Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

Cinco enclaves de alto valor ecológico de Balears, a merced de los atentados ecológicos

Varios barcos fondeados en la cala de Porroig, en Sant Josep de sa Talaia (Eivissa)

Esther Cabezas

Ibiza —
30 de marzo de 2024 11:25 h

0

Los obstáculos a la creación de campos de boyas en zonas de alto valor ecológico en Balears con el objetivo de eliminar los fondeos ilegales sobre la Posidonia no dejan de sucederse. A los problemas generados con la presentación de la documentación para la instalación de estos sistemas, se suman ahora las críticas de los ecologistas a la Conselleria balear del Mar que, en opinión de las entidades conservacionistas, antepone “los criterios económicos a los medioambientales” en contradicción con lo estipulado por el Decreto de Posidonia, considerado el 'pulmón del Mediterráneo'. La normativa prohíbe fondear sobre la posidonia, ya sea echando el ancla sobre ella o mediante la colocación de ‘muertos’ (estructuras de hormigón), una práctica que la daña profundamente.

Cinco son los campos que comenzaron su tramitación, cuyos proyectos fueron elaborados por la Dirección General de Costas y de Mar, dependiente de la Conselleria del Mar, pero que finalmente no podrán estar operativos para este año: Cala d'Hort y Porroig (en Eivissa), Sa Foradada y Es Caló d'Artà (en Mallorca) y L'Illa de l'Aire (en Menorca). Su tramitación volverá a arrancar este año para que puedan entrar en funcionamiento en el verano de 2025, según aseguran a elDiario.es fuentes de la Conselleria del Mar y Ciclo del Agua.

En el caso de Porroig y Cala D´Hort, ninguno de ellos estará protegido este verano por un campo de boyas ecológicas, a pesar de que la Conselleria aseguró en 2023 que entrarían en funcionamiento esta temporada y que su instalación supone un paso más en el cumplimiento del Decreto de Posidonia que aprobaron en 2018 los partidos del anterior Ejecutivo de izquierdas (PSOE, Unidas Podemos y Més) y que contó con la oposición del PP, ahora en el Govern con el apoyo legislativo de Vox.

Al parecer, un error administrativo de duplicación de datos, que fuentes de la Conselleria no han concretado, ha impedido que los fondos marinos de estos enclaves se protejan de los masivos fondeos ilegales que se practican sobre las valiosas praderas de Posidonia. Esta es la planta que asegura que Balears tenga unas aguas cristalinas, además de ser la responsable de la biodiversidad del mar balear, y de su poder de captación de CO2, por lo que su existencia es fundamental.

En concreto, el Boletín Oficial de las Illes Balears (BOIB) de 29 de febrero, en la sección que firmó el día 21 el director general de Costas y Litoral, Carlos Simarro, remite al BOIB del 1 de febrero de 2024, que dio a conocer que en determinadas solicitudes de concesión administrativa de bienes de dominio público marítimo-terrestre “se advirtió el error material en la publicación que incurría en la duplicidad de expedientes que es necesario corregir”. En el mismo apartado se asegura que, según el artículo 56 de la Ley 3/2003 de régimen jurídico de la Administración de la Comunidad Autónoma, la rectificación de los errores corresponde al órgano que haya dictado el acto o la disposición y esta se tiene que notificar o publicar. Asimismo, el artículo 109.2 de la Ley del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas establece que las administraciones pueden, además, rectificar en cualquier momento, de oficio o a instancia de los interesados, los errores existentes.

Con todo, para esta temporada 2024 estarán en funcionamiento ocho campos de boyas, los mismos que ya había la pasada campaña. Son tres en Mallorca: Cala Blava, Formentor y Sant Elm; dos en Menorca: Fornells y Illa d'en Colom; uno en Eivissa: Ses Salines, y dos en Formentera: s'Espalmador y Caló de S'Oli. Por otra parte, el Ministerio para la Transición Ecológica está también trabajando en la redacción de diez proyectos de campos de boyas que, a priori, quieren tener ejecutados y en funcionamiento por parte del Govern balear el año que viene.

