Nadiya Popel, la doctora expulsada de la sanidad pública por recetar lejía y disolventes

Nicolás Ribas

Eivissa —

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Nadiya Popel, la médica que ejercía hasta ahora en el hospital público Mateu Orfila de Menorca, es el azote de lo que en la literatura conspiranoica llaman “el sistema sanitario gubernamental corrupto”. Después de que el Colegio Oficial de Médicos de las Illes Balears (COMIB) acordara el pasado jueves la expulsión provisional de Popel del órgano colegiado por “infringir de manera reiterada” el código deontológico, la médica ha iniciado una cruzada a través de su canal de Telegram en la que acusa a los medios de comunicación de haber instado una “campaña de difamación contra ella”.

Entre otras acusaciones, el Colegio de Médicos señala que la doctora Popel “pone en riesgo la seguridad de los pacientes” por la utilización de los productos como lejía, agua oxigenada o disolvente industrial sin base científica, no autorizados, de origen poco claro (envases con la etiqueta escrita a mano) o elaborados de forma “casera” como en el caso del llamado 'ormus'“.

Popel explica, en su web, que es médica de emergencias con más de 18 años de experiencia en el hospital Mateu Orfila de Menorca y que cuenta, entre sus especialidades, electrocardiología; ecosonografía; medicina familiar y medicina comunitaria. Se define, además, como ex paciente de cáncer, motivo por el que se hizo “experta conocedora de todas las alternativas convencionales y no convencionales” para el tratamiento de “enfermedades difíciles” y describe sus prácticas –al menos algunas de ellas censuradas por el COMIB por carecer de evidencia científica– como “la verdadera medicina saludable”.

La doctora se hizo famosa durante la pandemia de la COVID–19 porque en pleno auge de contagios en la isla colgó carteles contra la vacuna AstraZeneca en los paneles informativos del hospital. Las opiniones de Popel sobre esta vacuna fueron difundidas por Antena3, citando a un diario de tirada local. Popel, además, empezó a difundir información errónea, a través de Telegram, lo que le valió una suspensión por parte de la Conselleria de Salud del Govern.

Un año después, asesorada por Luis Miguel Ortega, Popel fue readmitida en el sistema balear de salud, pese a que el COMIB interpuso un recurso –rechazado– para evitar que fuera admitida de nuevo. “La ‘nunca antes probada tecnología del ARN mensajero’ –según el director general de Pfizer, Albert Bourla–, ha generado graves efectos secundarios durante las pruebas de laboratorio antes de ser producidas masivamente”, es una de las supuestas “verdades incuestionables” que publica Popel en su web.

Negacionista de la vacuna

La médica negacionista –también se negaba a usar mascarilla durante la pandemia sanitaria– llegó a asegurar en un vídeo, que ha difundido en su canal de Telegram, que las vacunas contra el coronavirus producen muchos “cánceres de recto”. “Es una enfermedad frecuente como efecto secundario de las vacunas COVID”, aseguró. En dicho canal ha difundido recientemente otras informaciones de dudosa veracidad que vinculan la muerte prematura de jóvenes menores de 24 años con la inoculación de las vacunas contra el coronavirus.

Tras ser readmitida en el hospital Mateu Orfila de Menorca, después de haber sido suspendida por el servicio público de salud balear, fundó el Movimiento de Asistencia Integral (MAI), del que también forma parte el polémico “curandero” Josep Pàmies. Según cuenta, se trata de “un movimiento social que agrupa terapeutas alternativos, médicos críticos, abogados y otros profesionales” que quieren “terminar con esta dictadura sanitaria que nos han impuesto”. “Hemos creado una serie de protocolos para quienes, por ejemplo, quieren acceder a determinados servicios de salud y son obligados a hacerse PCR”, afirmaba.

“También tenemos el Paquete Covid, un servicio de asesoramiento en salud para casos leves de COVID que curamos con vitaminas y ozonoterapia”, añadía la doctora. El tratamiento con esta pseudoterapia –que tampoco cuenta con aval científico– en la sanidad pública a pacientes de coronavirus había generado polémica en otras comunidades autónomas. Uno de los casos más conocidos se dio en Huesca, donde un hombre con neumonía grave por COVID–19 recibió un tratamiento con ozono en la UCI del Hospital Universitario San Jorge y falleció a finales de 2021. Un juez de la capital oscense había autorizado la aplicación de este gas a petición de la familia y en contra del criterio médico del propio centro sanitario, por lo que un equipo médico externo se encargó de administrar el tratamiento.

