comunidad autónoma en pro de la diversificación económica y de que el turismo sea palanca para todos esos sectores, que creo que también es fundamental. El hecho, por ejemplo, de que la ley turística obligue a todos los restaurantes y hoteles a servir un 3% de producto local es algo que estimula el sector primario. El hecho de obligar a pasar las calderas de gasoil a eléctricas nos ayuda a que, por ejemplo, el mundo de los instaladores eléctricos, el mundo de la economía verde, vaya aumentando. Y eso está empujando también a otros sectores económicos, sin olvidarnos de la economía de los cuidados, que para nosotros también es fundamental.

La vivienda es, sin duda, uno de los principales problemas de Balears. Usted llevaba mucho tiempo reclamando la ley de vivienda estatal y ya está aprobada. ¿Cómo la aplicará?

Nosotros ya hemos dicho que vamos a aplicar la ley estatal. Creo que entra en cualquier lógica democrática. Lo que no entra en ninguna lógica democrática es decir que las leyes estatales no se cumplen. Si lo dijera algún partido nacionalista de la periferia hubieran saltado todos los semáforos en rojo. Por tanto, vamos a cumplirla. Pero además tenemos ganas de poder cumplirla, porque al fin hay una ley estatal, una ley nacional en España que dice claramente que la vivienda es un derecho de los ciudadanos y no un bien de especulación. Y en esa línea hicimos nosotros la Ley de Vivienda de Balears. Ya hemos creado dentro del Govern una comisión de trabajo para estudiar cómo la podemos aplicar esta nueva norma en las islas y veo dos cuestiones fundamentales: una es la posibilidad normativa que nos dan a las comunidades autónomas para poder declarar zonas tensionadas y, por tanto, marcar topes al alquiler. Y en segundo lugar, el tema de los incentivos fiscales: como Partido Socialista nos comprometemos con la ciudadanía a que, además de los incentivos fiscales que marca la ley estatal para los pequeños propietarios para que alquilen a precio asequible a los ciudadanos, vamos a redoblar esos incentivos fiscales desde el propio gobierno autonómico.

Nos comprometemos con la ciudadanía a que, además de los incentivos fiscales que marca la ley estatal para los pequeños propietarios para que alquilen a precio asequible a los ciudadanos, vamos a redoblar esos incentivos fiscales desde el propio Govern

¿Hay que limitar la venta de viviendas a no residentes?

Ese es un mandato que nos dio el Parlament balear a través de una proposición no de ley que se aprobó para que el Govern de les Illes Balears lo estudiara. Nosotros hemos hecho el trabajo, hemos hecho informes, hemos explicado claramente que esa es una decisión que debería tener el respaldo de la normativa europea y que ahora no tiene. Por tanto, son trabajos a muy largo plazo. Nosotros hemos planteado al Gobierno de España una cuestión que nos parece absolutamente fundamental, que es que ahora, con la presidencia española, podamos trabajar en un Estatuto de Islas Pobladas, precisamente para que toda la normativa europea tenga esa visión singular de lo que significa vivir en unas islas, con la intensidad que eso significa para muchísimas cosas. Antes hablábamos de la población, de la escasez de los recursos naturales o del tema de la vivienda. Ahora bien, si la limitación acaba llevándose a cabo será a larguísimo plazo. Nosotros, como Partido Socialista, estamos obsesionados con las propuestas urgentes a medio y a corto plazo.

Durante sus dos mandatos se han aprobado leyes pioneras como la de residuos, la de cambio climático, la de memoria democrática… También ha habido medidas bastante positivas, como la protección de la posidonia o la regulación de la carga de trabajo de las kellys. ¿Cree que, aún así, fuera de Balears sólo se habla de las Islas cuando hay balconing o algún suceso similar?

Sí, desgraciadamente nosotros tenemos esa sensación. Cuando gobernaba la derecha, de Balears se hablaba por los temas de corrupción. Eso ya no sucede y es un gran acierto que hayamos desterrado la corrupción en esta comunidad autónoma. Ahora sólo se habla de ello cuando la candidata del PP se reúne con los de aquella época, recordando todo el daño que nos hizo el PP en Balears. Es verdad que en Balears, en estos ocho años, hemos aprobado leyes absolutamente pioneras, pero, desgraciadamente, desde el poder mediático-político se tiene una visión muy de Madrid, muy del centro de España. Yo lo he dicho muchas veces, no es Madrid, es muchísimo más que ello. Y a nosotros nos gustaría que todo lo que sucede en la periferia y en este caso en Balears tuviera mucha más fuerza en el conocimiento público de los otros territorios de España. Creo que dar mucha más importancia a lo que sucede en Madrid y en el centro es un error para todos y para todas, porque hay proyectos realmente innovadores en Balears que creo, sinceramente, que serían fantásticamente exportables a otros territorios y desgraciadamente a veces no se conocen. La toma de decisiones, además, debería estar basada en lo que sucede en la periferia y no sólo viendo lo que pasa dentro de la M-40. Ese es un error absoluto.