Además, el Ministerio programó en 2023 otras diez instalaciones de boyas en Alcanada, Porto Colom y Portals Vells-El Mago, (Mallorca), Benirràs, Cala Bassa, Es Xarco, Cala Salada, Cala Vadella, Portinax y Talamanca 2 (Eivissa). En las reuniones con la Conselleria del Mar se acordó que las obras de estos diez se ejecutarían este año para poder entrar en funcionamiento en la temporada de verano de 2025. Todos estos campos de boyas estaban previstos en el Decreto de Posidonia.

Informes medioambientales 

Otro de los asuntos que se dirimen para instalar estos campos de boyas es puramente ecológico en lo que se refiere a la dimensión y situación de los mismos y a las recomendaciones e informes para la instalación de los mismos. El Ayuntamiento de Sant Josep, término municipal donde se encuentran Porroig y Cala D’Hort, emitió en su momento informes favorables a la instalación de estos campos de boyas, que fueron remitidos a la Conselleria del Mar para que ésta comenzara a tramitarlos.

Asimismo, tal y como publicaba el pasado 10 de febrero La Voz de Ibiza, el Ejecutivo balear “ignoró a los ecologistas de la Comisión balear de Medio Ambiente en los proyectos de los campos de boyas”. Según este diario, el Consejo de Administración de Ports de Balears había iniciado el proceso para habilitar cinco nuevos campos de boyas de bajo impacto con el fin de proteger la Posidonia oceánica, “en línea con el Plan General de PortsIB y el Decreto de Posidonia”. El proyecto, en exposición pública desde el 1 de febrero de este año, no incorporaba las prescripciones que se habían realizado el 25 de agosto de 2023 que había respaldado, asimismo, la Comisión de Medio Ambiente de Balears (CMIB). La explicación dada en aquel momento a este diario fue que no se trataba de un error y que se tramitaría sin estas consideraciones en una “decisión plenamente consciente” por parte de la Conselleria del Mar.

Sobre ello, Xisco Sobrado, de la entidad ecologista GEN-GOB, explica a elDiario.es que estas consideraciones de la CMIB se deberían haber tenido en cuenta. “El proyecto tiene varias propuestas y tanto en Cala D'hort como en Porroig se ha priorizado el rendimiento económico y no la protección”, ya que se propone la instalación de más boyas que las que estos enclaves pueden soportar ecológicamente hablando, tal y como también advertía la Comisión. “Se ha elegido el proyecto que más boyas tiene, cuando el propio Decreto de Posidonia dice que se debe priorizar lo ecológico. Los campos deben estar dimensionados al espacio donde se van a instalar, según aparece en el Decreto de Posidonia”, asevera Sobrado. Estas cuestiones han sido ignoradas por Ports de Balears.

Desde la Conselleria de Medio Ambiente se confirmaba a la Voz de Ibiza que era cierto que se trabajaba con un  número de boyas más amplio. En concreto, los proyectos para la instalación de estos campos de boyas ecológicas proponen instalar 46 para embarcaciones de hasta 20 metros en 16 hectáreas frente a la costa en Cala D’Hort. Por su parte, en Porroig se da el visto bueno al fondeo de barcos de estas características aunque se reservarán 10 boyas para embarcaciones de menos de 8 metros, 12 para los de hasta 15 metros y 8 más para los que superen estas dimensiones.

Sin embargo, tal y como publicaba el rotativo ibicenco, tanto con las 46 de Cala D’Hort como las de Porroig, Ports de Balears no ha tenido en cuenta las recomendaciones de la Comisión balear de Medio Ambiente en este sentido y que están en la línea del Plan de Gestión Natura 2000 Costa Oeste de Ibiza, “que estipula que el número máximo de puntos de fondeo sobre posidonia para Cala d’Hort es de 25”, según concretan.