Defensora de pseudociencias

La gama de “servicios” que ofrece el autodenominado Movimiento de Asistencia Integral es variada y polémica. Fitoterapia, reiki, medicina holística, ozonoterapia, entre otras “disciplinas” sin ningún aval científico. A propósito de esta oferta, Popel destaca que se trata de “una mirada alternativa sobre la medicina”. “Se acerca mucha gente a nosotros que ha sido seriamente afectada en su salud por la vacunación”, aunque no aclara qué costo tienen estos servicios.

La doctora negacionista, suspendida provisionalmente para ejercer la profesión médica, también ha sido entrevistada en Diario16, pese a que ya se había producido su suspensión provisional por parte del COMIB, donde ha promocionado un libro que acaba de publicar. “Decido escribir este libro cuando la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios me pone una multa de 180.000 euros”, contestó en una de las preguntas, como recomendación de su abogado, Luis de Miguel Ortega, quien le dijo que, para “defenderse en el juzgado, es importante tener un libro publicado con las terapias compasivas”.

En este libro también habla sobre terapias que, supuestamente, fueron “descubiertas” hace 70 años, pero que no se utilizan en el sector público. “No se utilizan porque curan. Y el sector público no está interesado en curar”, responde Popel. Muchas de las prácticas que difunde en esa entrevista son consideradas pseudocientíficas, por tanto, no están avaladas por la ciencia.

Los hechos que denuncia el Colegio Oficial de Médicos

El Colegio Oficial de Médicos de las Illes Balears (COMIB) ha incoado medidas provisionales previas al inicio del expediente de la doctora Nadiya Popel el 27 de septiembre de 2023 que implican dar de baja cautelarmente de colegiación a la doctora, según consta en el documento del COMIB al que ha accedido elDiario.es. Es una medida provisional antes de la incoación del procedimiento ante la supuesta comisión de 24 faltas muy graves que infringirían el Código de Deontología Médica.

Entre estos hechos, el COMIB cita una noticia de Diari de Menorca que informaba el 1 de septiembre de 2023 que “una paciente ha iniciado los trámites para denunciar a la doctora Nadiya Popel por haberle prescrito dióxido de cloruro, un producto que la Agencia Española de Medicamentos (AEMPS) recomienda encarecidamente no consumir en ningún caso”. La prescripción pretendía curar un hongo vaginal. “Cuando fui a la farmacia y lo expliqué, la farmacéutica me dijo que ni en broma y es cuando me dirigí a mi ginecólogo particular”, explicaba la afectada por el tratamiento de Popel en el diario local.

Una de las infracciones que estudia el Colegio de Médicos es si la doctora prescribió dióxido de cloruro para curar un hongo vaginal

El COMIB recoge en su escrito el contenido de hasta siete vídeos que la controvertida médica negacionista difunde a través de Telegram (tanto a través de su canal particular, como mediante el Movimiento Asistencia Integral). En estos vídeos propone como tratamiento, por ejemplo, inyectar dióxido de cloro en cáncer de mama (también para el coronavirus, la malaria o el autismo, entre otros) pese a los riesgos que tiene, según la AEMPS, para la salud.

Debido a la utilización de otros métodos, presuntamente utilizados, a base de tratamientos no avalados por la ciencia, como el uso del peróxido de hidrógeno o el sulfuróxido de dimetilo, el COMIB considera que la doctora Popel estaría poniendo en riesgo la salud de los pacientes. Cita, entre estas prácticas, la utilización de productos sin base científica, no autorizados; la vía de la administración (diferente a la admitida); la asepsia en los procedimientos y los establecimientos donde se llevan a cabo los tratamientos. Por este motivo, solicita la suspensión cautelar.

En un artículo de opinión publicado en Diari de Menorca, Popel defiende que los médicos del COMIB que han tomado esta decisión se han “tomado el derecho a decidir lo que es bueno o malo” para sus pacientes, “sin tener en cuenta su voluntad”. La doctora considera que esta decisión olvida “unos cuantos Derechos Fundamentales de la Constitución Española” y también del Derecho Internacional. “Me ha parecido una experiencia penosa entre médicos y compañeros que demuestra que ni somos un gremio más inteligente, ni más humano, ni más compasivo, ni nada de nada”, concluye Popel, que afirma que los médicos del COMIB que han tomado esta decisión han utilizado su posición “privilegiada” para decidir “cuál médico puede ejercer y cuál no”.

elDiario.es se puso en contacto este lunes por la mañana con la doctora Popel para preguntarle por la decisión del COMIB, por las prácticas médicas que supuestamente practica, así como por la información pseudocientífica que difunde a través de su canal de Telegram, sin que haya sido posible recoger su versión. Fuentes de la Conselleria de Salud explican a elDiario.es que la doctora Popel está suspendida provisionalmente y que no puede ejercer como médica hasta que se resuelva el procedimiento iniciado por el COMIB.