Adiós a Milà, el primer parque eólico de Balears

El pasado mes de junio, el parque eólico de Milà, el primero de su clase en las Balears, llegó al final de su vida útil. Tras dos décadas de funcionamiento, los cuatro aerogeneradores de 50 metros de altura que se recortan contra el horizonte del levante de Maó serán desmantelados en los próximos meses. Queda lejos aquel 2004 en el que la discusión sobre las renovables como “alternativa” abría un debate público sobre la idoneidad de apostar por este tipo de energías que hoy son un imperativo categórico para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 impulsada por la ONU. Ya -casi- nadie duda de la importancia y necesidad de transitar un cambio de paradigma en materia de producción, distribución y generación de energía y, sin embargo, el fin del Parque de Milà tal y como lo hemos conocido hasta hoy abre una duda sobre cómo será el futuro de las renovables en Menorca.

El parque eólico de Milà está formado por cuatro aerogeneradores modelo MADE AE-59 de 800 kW de potencia, de los cuales sólo tres funcionan, aunque están fuera de servicio. En total, estos “molinos de viento” sumaban una potencia de 3,2 MW y el coste de construcción fue de 3.288.466 euros, financiado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) bajo la fórmula de financiación por terceros con participación en beneficios. El parque entró en servicio el 28 de febrero de 2004 bajo un régimen retributivo regulado que consta de dos componentes: por un lado un esquema de Retribución a la Inversión (RI) y otro de Retribución a la Operación (RO). La RO deriva de la venta directa de la energía generada por el parque eólico en el mercado libre de energía eléctrica, un mercado energético donde operan las principales compañías privadas como por ejemplo Repsol, Endesa, Iberdrola o Naturgy. Por otro lado, la Retribución a la Inversión (RI), que consta de una prima o retribución adicional que se gestiona desde la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, en función de unos parámetros fijados cada dos años.

“Para recibir la RI debe justificarse un mínimo de horas de producción al año, de forma que se obliga a un rendimiento mínimo de la instalación. En el caso concreto del parque de Milá, era necesario superar 629 horas equivalentes (HE). Para recibir el 100% de este complemento era necesario llegar a las 1.048 horas”, explica el conseller de Medi Ambient, Simón Gornés Hachero, en diálogo con elDiario.es. Según señala, este objetivo no pudo lograrse por una conjunción de factores que van desde la ruptura de uno de los aerogeneradores, hasta un error de cálculo en la velocidad media del viento. “A finales de 2022, como consecuencia de una quiebra estructural, se procedió al desguace del aerogenerador número 4, desde entonces sólo existen 3 aerogeneradores operativos y la potencia del parque ha quedado reducida a 2,4 MW en lugar de los 3,2 MW originales”, detalla Gornés. 

En términos concretos, el parque eólico de Milà clausura sus dos décadas de servicio habiendo inyectado en total 92.242.008 kWh de energía renovable en la red eléctrica y acumulando un ahorro de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de 84.678 toneladas de CO2. Según datos del Consell Insular de Menorca, estas cifras son equivalentes al consumo de energía eléctrica de 1.387 familias durante 19 años. Un ahorro de las emisiones similar al de 2.078 vehículos realizando una media de 15.000 km/año durante veinte años. Un total de 32.850 trayectos de ida y vuelta entre Ciutadella y Maó realizados con un autobús de línea, o el equivalente de trasladar a 4.770 personas en autobús de ida y vuelta entre Maó y Ciutadella, cada día, durante 19 años.

El parque eólico de Milà clausura sus dos décadas de servicio habiendo inyectado en total 92.242.008 kWh de energía renovable en la red eléctrica y acumulando un ahorro de emisiones de Gases de Efecto Invernadero de 84.678 toneladas de CO2. Estas cifras son equivalentes al consumo de energía eléctrica de 1.387 familias durante 19 años

A pesar del innegable ahorro energético y de abrir el camino para nuevos proyectos sostenibles, el que fuera el primer parque eólico de la comunidad autónoma quedó lejos de los objetivos que inicialmente se propuso, según afirman desde el Consell Insular. “En el proyecto inicial se previó que el parque funcionaría unas 2.200 Horas Equivalentes anuales con una disponibilidad del 96% y considerando una velocidad media del viento en el emplazamiento de 6 m/s, lo que supondría una generación aproximada de 7.040 MWh/año, pero la realidad ha sido muy distinta. La media de Horas Equivalentes ha sido de 1.441, la disponibilidad media del 76,3%, la velocidad media del viento ha sido de 5,46 m/s lo que ha redundado en una producción media de 4.611 MWh/año”, ha explicado a elDiario.es el conseller de Medi Ambient.

Gornés también ha señalado que, entre los factores que han motivado este bajo rendimiento energético, destaca “la limitación de la altura de torre a 50 m, cuando el estudio original consideraba 70 m de altura”. “Esto hace que el régimen de vientos no sea suficientemente continuo, y por tanto más turbulento, provocando paros por vibraciones en el sistema”, comenta. En ese mismo sentido, el conseller ha señalado que la obsolescencia de los molinos también le pasó factura al parque. “Los modelos de aerogeneradores instalados eran de las primeras versiones comerciales de una tecnología incipiente, todavía poco testada”, ha subrayado Gornés.