En Balears, en estos ocho años, hemos aprobado leyes absolutamente pioneras, pero, desgraciadamente, desde el poder mediático-político se tiene una visión muy de Madrid, muy del centro de España

¿Está satisfecha con la actual normativa que exime del título de catalán al personal sanitario que cubre categorías deficitarias?

Respecto a este ámbito, lo que hemos hecho es garantizar que vengan sanitarios a esta comunidad autónoma. Desde que gobernamos hemos contratado a 5.000, cuando veníamos de una época de haber despedido a 400. Eso es fidelizar a los profesionales sanitarios. Pero Balears tiene dos lenguas cooficiales y evidentemente cualquier ciudadano también tiene derechos lingüísticos en estas islas. Por tanto, hemos sido capaces de equilibrar esta situación, de retornar los derechos lingüísticos a los ciudadanos en el ámbito de la salud y de lograr que el tema de la lengua no sea ningún problema en absoluto. Para captar profesionales sanitarios lo que hacemos es eximir del título a los profesionales de las categorías deficitarias, dándoles dos años para que puedan garantizar ese conocimiento del catalán. Lo que hacemos desde el Govern es, desde ese equilibrio, garantizar profesionales sanitarios y garantizar el derecho de los ciudadanos.

¿Se encuentra el catalán en retroceso?

Tal como marcan nuestro Estatuto de Autonomía y nuestra Ley de normalización lingüística, las administraciones públicas, obviamente, tenemos que garantizar la normalización de la lengua propia de Balears, que es la minorizada y la que tiene más problemas. Por eso hemos llevado a cabo toda una serie de políticas desde el Govern y desde todas las administraciones en este sentido. Donde yo veo el problema del catalán es en el uso social de la calle. Ahí es donde tenemos que trabajar conjuntamente desde la empatía con la sociedad, con las personas que vienen a vivir aquí desde todos los territorios del mundo, porque Balears es una población muy diversa, es una tierra abierta, una tierra que invita a la gente. Es explicar que aquí tenemos una identidad, una cultura, una historia, invitar a la gente a poder amar, respetar, hablar y entender el idioma propio de estas islas porque, evidentemente, también es una parte del patrimonio de Balears y del patrimonio de toda España, porque las lenguas cooficiales son lenguas de toda España. Y desde este punto de vista creo que es necesario seguir trabajando en ese uso social.

Durante los últimos meses, elDiario.es ha publicado información sobre el proceso judicial por el cual el pueblo de Balears perdió el palacio de Marivent a favor de la Familia Real. ¿Por qué el Ejecutivo no facilita la información judicial que ha demandado este periódico?

Nosotros, desde la Abogacía de la Comunidad Autónoma, obviamente tenemos las limitaciones que tenemos para poder dar según qué tipo de documentación o de información. Alguna se puede pedir vía juzgados, que es lo que marca nuestra propia legislación. Si se refiere a si Marivent está registrado como patrimonio de la Comunidad Autónoma, así es y, por tanto, así sale en nuestra web y en nuestro catálogo patrimonial. En cuanto a la Fundación Museo Saridakis, no está registrada en el Registro de Fundaciones, es patrimonio de la Comunidad tras la renuncia de los herederos [de Saridakis] bajo el planteamiento de que estuviera la Casa Real. Si se revirtiera, la situación se podría cambiar por parte de los herederos. En definitiva, nosotros nos hacemos responsables del patrimonio de Marivent, que tiene su historia judicial, con una sentencia del Tribunal Supremo que fue favorable a que se pudieran sacar los bienes muebles del palacio y así se hizo en su momento, cuando gobernaba Gabriel Cañellas (PP). Nosotros estamos gestionando esa situación y, por tanto, dando la información que tenemos y que podemos compartir.

¿Qué pasó con la fundación pública creada por la Diputación Provincial para gestionar los bienes de Saridakis? En su día no se presentó en su momento al proceso judicial y, en principio, tampoco consta que haya sido disuelta.

Lo único que sé es que no está en el Registro de Fundaciones de la Comunidad Autónoma.

¿Cree usted idóneo que el pueblo mallorquín haya perdido el museo que el filántropo Saridakis quiso donarle?

La sentencia fue lo que fue, se declaró firme y se retornaron esos bienes muebles al propietario a través de un proceso judicial que pasó hace muchísimos años. Nosotros, en esta comunidad autónoma, a diferencia de lo que había sucedido históricamente, a lo que comprometimos -y me gusta comprometer aquello que sé que puedo conseguir aunque tenga todas las dificultades del mundo- fue a abrir los jardines de Marivent, que era una demanda histórica de nuestra población. Lo conseguimos. Y además logramos que la Fundación Miró pudiera dar dejar unas esculturas en los jardines, que se están visitando muchísimo por parte de la población de Balears. Esto lo negocié yo directamente con el rey en su momento y eso es lo que hemos conseguido, darle más categoría de edificio público. Hemos hecho lo máximo de lo que nos era posible dentro de la situación que tenemos en esta comunidad autónoma.