Por su parte, desde el GEN-GOB se insiste en que es importante el número de fondeos “que tienen que responder a motivos ecológicos y no económicos”. “Además, ya hay calvas originadas por los ‘muertos’ que se podrían utilizar para estos fondeos. No sería una distribución matemática y tendríamos menos boyas pero los adaptaríamos a la fisionomía de cada lugar y no se producirían más impactos negativos”, explica Xisco Sobrado. Para el ecologista, la instalación de más boyas que las ecológicamente necesarias “es un prejuicio para estos ecosistemas, sobre todo para Porroig, con una presión de fondeos muy elevada”.

“En 2016 identificamos alrededor de 80 embarcaciones fondeadas en Porroig donde hay muchos ‘muertos’ que producen un impacto muy importante por su peso y por las cadenas que arrastran”, concreta. Sobrado hace referencia al daño causado por estas estructuras de hormigón que, a pesar de ser extraídas del mar por los buzos de la entidad, poco después vuelven a arrojarse.

Así se comprobó en abril de 2022, pocos días después de la operación de limpieza. El resultado de estas acciones multiplica el daño a las praderas, ya que los infractores se vuelven a arrojar ‘muertos’ sobre otros puntos, provocando nuevas calvas, motivo por el cual las entidades ecologistas estudian que es mejor no retirarlos mientras no se dispongan en su espacio boyas ecológicas. “Un metro cuadrado tarda 100 años en regenerarse, son impactos que llevan mucho tiempo”, puntualiza.

“Es problemático. La Administración tendría que actuar ante estas personas ejercen un negocio ilegal” reclama. Para el GEN-GOB, el retraso en la instalación de estos campos de boyas es una mala noticia, aseguran que es necesario que estén operativos en 2025 y que el proyecto se acomode a las consideraciones ambientales por encima de las económicas. Que se haga bien“ instan.

El ‘pirata’ de Porroig: una amenaza 

La mala gestión medioambiental de estos enclaves y los retrasos hacen que estas zonas de alto valor ecológico queden a merced de los infractores que hacen negocio con esos los fondeos ilegales, dada la enorme demanda del turismo náutico y la falta de fondeos y amarres legales, sobre todo en Eivissa y Formentera que sufren una fuerte presión sobre el entorno.

Otra de las amenazas la supone el 'pirata' de Porroig, Evaristo Soler, investigado por un presunto delito contra el medio ambiente y por mantener un vertedero ilegal en una finca de su propiedad. Se trata de prácticas de las que Soler no se esconde, realizando sus actividades a plena luz del día y enfrentándose a todos. Además, diferentes entidades ecologistas entre las que se encuentran el GEN-GOB o Salvem sa Badía aseguran que Soler se había trasladado a otras zonas después de cometer el delito por el que se le ha sentenciado ahora. 

Soler también tiene otro proceso abierto de carácter medioambiental en referencia a la acumulación de toneladas de residuos en un vertedero ilegal en terrenos de su propiedad en Cala Tarida. Toneladas de basura, entre la que se encuentran barcos y coches, que el Ayuntamiento de Sant Josep está retirando en estos momentos por el grave peligro de contaminación e incendio que suponen.

En este nuevo episodio que ha tenido lugar hace unos días, el Juzgado de lo Penal número 1 de Eivissa lo ha condenado a una multa de seis meses y el pago de seis euros diarios por un delito de acoso contra un bañista de la bahía de Porroig, tal como ha adelantado elDiario.es. En total, serán 1.080 euros más 500 euros de costas procesales.

La Conselleria del Mar asegura a este medio que es consciente del daño que está causando el llamado ‘Pirata de Porroig’ a las praderas de Posidonia en Eivissa mediante amarres ilegales. “Es por ello que estamos trabajando junto a la Guardia Civil para abordar este asunto con la seriedad que merece. Para ello hemos tenido una reunión de coordinación con ellos para establecer un plan de acción que incluirá inspecciones conjuntas de cara a la temporada que entra. Queremos subrayar que, a pesar de la imposibilidad de contar con los campos de boyas legales esta temporada, este contratiempo no disminuirá nuestro esfuerzo en la protección de esta zona”, puntualizan desde el Govern balear.

Etiquetas
stats