Los expertos afirman que la Posidonia “debe quedarse en las playas de Balears todo el año”

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La constante retirada de Posidonia oceanica de las playas para la temporada turística preocupa a conservacionistas y científicos que solicitan a los ayuntamientos, al Govern y a los consells de las Islas que se implementen políticas más respetuosas con el medio ambiente. Los expertos proponen campañas de concienciación ciudadana y de cara al turismo, para que se entienda que “las acumulaciones de Posidonia son parte de la singularidad de las playas de Balears”. La Posidonia oceanica es la garantía de que las aguas del mar balear sean azules, de la protección de su biodiversidad, además de ser una gran captadora de CO2. La pradera de Posidonia que se encuentra entre Eivissa y Formentera es el ser vivo más longevo del planeta, una gran aliada contra el cambio climático para todo el planeta.
El GEN-GOB, el Grup Balear d’Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB Mallorca), GOB Menorca, Asociación Salvem sa Badia de Portmany, Arrels Marines, Societat d’Història Natural de les Balears (SHNB), Marilles Foundation, Fundación Palma Aquarium, Cleanwave Foundation, Ibiza Preservation, Amics de la Terra Ibiza, Menorca Preservation, Vell Marí y SEO/Birdlife han sido las organizaciones que han suscrito la petición, que ya ha sido remitida a todos las instituciones. Asimismo, han firmado científicos como Xavier Pastor, Anna Traveset o Carlos Duarte y otros profesionales que trabajan por la conservación del medio natural.
Estas entidades y expertos ponen de manifiesto en su solicitud que las acumulaciones de restos vegetales en la costa impiden su erosión y aportan arena. Asimismo, resaltan que la persistencia de esta política de retirada de arribazones de Posidonia oceanica (bermes o banquetes), incluso en playas naturales y espacios protegidos, son perjudiciales para los ecosistemas, “tal y como avalan referencias de diferentes estudios”. Esto ocurre incluso en playas como las que se encuentran dentro del Parque Natural de Ses Salines de Eivissa i Formentera, entre otras áreas de alto interés ecológico del archipiélago balear.
Por otra parte, esta retirada de la masa vegetal supone también la pérdida de biodiversidad, sobre todo en invertebrados, “que aportan alimento a aves marinas y también limícolas, entre otras, y que, por tanto, favorecen el equilibrio ecológico de los ecosistemas costeros”, explican.
Difícil previsión de retirada por el cambio climático
Los solicitantes aseguran también que “la solución salomónica” de retirar la Posidonia a principio de temporada para depositarla otra vez a final de la misma ya no es efectiva porque no tiene en cuenta “el panorama incierto al que nos aboca el cambio climático”. “Es decir, si bien hace una década aún podíamos confiar en la predecibilidad de la época en la que llegaban los temporales, y podía adaptarse la retirada a esas fechas para no dejar la playa desprotegida en el peor momento, lo cierto es que estas previsiones ya no son válidas en el nuevo escenario climático”, concretan. Además, durante la retirada “se pierde una arena que valdría la pena conservar siempre”.
Esta solicitud se basa en diferentes estudios. Entre ellos se encuentra uno del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y otro de la Revista de la Sociedad Biológica de España. Las entidades y expertos ecologistas remiten también para ampliar información al Mapa del Conocimiento del Canvi Climàtic a les Illes Balears, dependiente de la Comunidad Autónoma de Balears (CAIB), donde se pueden ver las variaciones que se están produciendo con el cambio climático. Asimismo, se refieren en la solicitud a estudios como el de la Universitat de les Illes Balears, “que han demostrado que la retirada mecánica de estos arribazones implica una pérdida significativa de sedimento, contribuyendo a la degradación de las playas y afectando negativamente a su conservación a medio y largo plazo”. Las instituciones conservacionistas solicitantes conminan a consultar, además, la Investigación multidisciplinar del Institut Mediterrani d’Estudis Avançats (IMEDEA) en las últimas tres décadas.
Científicos y entidades proponen lo siguiente: “Dado que Posidonia oceanica es especie protegida y está declarada hábitat prioritario de interés comunitario (hábitat 1120) en la Directiva Hábitats de la Unión Europea y que su preservación es clave para la sostenibilidad de nuestras costas, solicitamos a esta administración [la destinataria en cada caso] que revise las políticas actuales de gestión de playas y adopte estrategias más respetuosas con el medio ambiente. La Posidonia es actualmente la especie bandera de la conservación del mar balear y debemos entender su protección y puesta en valor en todas las fases de su ciclo biológico, tanto en la playa sumergida como en la playa emergida”.
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