El Ajuntament de Palma ha anunciado el inicio de los procedimientos para remodelar la plaza del Mercat, a través de un preproyecto arquitectónico que prevé peatonalizar la parte posterior de la plaza, reubicar la estatua dedicada a Antoni Maura, catalogar el ficus --que data del siglo XIX-- y mantener el quiosco del bar Alaska.
El regidor de Urbanismo, Vivienda y Proyectos Estratégicos, Óscar Fidalgo, ha explicado en rueda de prensa la propuesta presentada este martes por el arquitecto Antoni Sbert ante la Comisión de Centro Histórico del Ajuntament de Palma.
Con esta actuación, ha asegurado el concejal, se pretende dar prioridad al viandante, mejorar las condiciones de accesibilidad, mantener el arbolado existente y reordenar los espacios de las terrazas, entre otras cuestiones.
Fidalgo no ha dado fechas concretas para empezar a llevar a cabo el proyecto pero sí ha indicado que la intención de la corporación local es tener elaborado el proyecto básico durante este 2024.
El bar Alaska mantendrá su apariencia actual pero se buscará “dignificar su imagen” en la parte posterior, con una celosía y un biombo semicircular anexo a un baño público. “El anterior equipo de gobierno municipal se enfrascó en el debate 'Alaska sí, Alaska no', y ahí se quedó, pero esto se ha zanjado”, ha declarado Fidalgo, incidiendo en que el proyecto “parte de la premisa que el Alaska se va a quedar”.
Fidalgo ha resaltado que el quiosco tendrá que cumplir las normas de aplicación a todos los establecimientos, pero ha concretado que no se prevé una remodelación. Además, ha expresado que considera que lo procedente es realizar un concurso para la explotación del kiosco.
Revalorizar el monumento
Por otra parte, con este esbozo, el Ajuntament pretende que toda la zona se convierta en un espacio unitario y revalorizar el monumento al antiguo presidente del Gobierno.
Al moverlo a un punto central de la plaza, se podrá observar mejor y se protegerá de posibles caídas del ramaje del ficus bajo el que se encuentra en la actualidad, como ya sucediera en 2014.
En cuanto al ficus, se pretende hacer una catalogación del valor patrimonial del árbol y proporcionar un alcorque de dimensiones proporcionadas a su dimensión y entorno.
Para estas obras se utilizará piedra natural autóctona para el pavimento, con juntas de hormigón con propiedades antideslizantes. Para el mobiliario se elegirán diseños del propio Sbert y otro arquitecto local, tanto para las farolas como para los alcorques, que se reconvertirán en espacios para que los ciudadanos se puedan sentar a la sombra de los árboles.
Del mismo modo, el preproyecto tiene en cuenta las líneas orográficas de desagüe, que se desplazaron cuando históricamente discurría un torrente por la calle Unió; así como la disposición de los edificios de Can Casasayas y la torre de la parroquia de San Nicolás. En total, se van a reordenar 3.684 m2.
Además se modificarán las zonas de carga y descarga de la zona, se eliminarán plazas de aparcamiento y se desplazará la parada de autobús de la EMT.
El Ajuntament espera el posicionamiento de los vecinos y los comerciantes del entorno, pero en cualquier caso Fidalgo ha recalcado que el estado actual de la plaza “no convence”. El regidor de Urbanismo ha manifestado que en la comisión se ha felicitado a Sbert, porque se trata de un proyecto de “difícil conciliación”.