545 niños separados de sus padres en la frontera por Trump siguen sin encontrar a sus familias
Los abogados encargados de reunificar a las familias migrantes que fueron separadas por la administración de Estados Unidos entre 2017 y 2018 han dicho que todavía no han sido capaces de localizar a los padres de 545 niños.
De acuerdo con la solicitud presentada este martes por la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) y que recoge la NBC, dos tercios de esos padres fueron deportados a Centroamérica sin sus hijos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, empezó en 2018 una política de “tolerancia cero” que separaba a los niños y padres migrantes en la frontera sur de Estados Unidos como una forma de disuasión general y sin autorización judicial en lugar de priorizar, como anteriores administraciones, la deportación de personas con historial criminal. Una investigación de The New York Times reveló que esta práctica ya había comenzado en 2017 bajo un programa piloto. La cifra de 2.737 niños separados de sus padres dada por la Administración sería entonces mucho más elevada.
La ACLU y otras organizaciones que forman parte de un “comité directivo” nombrado por el tribunal encargado del caso se enteraron de que más de 1.000 familias habrían sido separadas en 2017, según los datos proporcionados por el Departamento de Seguridad Nacional. Entre ese millar, el comité ha podido contactar a los padres de 550 niños pero, de momento, solo cree que alrededor de 25 de ellos pueden tener la oportunidad de volver a Estados Unidos.
El juez que lleva el caso ha programado una audiencia este jueves para discutir el estado de los esfuerzos de reunificación.
Sin respuesta
“La gente pregunta cuándo encontraremos a todas estas familias, y tristemente, no puedo dar una respuesta. Simplemente no lo sé”, ha dicho Lee Gelernt, subdirector del Proyecto de Derechos de los Inmigrantes de la ACLU, a la NBC. “Pero no dejaremos de buscar hasta que encontremos a cada una de las familias, no importa cuánto tiempo lleve. La trágica realidad es que cientos de padres fueron deportados a Centroamérica sin sus hijos, que permanecen aquí con familias de acogida o parientes lejanos”.
Mientras esta política estuvo en vigor los niños que entraban al país ilegalmente desde la frontera sur de Estados Unidos eran separados de sus padres e internados en centros que no estaban preparados para su situación y donde no recibían la atención necesaria. Pero la indignación social se hizo insostenible cuando se descubrió que los menores llegaron a ser encerrados en jaulas.
En junio de 2018, ante la presión social e incluso por miembros de su propio partido, el presidente firmó una orden ejecutiva para acabar con la separación de las familias en la frontera. “No me gustaba ver o sentir a las familias separadas”, dijo Trump.
A principios de este mes, se publicó una grabación de Melania Trump en la que la primera dama defiende la política de su marido de separar a los niños de sus padres, e incluso asegura que los miedos de violencia son fingidos. “A muchas mamás e hijos se les enseña cómo hacerlo”, dijo Melania Trump. “Se acercan y dicen: ‘Oh, nos va a matar un pandillero, nos van a, ya sabes, es muy peligroso’. Así que se les permite quedarse aquí”.
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