LEER ESTE TEXTO EN CATALÁN
El Govern balear del PP ha acusado este viernes al PSIB-PSOE de estar “muy interesado en generar confrontación y espectáculo” en el Parlament, en referencia a los hechos acaecidos el pasado martes en la Cámara, cuando su presidente, Gabriel Le Senne (Vox), expulsó a las dos representantes socialistas de la Mesa por negarse a quitarse las camisetas que portaban con imágenes de tres víctimas del franquismo. El Ejecutivo, además, ha eludido condenar los hechos advirtiendo de que no participará en los “espectáculos” que considera que han tenido lugar en las sesiones plenarias en las que se abordado la derogación de la Ley balear de memoria histórica, cuya supresión ha sido impulsada por Vox con el apoyo de los conservadores.
Cabe recordar que, el pasado mes de septiembre, el PP ya salvó del cese a Le Senne, cuya destitución había sido instada meses por los grupos de la oposición (PSIB-PSOE, Més per Mallorca, Més per Menorca y Podemos) después de que el parlamentario ultra, el pasado 18 de junio, rompiese el retrato de la republicana Aurora Picornell y las conocidas como 'rojas del Molinar', fusiladas por los franquistas la noche de reyes de 1937. Los hechos provocaron una oleada de indignación dentro y fuera de Balears.
En rueda de prensa posterior al Consell de Govern, el portavoz del Ejecutivo, Antoni Costa, ha criticado la intención del PSIB de que el Govern y el PP “participen” de los hechos, insistiendo en que los ciudadanos “no entienden estos espectáculos lamentables” que, en su opinión, no son buenos para la política.
Al ser preguntado por el parecer expresado por los letrados del Parlament, quienes han censurado la actitud de Le Senne dado que no hay un artículo concreto en el reglamento que establezca que los miembros de la Mesa no deban llevar prendas con imágenes como las que lucían las diputadas expulsadas Mercedes Garrido y Pilar Costa, el portavoz del Govern ha admiitido que, efectivamente, no hay ningún precepto que lo prohíba, si bien ha aseverado que “la costumbre de mantener el decoro siempre se ha respetado” y “convendría” seguir haciéndolo.
Precisamente, este jueves, los socialistas registraron un escrito en el Parlament en el que reclaman que se declaren vulnerados los derechos constitucionales de Garrido y Costa tras haberse acordado su expulsión “sin amparo reglamentario ni legal”: “La decisión del presidente conculca y lesiona derechos constitucionales y fundamentales de las diputadas como son el derecho a la libertad de expresión y a la participación política”, consideran. Al ser inquirido al respecto, el portavoz del Govern se ha limitado a señalar que “no es que el PP tenga que expresarse al respecto”: “La queja se valora, no se vota”, ha concluido.
El episodio se produjo cuando, en el pleno del pasado martes, iba a comenzar a debatirse la enmienda a la totalidad de los grupos de izquierdas a la derogación de la Ley de memoria democrática y cuatro meses después de que Le Senne rompiese el mismo retrato de las más conocidas como 'rojas del Molinar', cuya fotografía exhibía Garrido en la tapa de su ordenador. El máximo representante de la Cámara instó a las dos socialistas a que sustituyeran sus prendas con el objetivo de salvaguardar la neutralidad de la Mesa o bien que ocuparan sus escaños en el hemiciclo si preferían continuar llevándolas.
Sin embargo, ante la persistencia de ambas por continuar portando la camiseta, en medio de un clima de máxima tensión y tras tres llamadas reglamentarias al orden, el presidente ordenó finalmente su expulsión.
Cabe recordar que fue el propio PP el que, el 20 de junio de 2023, aupó a Le Senne a la presidencia del Parlament. A cambio de esta y otras numerosas cesiones, los populares se garantizaron poder formar gobierno en solitario, subordinados al apoyo externo de Vox para poder sacar adelante sus iniciativas. Así sucedió, por ejemplo, con la aprobación de los presupuestos autonómicos de este año: los conservadores no dudaron en claudicar ante las exigencias de la extrema derecha. No en vano, la diputada de Vox Idoia Ribas llegó a afirmar en ese momento que su partido “sólo se arrodilla ante Dios”, dejando claro que los votos de los parlamentarios de esta formación son fundamentales para impulsar los acuerdos de investidura alcanzados con el PP.