Repotenciación o Plataforma Marina

En 2016 Menorca dio los primeros pasos hacia un modelo energético libre de combustibles fósiles, basados en carbón y/o contaminantes. La hoja de ruta expresada en la Estrategia Menorca 2030 prevé que en los próximos seis años la isla deberá abastecerse con energía 100% limpia y renovable. Es por esto que el fin de la vida útil del parque de Milà no implica necesariamente el fin de la producción de energía eólica en la isla y desde el Consell Insular ya preparan un proyecto de repotenciación. “El proyecto para repotenciar el parque prevé desinstalar los aerogeneradores actuales para instalar otros de mayor potencia. Aunque el proyecto que nos hemos encontrado presentado por el anterior gobierno no contempla la instalación de una antena con anemómetros, elemento básico para tener medidas de intensidad y frecuencia del viento en esta zona de la isla. Antes de instalar los nuevos aerogeneradores, tendremos que redactar e instalar primero esta antena, para saber que altura ideal deben tener los aerogeneradores”, ha señalado Simón Gornés.

Según los cálculos de la Conselleria de Medi Ambient, con la instalación de tres nuevos aerogeneradores de 3 MW de potencia cada uno permitiría alcanzar los objetivos trazados en la Estrategia Menorca 2030. “Somos optimistas y esperamos que el plan de acción de la Reserva de Biosfera para el 2030 pueda alcanzarse en su totalidad y que el 100% de la energía que se consuma en la isla pueda ser energía limpia”, han señalado fuentes del Consell. 

Sin embargo, la repotenciación del parque eólico no es la única alternativa a Milà que hay sobre la mesa. Según puede verse en la agenda pública del presidente del Consell Insular, el pasado 13 de junio Adolfo Vilafranca mantuvo una reunión con representantes de la empresa promotora de energías renovables Menorca Renovables WTF, una sociedad con sede en Madrid que ya ha invertido en emprendimientos de placas fotovoltaicas en la isla. Según ha podido saber elDiario.es, esta firma está interesada en desarrollar un proyecto de parque eólico en la zona norte de la costa insular que se situaría sobre el mar. “Aún no hay nada concreto, perosería un proyecto pequeño en comparación a los que suelen proyectarse en el medio marino. Sería un parque que produciría unos 220 MW en total, lo cual permitiría abastecer a Menorca e incluso destinar la energía sobrante a Mallorca por ejemplo”, ha señalado una fuente de la empresa en diálogo con este medio, quien ha añadido de momento “solo hay intenciones” y que de concretarse “el proyecto abriría el diálogo a toda la sociedad menorquina”.

Con todo, las competencias para un proyecto de estas características son del Gobierno Central, concretamente del Ministerio de Transición Energética y Cambio Climático, por lo que cualquier emprendimiento a desarrollarse en el medio marino, depende directamente de la cartera que conduce Teresa Ribera Rodríguez. “De momento no se han iniciado prospecciones. El Gobierno Español marcó algunas áreas marinas para la futura implantación de parques solares y algunas empresas se han interesado en la futura subasta que el Gobierno va a sacar para su gestión. Desde Menorca hemos pedido que se nos informe con detalle sobre estos posibles futuros proyectos”, han señalado desde el Consell Insular. 

La necesidad de afrontar el desafío de la transición energética en Menorca, como el resto del mundo, se debate entre un proyecto que tendría un impacto ambiental cuyas consecuencias aún están por conocerse o la atrasada y contaminante dependencia de los combustibles fósiles. “Este tipo de parques eólicos se suelen emplazar sobre una plataforma flotante anclada al suelo marino. Generalmente constan de muchos molinos de gran producción. Por dichas características, en el supuesto que aparezca un proyecto concreto, parece difícil que Menorca pueda absorber tanta energía, con lo cual habría que evacuarla hacia Mallorca y quizá hacia la península. Esto se traduce en importantes pérdidas de energía por el desplazamiento, con lo cual no parece fácil que llegue a materializarse”, señala Miquel Camps, coordinador del GOB de Menorca, quien además reconoce que los impactos ambientales concretos aún se desconocen, pero señala dos posibles afectaciones. “Habría que conocer bien las interferencias que pueda causar un proyecto de estas características en las rutas migratorias de aves o de especies marinas como los cetáceos. Uno de los impactos probables es la transmisión de grandes vibraciones permanentes al fondo marino”, ha subrayado Camps. 

Por último, el conseller de Medi Ambient suscribe la teoría de que, de impulsarse un parque de estas características, la energía generada debería volcarse hacia otros territorios o incluso a otras comunidades autónomas, aunque para ello sería imprescindible una inversión en infraestructura que Menorca aún no tiene. “Se generaría suficiente energía como para abastecer a la isla de Menorca y verter también hacia Mallorca, pero para eso sería necesario contar con un segundo y un tercer cable submarino entre Menorca y Mallorca, algo no previsto hasta 2026 o 2027, porque el Ministerio de Transición Ecológica no lo puso en su día como prioridad en su plan de inversiones”, ha explicado Simón Gornés.